100 días de operación, 15 mil litros de capacidad y US$ 6 millones de costo: el avión Hércules C-130 que combatirá los incendios forestales

“Estamos mejor preparados que años anteriores”.

Así de concreto y tajante fue el Presidente Gabriel Boric este miércoles, cuando junto a la Corporación Nacional Forestal (Conaf) y el ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, anunció la llegada del avión Lockheed Hércules C-130 destinado a combatir en la temporada de incendios, que hasta la fecha mantiene en alerta roja a la provincia de Marga Marga, en Valparaíso, y tres Amarillas para comunas y provincias en las regiones de Valparaíso, O’Higgins y Metropolitana, afectación que hasta la fecha, según el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred), ha dejado más de 15 mil hectáreas quemadas, un fallecido, 18 lesionados, 20 viviendas destruidas y 15 damnificados. Eso, claro, sumado al recuerdo del ya crudo pasado verano.

Frente a ese escenario es que la llegada de la aeronave se da en un momento clave y, esta vez, anticipado, puesto que en la temporada anterior de incendios el avión MD-87 Aero Tanker (que combate actualmente las emergencias en el país) arribó cuando la emergencia ya estaba desatada.

El “Hércules” tiene presupuestado iniciar sus actividades el próximo 15 de diciembre (el año pasado lo hizo el 22 de diciembre) desde la que será su base de operaciones -aeródromo María Dolores, en Los Ángeles- y contará con una operación de 100 días corridos y 120 horas de vuelo. Asimismo, la aeronave cuenta con una capacidad de carga de aproximadamente 15.000 litros, para agua, supresores y/o retardantes. En total, podría volar cuatro horas seguidas.

El avión, además, cuenta con gran velocidad y tiempo de respuesta, sumado a una alta capacidad de descarga. Asimismo, su computadora de combate le permitirá configurar distintos tipos y cantidades de lanzamientos. La nave ya ha combatido en tres temporadas anteriores (2020-2021, 2021-2022 y 2022-2023) como parte de los recursos desplegados por Conaf.

De esta manera, Chile contará por primera vez con dos aviones tanqueros de gran capacidad como flota permanente de Conaf para una temporada de incendios. Según información entregada por Presidencia, la operación de ambos aviones será financiada con recursos públicos provistos en el presupuesto de fortalecimiento asignado en función del Plan de Estado Preventivo de Emergencias Forestales Temporada 2023-2024. Solo el avión “Hércules” tiene un contrato de US$ 5.890.500 con la empresa canadiense Coulson Aviation, la que en alianza con Brysa/High Fly participaron en el concurso de licitación.

“Hoy lo tenemos desde mucho más temprano y con financiamiento público, actuando ahí donde se necesita con urgencia. Y el segundo avión es el Hércules (...) lo estamos recibiendo desde Estados Unidos e iniciará sus operaciones los próximos días desde la Región del Biobío”, expresó esta mañana el Mandatario, quien aseguró que el escenario de incendios actual “no nos toma por sorpresa y estamos mejor preparados que en años anteriores”.

Las características también fueron valoradas desde Conaf, quienes son los principales encargados de combatir incendios forestales. Así lo expuso el gerente de Prevención de Incendios de la corporación, Pablo Lobos, quien sostuvo que en el último tiempo los eventos extremos de incendios han tomado un mayor protagonismo.

“El robustecimiento sostenido de nuestros recursos terrestres y aéreos, en concordancia con la nueva institucionalidad en materia de riesgo y desastre, ha permitido una rápida respuesta a los incendios, logrando a la fecha controlar el 92%, que no superan las 5 hectáreas, disminuyendo así la afectación y pérdida humana, económica y ambiental”, afirmó.

Pero además del Hércules, fruto de su llegada, también se dio cuenta de parte del equipamiento disponible para una nueva temporada de altas temperaturas, destacando el mayor número de aeronaves y brigadistas.

Por ejemplo, se señaló que en 2022 se contó con 63 aviones para combate; en 2021, con 61, y 2020, con 53. Hoy son 73 aviones públicos, además de los privados que se puedan organizar a través de Corma. Cabe mencionar también que se pasó de 2.100 brigadistas a 3.100, y de 178 a 205 personas trabajando en funciones de prevención.