Nueva crisis en el gobierno de Boris Johnson: diputado dimite a cargo en el partido por escándalo sexual
Christopher Pincher, encargado de la disciplina de voto parlamentaria de los diputados conservadores, dimitió tras ser acusado de tocamientos en estado de embriaguez a dos hombres en un club privado del centro de Londres.
Los escándalos siguen en el gobierno de Boris Johnson, que por poco sigue en pie después del conocido “partygate”, las fiestas realizadas en Downing Street mientras todo Reino Unido estaba encerrada en uno de los momentos más críticos de la pandemia. Esta vez la polémica no tocaba directamente el primer ministro, pero sí a un miembro de la Cámara de los Comunes que pertenecía al partido oficialista.
Se trata del conservador Christopher Pincher, que en una carta renunció al cargo de “Deputy Chief Whip”, o encargado de la disciplina de voto parlamentaria en la bancada, luego de que se supiera que hace unos días en una fiesta había realizado tocaciones en estado de embriaguez a dos hombres en un club privado del centro de Londres.
Por el momento, seguirá ejerciendo como diputado del Partido Conservador, pero hay peticiones de expulsarlo de la agrupación política y de realizar una investigación interna al respecto. En una carta, Pincher admitió haber “bebido demasiado” y “avergonzar a sí mismo y a otros”.
En una breve carta dirigida al primer ministro, firmada este jueves, el diputado conservador Christopher Pincher renunció a su cargo partiendo con estas palabras: “Anoche bebí más que demasiado, me avergoncé a mí mismo y a otras personas, lo que es lo último que quería hacer y por lo cual me disculpa ante ti y aquellos involucrados”. En esos términos, el parlamentario renunciaba como “deputy chief whip”, dejando en claro en el párrafo que continuaría ofreciendo su completo apoyo al gobierno desde las “bancas traseras” del Parlamento.
Pincher estaba en el bar de un club privado, el Carlton Club, cuando se dice que habría asaltado sexualmente a otros dos invitados hombres, presentes en el evento. Según el diario The Sun, muchos diputados conservadores fueron a la oficina de su bancada en el Parlamento, a quejarse por el comportamiento de Pincher.
Por su parte, la BBC señaló que docenas de personas estaban presentes en la pequeña sala de un bar, en el club privado, entre cuales estaban otros diputados, ministros, personal del club y personas que trabajaban en relaciones públicas.
Esta sería la segunda vez que Pincher, diputado desde el año 2010, ha tenido que renunciar a un puesto en la bancada conservadora debido a acusaciones de índole sexual. En 2017, el exremero olímpico y activista conservador Alex Story, acusó a Pincher de habérsele insinuado vestido con una bata de baño, como un “Harvey Weinstein de tienda barata”.
Según el exatleta, Pincher habría intentado desabotonar su camisa, masajeó su cuello y le susurró “vas a llegar lejos dentro del Partido Conservador”. Esa vez, el diputado también renunció al cargo que tenía en el partido, junto con dejar constancia de lo ocurrido con la policía, señalando que lo mencionado por Story habría ocurrido en su casa el 2001. Luego de una investigación del partido, Pincher fue absuelto de irregularidades en esa ocasión.
La renuncia de Pincher llega en una semana complicada para Boris Johnson, que se enteró de toda esta situación al volver de la Cumbre de la OTAN, que tuvo lugar en Madrid y duró hasta el jueves. Además de las presiones que quieren al diputado fuera del partido, Johnson también tiene que encontrar un presidente para los conservadores, luego de la sorpresiva renuncia de Oliver Dowden, después de la derrota “tory” en dos elecciones que tuvieron lugar la semana pasada.
Este no es tampoco el primer escándalo similar que ha vivido el gobierno liderado por Boris Johnson: en abril, luego de que el diario The Sun revelase que el diputado Neil Parish había sido sorprendido viendo pornografía en la sala de la Cámara de los Comunes, este renunció. Otro diputado había sido detenido como sospechoso de violación, y posteriormente puesto en libertad bajo fianza, mientras que un exdiputado fue condenado en mayo a 18 meses de prisión por agredir a sexualmente a una niña de 15 años.
Luego de que el caso de Chris Pincher se diera a conocer, las diputadas tories Caroline Nokes y Karen Bradley se pronunciaron, señalando que el diputado debería perder su membresía en el partido, junto con enfrentar una investigación al respecto. En una carta al jefe de los whips, Chris Heaton-Harris, las diputadas señalaron que la colectividad necesita adoptar un enfoque de “tolerancia cero” frente a acusaciones como estas, y que tiene que haber una investigación ardua para cada caso.
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