“No caigamos en el estéril debate de si somos woke o identitarias”: el íntimo mensaje de Orellana en encuentro feminista del Frente Amplio

Ministra Antonia Orellana

Pese a que no pudo asistir porque tuvo que trasladarse a la Región del Biobío tras el atentado en Cañete, la ministra de la Mujer compartió una carta en medio del proceso de unificación del bloque. “Pese a que siempre combatiré la idea espuria de que perdimos la Nueva Constitución por el feminismo (...), no logramos conducir efectivamente la energía feminista constituyente hacia una mayoría que aprobara los cambios”, aseguró.


Este sábado la ministra de la Mujer, Antonia Orellana (Convergencia Social), debió cambiar sus planes. Pese a que en su agenda estaba asistir a un encuentro feminista del Frente Amplio -en la sede del partido único en Esmeralda, Santiago-, luego del atentado en Cañete la secretaria de Estado debió partir a la Región del Biobío en su rol de secretaria de Estado del comité político.

De todas formas, la periodista hizo llegar un mensaje a las presentes que se reunieron en el marco del proceso de unificación, en el que todos los colectivos feministas del FA también se fusionarán en una sola plataforma que elegirá a su representante en las próximas elecciones internas.

No me encuentro con ustedes por estar con el Presidente Gabriel Boric y representantes de los tres poderes del Estado en la provincia de Arauco, donde el día de ayer fueron asesinados cruelmente tres carabineros: el sargento Carlos Cisternas, el cabo primero Sergio Arévalo y el cabo primero Misael Vidal. Los tres tenían hijos, de 10, 6 y 1 año, y cumplían labores en el COP de Los Álamos”, leyó, a nombre de Orellana, una de las integrantes del Frente Feminista de Convergencia Social -uno de los espacios más masivos de la colectividad-, hoy encabezado por Libertad Vidal.

La ministra profundizó en el crimen cuando aún no tenía todos los antecedentes del caso. “En momentos en que éticas crueles como la de quemar vivos hasta calcinar a otras personas se expresan en nuestro país, agradezco que nos reunamos para poder reflexionar respecto a nuestro proyecto político y empujarlo con más fuerza”, escribió en el mensaje, que terminó en el avión rumbo al Biobío.

La periodista entregó varias reflexiones, analizó logros e hizo una autocrítica. “Podemos decir con orgullo que el aumento de mujeres parlamentarias en el Congreso fue apalancado principalmente por el Frente Amplio, y lo mismo es aplicable a alcaldesas”, compartió. Y agregó: “Tanto el triunfo de nuestro Presidente como el rechazo a la Constitución republicana del 17 de diciembre nos muestran que introducir políticas feministas en la cancha grande de la política no es sinónimo de quedarse en un rincón de minoría”.

Eso sí, la secretaria de Estado las llamó a “examinar autocríticamente también nuestra construcción. Con frecuencia en los encuentros que sostengo con militancia en giras me encuentro con la frecuente queja de que los compañeros ‘no son feministas’. Queridas: no es la convicción moral de tener la razón la que nos hace avanzar, sino el convencer. Y hemos gastado demasiado tiempo de compañeras valiosas sosteniendo el trabajo orgánico y la promesa de una izquierda feminista en la interna. Mientras nos desvivíamos por protocolos y espacios seguros, nuestros compañeros acumulaban experiencia de dirección política y se postulaban a cargos de elección popular. Nos convoco a que compartamos esa carga del trabajo doméstico partidario con los varones y no trunquemos a compañeras con gran proyección por aquello. No tenemos tiempo de sobra”.

También recordó los fracasos electorales. “Debemos revisar también la primera vuelta y la dolorosa derrota del 4 de septiembre del 2022. Los uno porque creo que están vinculados. Al ver la composición con la que había quedado el Congreso debimos haber olido en el aire, como las compañeras del campo, que se venía una tormenta”, escribió. Y añadió: “Pese a que siempre combatiré la idea espuria de que perdimos la Nueva Constitución por el feminismo, ya que no hay ninguna evidencia, eso no obsta que revisemos autocríticamente (...), al igual que en el caso del mayo feminista del 2018, no logramos conducir efectivamente la energía feminista constituyente hacia una mayoría que aprobara los cambios. Por el contrario, el Rechazo ganó en las mujeres”.

En todo caso, Orellana centró su misiva en el análisis de su rol como ministra. “Desde la experiencia de dirigir la institucionalidad de género en el gobierno, me permito también reflexionar que una militancia que solo proponga acercarse a las mujeres desde el malestar con la desigualdad y el miedo a la violencia de género puede ser hacernos trampa en el solitario. La excesiva impugnación nos impide valorar que vivimos objetivamente distinto que nuestras abuelas y que tenemos un margen de libertad que ellas no tuvieron. La validación de la funa como primera opción y no como mecanismo de ultima ratio atenta contra la lucha de acceso a la justicia que tanto nos ha costado”.

Además, manifestó preocupación por la “brecha de opinión” en la percepción sobre igualdad de género entre hombres y mujeres. “A no ser de que queramos limitar nuestro proyecto político a las mujeres por los próximos 50 años, debemos abordar este problema”, planteó.

También abordó los análisis que ha leído sobre los hombres: “No quieren ser como sus abuelos o padres, pero tampoco quieren ser lo que el TikTok les muestra como la caricatura del ‘deconstruide’. Debemos desarrollar herramientas para incorporar a los varones en las luchas por la igualdad, y en eso juegan un rol central las políticas de corresponsabilidad”.

Para cerrar hizo una pregunta: “¿Qué son las feministas del Frente Amplio?”. Y ella misma respondió: “Somos militantes de izquierda. Somos feministas”.

En esa línea, agregó que “no caigamos en el estéril debate de si somos woke o identitarias. Trabajamos porque los proyectos de izquierda incluyan a la totalidad del pueblo, a esa mitad del pueblo que somos las mujeres. Somos feministas socialistas y creemos en la plena participación política y social de las mujeres, en su plena humanidad y derecho a la libertad sexual, económica y política. No caemos en lo que la feminista chicana Elizabeth Martínez llamaba las olimpiadas de la opresión, donde quien cumple más checks de experiencias de opresión lidera. No queremos ser víctimas de un sistema sino constructoras y protagonistas del cambio”.

La secretaria de Estado hizo alusión a no caer en que si son woke, justo en momentos en que hay sectores que han instalado el concepto -el que ha ido evolucionando y que actualmente, según algunas de las interpretaciones, se usa para hablar de alguien políticamente liberal o progresista (en cuestiones de justicia racial y social), de un modo que se considera poco razonable o extremo-.

De hecho, hace unos días el abanderado de los republicanos, José Antonio Kast, acusó al Ejecutivo, en el marco de una conferencia en Hungría, que “en Chile estamos gobernados por un Presidente ‘woke’”.

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