Ofensivo e intolerante con las fallas: el estilo de Santiago Escobar, el técnico que debe resucitar a la U
El estratega colombiano tendrá que ocupar su estilo para levantar a una escuadra que estuvo a minutos de perder la categoría. Producto de la escuela antioqueña, que tiene como principal referente a Francisco Maturana, quienes lo conocen hablan de su predilección por el buen trato del balón y de un liderazgo cercano, pero firme ante los eventuales incumplimientos.
Santiago Escobar tendrá que apelar a lo mejor de su repertorio para mejorar la imagen de Universidad de Chile. El técnico colombiano, quien llega avalado por un extenso currículo en su país, en Venezuela y en Ecuador, cuenta con una ventaja: prácticamente, solo tiene espacio para mejorar. En la última temporada, los azules estuvieron a minutos de perder la categoría, por lo que prácticamente todo lo que haga sumará. Sin embargo, el estratega también tendrá que convivir con la presión que implica reinstalar a uno de los grandes del fútbol chileno en el sitial que le reclaman sus miles de hinchas.
Quienes han estado cerca de Sachi, como lo conocen en su país natal, apuestan porque su capacidad le permitirá salir airoso de un desafío que, necesariamente lo obligará a reverdecer laureles ya añejos. El último título lo consiguió en 2011, en la banca de Atlético Nacional de Medellín. Antes, se había coronado con Estudiantes de Mérida, en 2001, el mismo Nacional en 2005 y Bolívar en 2010. Esa producción fue sucedida por buenas campañas, pero sin vueltas olímpicas en escuadras como Once Caldas y La Equidad, en su país, Táchira en Venezuela y Universidad Católica, en Ecuador.
En todas sus gestiones, Escobar, hermano de Andrés, el ex seleccionado cafetalero asesinado después de convertir un autogol en el Mundial de Estados Unidos 1994, ha dejado un sello. El origen de su ideario futbolístico hay que buscarlo en una de las principales referencias que ha arrojado el fútbol cafetalero en su historia: la escuela antioqueña, cuyo principal referentes es Francisco Maturana y que también suma otros nombres rutilantes como Hernán Darío Gómez y Luis Fernando Suárez. Al nuevo técnico de la U se le sitúa con propiedad como uno de los discípulo de Pacho, gestor de una de las principales generaciones del fútbol de ese país, con referencias como Carlos Valderrama, Bernardo Redín, Faustino Asprilla y Leonel Álvarez, por citar a algunos.
El 10 y el respeto no pueden faltar
La pizarra de Escobar denota claramente la influencia de un estilo que se arraigó en el fútbol cafetalero. En sus escuadras, suele utilizar como base el sistema 4-3-3, siempre con un volante ofensivo bien marcado. En Ecuador también utilizó el 4-2-1-3 y el 4-5-1, dependiendo de las dificultades que ofreciera el rival. En cualquier caso, el encargo siempre fue el mismo: hacer circular adecuadamente el balón, actuar agrupadamente y llegar en buen número al área rival. Y en todas aparece la referencia de un elemento clave para el funcionamiento: un 10 bien definido.
“Todos los partidos los prepara de una forma diferente . Es un técnico proactivo, que quiere que sus equipos sean protagonistas a través de la tenencia y de la movilidad. Tiene preferencias en cuanto a su estilo, pero conversa mucho con sus jugadores, no se cierra a una idea”, destaca el volante Facundo Martínez, a quien Escobar dirigió en la UC ecuatoriana.
El mediocampista nacido en Uruguay, pero nacionalizado ecuatoriano, da pistas, también de la forma en que el flamante estratega universitario se conduce frente a su plantel. “El primer aspecto que destacó es su don de gente . Trata de la misma manera al portero del complejo como al presidente. Lo mismo con el plantel de jugadores y con el periodismo. Siempre es muy cordial y respetuoso. Después, para la convivencia, es muy claro con ciertos aspectos. No le gusta las faltas de respeto, que se llegue tarde a los entrenamientos ni a las charlas. Al comienzo de los ciclos dicta las pautas normales. Y no acepta que alguien se salga de ellas”, insiste Martínez. “Es muy ameno, de mucho diálogo individual y grupal. Eso sí, no le gusta que le fallen. Para él, lo grupal está sobre lo individual”, agrega.
Las ideas las transmite con convicción. “Es un apasionado, está todo el día enfocado en su trabajo. Generalmente, intenta que sus equipos tengan su ADN, el juego de posesión y posición . Le gusta mucho ser protagonista”, añade el volante.
“Es muy ofensivo, un suicida. Le gusta tener y tratar muy bien la pelota, que el equipo vaya hacia adelante. Y le gusta siempre tener equipos muy bien armados. Para mí, es un entrenador de buenos procesos. Le gusta mucho mantener la disciplina. Es obsesivo con eso. Le gusta mantenerla tanto afuera como dentro de la cancha. Será un gran aporte para la U, porque hace ver bien a sus equipos, juega bonito y siempre va a pelear por algo. Dependerá de los jugadores que tenga. Es súper exigente y eso a veces no le gusta al jugador, pero saca lo mejor de cada uno. Es un ganador”, complementa el zaguero Yúber Mosquera. En su definición también aparece un concepto que para los azules resultará familiar. “Le gusta someter al rival”, manifiesta.
El aval del maestro
Maturana avala la llegada de Escobar a la escuadra laica desde distintas perspectivas. “Más allá del entrenador, desde el ser humano fantástico. Desde que tuve la oportunidad de estar cerca y poderlo conocer, no he podido dejar de respetarlo y admirarlo. Acá en Nacional, donde jugó y dirigió, siempre tiene las puertas abiertas. Para mí, la llegada a Universidad de Chile es una linda posibilidad desde lo humano y lo profesional”, contesta Pacho a El Deportivo.
Sin profundizar en la propuesta, el ex seleccionador colombiano prefiere evaluar su llegada a los azules desde la convicción institucional al contratarlo. “Respeto a todos los entrenadores y pienso que cada club tiene su perfil y que si fue elegido debe ser después de un análisis. Los entrenadores no son dueños de un modelo. Son los jugadores con que cuenta los que le dan sentido a su trabajo”, sostiene, dando una señal respecto de que los azules tendrán que fortalecerse buscando los futbolistas idóneos para la fórmula que el nuevo estratega pondrá en práctica.
Una certeza entrega Maturana, al menos desde su perspectiva: Escobar es un técnico que sabe ser protagonista. “Siempre lo ha sido. No debería haber problema. Seguro que eso lo sabe la junta directiva y armarán un equipo para esos efectos. En Nacional estuvo a la altura de la historia del club”, sentencia.
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