Ni la Suprema ni el Congreso: partidos destraban segundo nudo del acuerdo constituyente y zanjan que un órgano ad hoc fiscalizará las bases

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Van ocho semanas de las negociaciones por la nueva Constitución y, esta vez, los dirigentes que están sentados en la mesa negociadora dieron un paso más. El anuncio lo comunicó el presidente del Senado, Álvaro Elizalde (PS), y consiste en que el encargado de velar por el cumplimiento de los bordes será una instancia especial convocada para tal efecto. La próxima semana las colectividades esperan debatir sobre cómo se integrará este espacio, quién los designará y cuándo podrá actuar.


Estaban todos los partidos que integran la mesa negociadora por un nuevo acuerdo constituyente -reunidos en el tercer piso del Senado en Santiago- cuando el diputado UDI Guillermo Ramírez tomó la palabra. Todas las fuerzas políticas estaban convocadas este viernes, otra vez, para seguir las tratativas para darle continuidad al proceso constituyente. El objetivo del día, si todo salía bien, era salir con algo concreto respecto de qué organismo será el árbitro de las bases institucionales.

Fue en medio de ese debate cuando el parlamentario gremialista comentó que, dado que no había piso político para que el árbitro fuera el Senado -tal como quería Chile Vamos- ni tampoco para que fuera la Corte Suprema -como lo venía proponiendo con fuerza Apruebo Dignidad-, por qué no mejor avanzar hacia un organismo especial conformado para tal efecto.

La idea que recogió Ramírez -la de un órgano ad hoc que fiscalice las 12 bases institucionales- ya se había puesto sobre la mesa semanas antes, pero esta vez el diputado la revivió para darle salida a un nudo que tenía entrampadas las conversaciones hace semanas.

Luego de proponerlo, el resto de los parlamentarios continuaron el debate. Siguieron compartiendo sus opiniones, cuando fue el presidente del Senado, Álvaro Elizalde (PS), quien ordenó la conversación. Elizalde ha asumido un rol de articulador entre el oficialismo y la oposición que ha sido valorado por todas las fuerzas políticas, tanto oficialistas como opositoras. Por lo mismo, asumiendo esa función, Elizalde les preguntó a los partidos presentes si estaban de acuerdo en cerrar el tema y acordar que el árbitro sea entonces una instancia ad hoc.

El senador socialista había escrito en un papel la frase exacta que resumía el acuerdo, se la leyó a los presentes y todos estuvieron de acuerdo en el planteamiento y dieron luz verde para salir a comunicarlo públicamente.

“Tras analizar las distintas propuestas formuladas por los distintos partidos y bancadas, se está planteando la creación de un órgano especialmente constituido al efecto que debe velar para que se cumplan las bases constitucionales, que no va a ser ni el Congreso, ni la Corte Suprema ni el Tribunal Constitucional, va a ser un órgano ad hoc. En la reunión de la próxima semana se van a recibir propuestas respecto de las formas de conformación, composición de este órgano así como la forma de su designación o nombramiento”, afirmó Elizalde desde la sala de lectura del Senado cuando la reunión ya se había terminado.

Luego fue Ramírez quien explicó un poco más de qué se trataba esta instancia. “La idea es que si durante la discusión del nuevo texto constitucional se sobrepasa alguno de los bordes o bases que hemos acordado aquí, va a haber un organismo a cargo de establecer si es que efectivamente se están transgrediendo las bases. Es decir, es un organismo que va a operar durante la discusión del texto constitucional”, comentó el diputado de la UDI.

De esta manera, entre los partidos también se desechó la idea de una “comisión de admisibilidad” que fiscalice los bordes, alternativa que surgió a inicios de semana.

Ganadores y perdedores

Antes de llegar a este punto en común, previamente el asunto se estuvo discutiendo entre dos opciones. Chile Vamos era de la idea de que el control de las bases institucionales era un asunto político, por lo tanto, tenía que ser la política la encargada de velar por su cumplimiento. Así, había dicho la derecha, el árbitro tenía que ser el Senado.

La idea encontró una fuerte oposición en Apruebo Dignidad. Para el Frente Amplio (FA) y el PC no había ninguna posibilidad de apoyar una idea que le diera el control a los mismos parlamentarios. Por eso fue que llegaron a la mesa negociadora con la idea de que el control de los bordes fuera judicial y lo hiciera el pleno de la Corte Suprema. A esta alternativa también se había sumado el Socialismo Democrático.

El FA de hecho llegó hoy a la reunión en el Congreso con la idea de seguir insistiendo en esta propuesta. “Nosotros hemos dicho que preferimos la Corte Suprema, que creo nos da garantías a todos los sectores (...) Si eso puede ser complementado con algún tipo de comité que revise las admisibilidades de las propuestas, no estamos cerrados en aquello”, dijo el senador y presidente de RD, Juan Ignacio Latorre, minutos antes de ingresar a la reunión. Una postura que también había tensionado en las horas previas la relación con el Socialismo Democrático.

De hecho, este jueves las coaliciones de gobierno se reunieron, por separado, para intentar destrabar las tratativas. Se espera, de hecho, que hoy ambos sectores se reúnan a las 17.00.

A la salida de la cita, Latorre aseguró estar conforme con el acuerdo del día. “Si bien preferíamos que fuera la Corte Suprema, eso no concitó acuerdo mayoritario, por lo tanto, nosotros no íbamos a insistir de manera obtusa. También teníamos muchos reparos con que el árbitro fuera el Senado y eso también se desechó. El espíritu de esta mesa de negociación política tiene que ser en que todas las partes vayamos cediendo”, dijo el timonel de RD.

En Chile Vamos también quedaron satisfechos. Más que aferrarse a la idea de que el control lo haga el Senado, su objetivo es que las bases no sean transgredidas tal como, dicen, fue lo que pasó con la Convención.

Las conversaciones van a seguir el jueves de la próxima semana. La tarea es que los partidos políticos lleguen con ideas concretas sobre cómo será la composición de esta comisión ad hoc, cuál será el perfil de sus integrantes y cómo serán designados. Todo eso, considerando que esta instancia será distinta al consejo de expertos que se tendrá que definir más adelante y que acompañará al órgano redactor. También deberán despejar en qué momento se hará el control de los bordes, si será posterior a la redacción del texto, si se hará antes de la redacción final, a requerimiento de partes o si la comisión podrá hacerlo de oficio.

Sobre esto último, la presidenta del Partido Socialista, Paulina Vodanovic, aseguró que “dada la experiencia que tuvimos con la comisión de armonización de la Convención, no somos de la opinión de esperar a que esté todo redactado”.

Pese a haber dado un paso más, en las fuerzas políticas sigue habiendo pesimismo. La razón apunta a que aún falta la gran batalla: el mecanismo. Eso, dicen, será lo más complejo de resolver y se postergará hasta más adelante, pese a que el tema se sigue abordando en reuniones privadas entre los partidos.

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