“Nos da la oportunidad para pasar a la ofensiva”: El reservado balance posplebiscito del partido del Presidente Boric
Este jueves, la directiva de Convergencia Social distribuyó a su dirigencia un texto privado en el que plantean su balance tras el triunfo del "En contra". En él sostienen que, más allá del llamado a los acuerdos, al momento de defender las propuestas del sector se abre la posibilidad de incorporar a la DC al oficialismo. Además, lanzan un dardo al Socialismo Democrático por buscar atribuirse el triunfo del 17-D en base al impacto de la vocería de la expresidenta Michelle Bachelet.
“La victoria del ‘En contra’ nos da una oportunidad para pasar a la ofensiva en la disputa cultural por las ideas, cuestión que continúa con más fuerza luego del cierre de las campañas. Debemos ser capaces de sostener la estructura del comando para empujar respuestas conjuntas en lo comunicacional y territorial, que nos permita disputar ciertos valores en el debate público (solidaridad, distribución, etc.). Habrá que profesionalizar estas tareas”.
El anterior párrafo explicita uno de los pasos propuestos por la directiva de Convergencia Social, liderada por el diputado Diego Ibáñez -el partido más influyente del Frente Amplio y en el cual milita el Presidente Gabriel Boric- en un documento privado donde se analiza el escenario político y sugiere un camino a seguir para el gobierno tras el contundente 55,7% que consiguió el “En contra” sobre la opción “A favor” (44,2%) en el plebiscito constitucional del 17 de diciembre.
El documento al que tuvo acceso La Tercera PM se denomina “Primer análisis de coyuntura post 17D“, y fue entregado este jueves solo a la dirigencia del partido. En el texto de cuatro páginas, la directiva de Ibáñez plantea que “los resultados permiten mantener abierto –institucionalmente– el ciclo de cambios para el gobierno, sus fuerzas políticas y los movimientos sociales que se han formado durante la última década”.
Sostiene, además, que la elección constituye “un punto de inflexión para nuestro sector. El Frente Amplio y Convergencia Social deberán construir una estrategia ofensiva que haga posible una salida progresista al malestar social aún vigente, recuperando el valor de nuestro programa”.
El análisis interno de CS es coherente con las señales que ha dado el gobierno tras el proceso constitucional, que ha buscado retomar sus propuestas programáticas y ha presionado a la oposición a que se allane a buscar entendimientos frente a sus propuestas de reforma previsional y pacto fiscal, entre otras.
“El resultado de estas elecciones implica que el marco constitucional sigue siendo la Constitución Política de 1980, desde donde tendremos que avanzar en transformaciones relevantes, pese a los cerrojos institucionales que aún perduran. Así, para cumplir con la agenda de transformaciones sociales del gobierno del Presidente Boric (como es la reforma previsional, el pacto fiscal, etc.) tendremos que saber construir mayorías en el actual Parlamento y con las actuales reglas. Queda pendiente reflexionar sobre las reformas políticas que se quieran empujar, como son el sistema político, ley de partidos, iniciativas populares, etc.”, añade la colectividad en su análisis.
¿Incorporar a la DC?
El diagnóstico del partido que lidera Diego Ibáñez también apunta a que la derecha hoy experimenta una disputa interna entre Chile Vamos (ChV) y Republicanos que -augura- se extenderá hasta las presidenciales. “La UDI ve su existencia amenazada ante la ofensiva de Republicanos, lo que la tensiona a no abandonar el nicho conservador y a negarle toda reforma al gobierno. RN se mantiene tensionado internamente, pero con mayor apertura a los acuerdos (por ejemplo, se allanaron al seguro social en materia de pensiones). En esta lectura es importante considerar que Evópoli ha perdido toda posibilidad de renovar a la derecha y proyecta su alianza con Demócratas y Amarillos”, sostienen.
En ese escenario -aseguran- es clave la unidad oficialista y en particular de los partidos del Frente Amplio que componen la base de apoyo del Presidente Boric. En el partido evalúan positivamente la unidad del oficialismo en el comando del “En contra”. “La unidad en la acción permitió que el plebiscito no se tratara de aprobar o desaprobar al gobierno y al presidente, cuestión central en la estrategia de campaña. El rol y posición de la DC en este escenario es concordante con la línea oficialista, lo que permite preguntarse de manera real la incorporación de la DC en el gobierno y así sellar la ruta de los próximos dos años”, plantea.
La vocería de Bachelet y Vidal
Aunque Convergencia Social recoge que en el proceso electoral hubo una mirada común, sí desliza una crítica al Socialismo Democrático por atribuirse parte del triunfo. En ese marco alude a la influencia que tuvieron en el resultado las vocerías de la expresidenta Michelle Bachelet, que apeló a los supuestos perjuicios para las mujeres de la propuesta constitucional.
“La disputa por quién gana más está abierta: en el Socialismo Democrático hay vocerías que tienden a atribuir la victoria a su sector (Bachelet y Vidal), ‘a pesar’ del Frente Amplio”, por lo que debemos empujar con fuerza nuestra posición (y nuestras vocerías) en el nuevo cuadro político”, afirman.
Además de pasar a la ofensiva, Convergencia Social sostiene que “es importante aprovechar el momento del llamado al diálogo y los acuerdos para empujar nuestra propia agenda, evitando afirmaciones vacías sobre el consenso político. Aquí la reforma de pensiones es un buen punto de partida, posicionando valores como la solidaridad, la lucha de las mujeres, el abuso de las AFP y la distribución de riquezas”.
“Una primera tarea es posicionar la victoria del “En contra” como una derrota de las ideas conservadoras”, dice también el texto.
“Cerrado el proceso constituyente, el gobierno se convierte en el centro del debate. Por lo mismo, este plebiscito es un punto de inflexión desde donde mejorar la gestión, evitar errores no forzados y proponer abiertamente a la ciudadanía nuestros bordes programáticos, con la audacia de negociar y lograr cosas concretas. En definitiva, sugerimos al gobierno adoptar una estrategia mucho más ofensiva, sin perjuicio de los puentes que debemos sostener para lograr avances materiales que se conviertan en su legado. Los avances materiales son clave en momentos donde el “empate catastrófico” nos puede arrastrar a una crisis más profunda de la democracia. El Frente Amplio debe fortalecer una agenda que demuestra que no es de nicho o “identitaria”, sino que son factores movilizadores que debemos mantener en alto y que explican una parte importante de la victoria del “En contra”, agrega el documento privado.
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