No pagaban arriendo ni cuentas básicas: Shakira Tower I, la historia del edificio desalojado hoy en Santiago Centro
Carabineros y personal judicial y de la Municipalidad de Santiago desalojó 11 departamentos del inmueble ubicado en Conferencia con Toesca y que hace tres años estaba tomado.
El ambiente estaba agitado esta mañana en la calle Conferencia, en Santiago, a cinco cuadras del bullicio característico de barrio Meiggs. ¿La razón? A las 6.00 Carabineros realizó un masivo desalojo en el edificio “Shakira Tower I”, un inmueble que había sido adquirido en 2019 por Juan Valenzuela, un empresario de la Región Metropolitana, pero que hace tres años se encontraba tomado, en su mayoría, por personas extranjeras.
Así, lo que había empezado como un negocio familiar para arrendar los seis pisos (36 departamentos), pronto terminó en una pesadilla. Con la llegada del estallido social, personas se tomaron el edificio y comenzaron a realizar subarriendos de manera ilegal en el sector: sin cobrar ni pagar arriendo. Pero la alerta se despertó en los vecinos de calle Conferencia con Toesca cuando comenzaron a notar ruidos molestos, prostitución, tráfico de drogas, alcohol y uso de armas que venían del edificio, según relatan distintas fuentes.
José (80) lo sabe bien. Hace 50 años que reside en la ex sede del Sindicato de Planificación, ubicado al frente de “Shakira Tower I”, y desde el comienzo de la ocupación del edificio ha evidenciado cómo este “se ha convertido en un hoyo de mala muerte. Durante el día uno ve que todo está tranquilo, todo normal; como una residencia cualquiera. Pero lo malo llega en la noche, alrededor de las 20.00 horas. Ahí empieza la música, los parlantes en las ventanas; llegan autos sin patente; entra y sale gente y hace unas semanas se pusieron a pelear con armas en la entrada. Eso se ha normalizado por acá”, relata.
Las denuncias constan en Carabineros, en el 133 de llamadas telefónicas. En esas denuncias se hablaba de violencia, uso de armas de fuego y circulación de droga.
La madrugada de este jueves Carabineros acudió al edificio junto a la receptora judicial de Santiago, Sara Gormaz, para iniciar la notificación a 11 departamentos que serían desalojados en esta primera intervención. Así, alrededor de las 9.30, la cuadra ya se encontraba copada de camas, veladores, mesas y montañas de bolsas que en su interior guardaban prendas de vestir y otros artículos.
El desalojo fue programado y planificado hace meses, según comentó a La Tercera PM el teniente coronel y subprefecto de los servicios de la prefectura central de Santiago, Róbinson Villarroel, encargado de desarrollar la intervención junto a más de 30 carabineros de la zona.
“Desde hace un tiempo a la fecha nace un requerimiento por parte de los propietarios del edificio y por medio de un abogado, quienes hacen sus trámites correspondientes en los juzgados civiles y estos les dan la orden para que pueda existir desalojo de este inmueble. Frente a esto, hubo 11 órdenes de desalojo. Estas personas fueron notificadas con anterioridad. Ahora sólo tenían que hacer abandono del inmueble. Están todas las instancias legales y reglamentarias aplicadas y esta es la última instancia donde tienen que desalojar sí o sí”, explicó.
Para que los departamentos no fueran copados otra vez, personal de la policía uniformada soldó cada una de las puertas de acceso. “La jornada estuvo tranquila y la gente cooperó con nosotros. Esto no es nada de lo que esperábamos. Teníamos el temor de que la gente reaccionara mal o con violencia. La intervención fue un éxito”, recalcó la receptora judicial.
Pronta reubicación
Durante las cinco horas que duró el operativo, las autoridades cercaron la calle donde se ubica el edificio “Shakira Tower I”, generando así un corte de tránsito para que los camiones municipales -que acudieron a la zona para ayudar con la desocupación- pudiesen sacar los bienes personales de la vía pública. En la instancia trabajaron personal de Carabineros, funcionarios de la Municipalidad de Santiago, 14 inspectores municipales, cuatro vehículos, cuatro motocicletas y cuatro camiones para retiro de enseres.
Entre los desalojados hay familias completas, con sus hijos, algunos recién nacidos, otros ya mayores. Esperaron junto a sus camas y juguetes, mientras el equipo municipal de emergencia social se acercaba a ellos para solicitar sus datos personales y gestionar una reubicación.
Adriani (27) fue una de las personas que quedó a la deriva. Ella junto a su marido y su hija de dos años llegaron desde Venezuela en búsqueda de una mejor situación económica. Ya en Santiago, recuerda que un “compadre” le comentó que había un departamento tipo estudio disponible para arriendo, a pasos de barrio Meiggs, por $ 200 mil.
“En ese tiempo estábamos desesperados y accedimos porque necesitábamos un lugar donde vivir. Pagamos el primer mes al compadre y ya el segundo mes no nos cobró más. Eso nos llamó la atención, pero nunca nos sacaron del departamento; teníamos luz y agua, entonces fue cómodo para nosotros”, sostiene la joven, mientras se apoya en su carrito de empanadas venezolanas que Carabineros sacó a la calle.
Según el teniente coronel Villarroel, la mayoría de los 11 departamentos intervenidos estaban siendo ocupados por familias y personas extranjeras, principalmente por venezolanos y peruanos. “A ellos se les prestará el apoyo para que puedan irse a otra residencia y no queden en la calle. La municipalidad les ha generado las redes de apoyo para no vulnerarlos. Es más, el municipio hoy dispuso de 30 trabajadores para que ayuden a bajar y cargar sus pertenencias en camiones”.
El comienzo de la pesadilla
La toma del edificio fue evidenciado en octubre de 2022, luego de que un reportaje de CHV denunciara cómo un grupo de desconocidos se tomaron los seis pisos del inmueble, que hoy había sido convertido en un nido de delitos relacionados a las drogas, estafa y prostitución.
Todo comenzó cuando Juan Valenzuela, propietario de una inmobiliaria familiar, compró el edificio en 2019 para arrendar los 36 departamentos que se reparten dentro de la torre. Sin embargo, el plan no prosperó, pues con el estallido social las dependencias fueron ocupadas de manera ilegal y bajo violencia. Es más, hasta la fecha la Municipalidad de Santiago había tratado de recuperar la zona, pero la gran seguridad interpuesta por los residentes del edificio lo hizo imposible: las entradas a cada departamento se encontraban en su mayoría blindadas y soldadas con rejas protectoras.
En su momento, Valenzuela comentó que la mayoría de las personas que habitaban el edificio lo hacían de forma “gratuita”, aunque habría una especie de líder que a veces cobrara arriendos, lucrando sin ser el verdadero dueño del inmueble.
El abogado representante del dueño del edificio, Luis Cole Gormaz, indicó que una de las personas que arrendaba uno de los departamentos, comenzó a subarrendar los otros inmuebles; sin embargo, cuando los habitantes se percataron de la situación irregular, nadie pagó arriendo nunca más. Así tampoco los servicios básicos, lo que desembocó en un costo millonario que tuvo que ser asumido por el dueño.
A raíz de lo anterior, el dueño del edificio presentó una demanda civil, la que desembocó en el desalojo del “Shakira Tower I”.
A través de sus redes sociales, la alcaldesa de Santiago, Irací Hassler (PC), celebró la intervención: “Los inmuebles tomados con comisión de delitos, es uno de los problemas más graves que enfrentamos. Hemos denunciado 85 casos a Fiscalía y estamos revisando cada caso, junto a las policías y Fiscalía, avanzando en investigaciones, desalojos e inhabilidades en dichos recintos. Vamos a seguir priorizando y trabajando estas acciones porque sabemos que son uno de los problemas más sentidos por nuestros vecinos y vecinas. Siempre en la línea de que cada institución cumpla su rol”.
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