¿Otra de Daniel Urrutia?: un padre denunció que fue separado de su hijo luego que el juez fallara a favor de cliente de una abogada que es su amiga

22 de Enero del 2020/SANTIAGO
El juez Daniel Urrutia habla sobre los alcances del caso contra el Estado de Chile tras audiencia protocolar con el Presidente de la Corte Suprema, donde el próximo 30 de enero se llevara a cabo en San Jose de Costarica, la audiencia publica ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
FOTO: Jose Francisco Zuñiga/AGENCIAUNO
FOTO: Jose Francisco Zuñiga/AGENCIAUNO

El padre del menor de edad presentó un recurso para decretar ilegal la decisión del cuestionado juez Daniel Urrutia, quien -según señala el escrito- decretó la medida pese a que la abogada de la madre del niño es hermana de un amigo del magistrado, con quien incluso compartiría domicilio. Además de eso, se exponen los malos tratos, sin provocación, que habría realizado Urrutia en contra del imputado, a quien hasta amenazó con "encerrarlo en el calabozo" mientras durara la audiencia.


Por estos días hay un nombre que se repite en los pasillos del Poder Judicial: Daniel Urrutia. Y es que el juez del Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago está en el “ojo del huracán” luego de que decretara una serie de beneficios para reclusos de la Cárcel de Máxima Seguridad, entre los que se encuentran miembros del Tren de Aragua.

Durante los últimos días el magistrado, que antes ya había sido sancionado por “autoasignarse” y liberar a miembros de la primera línea el 2019, ha sumado otras polémicas decisiones. La última de estas es que entre los mismos beneficiados del penal de alta seguridad autorizó que Rafael Marín recibiera una “visita íntima” de su pareja. Sin embargo, ese detenido por narcotráfico, según dio a conocer Ex-Ante, comparte abogado con el propio magistrado. Se trata de Carlos Quezada, quien lo ha patrocinado y defendido en tribunales en diversas ocasiones.

En medio de ese contexto, según pudo conocer La Tercera, durante los últimos días un padre ingresó un recurso de amparo en contra de una decisión de Urrutia, denunciando graves ilegalidades al ordenar una serie de medidas cautelares en una causa de violencia intrafamiliar (VIF) en favor de una madre, quien tiene como abogada a una amiga del magistrado. Todo esto en medio de una tensa audiencia en la cual, sin mediar provocación, el juez incluso trató mal al imputado, quien decidió presentar un requerimiento extraordinario para que sus superiores de la Corte de Santiago intervengan.

La causa en cuestión

El origen del más reciente emplazamiento a Urrutia comienza a mediados de mayo del 2023, cuando K.E.M.J., una abogada y funcionaria del 1º Juzgado de Garantía de Santiago, presentó una querella en contra de su expareja y padre de los tres hijos que tienen en común, F.I.H.M., por diferentes delitos de violencia intrafamiliar. Según consta en amparo ante el tribunal de alzada, dicha acción judicial se ingresó el mismo día que un tribunal de familia -que revisaba la causa de separación del matrimonio- dictaminó que el progenitor debía quedarse con la custodia de uno de los tres hijos de la pareja, un niño de 11 años.

Juez Daniel Urrutia. /Foto: AgenciaUno.
Juez Daniel Urrutia. /Foto: AgenciaUno.

En la querella presentada por la madre del menor de edad se solicitaba, entre otras cosas, que se decretara la medida cautelar de prohibición de acercamiento del hombre a ella y los hijos, pese a la decisión del tribunal de familia. En una audiencia dicha medida fue acogida y comenzaría una nueva etapa judicial que involucra al juez Urrutia, y en el que se lo acusa de haber actuado contra la ley.

Y es que la mujer que se querelló en contra de su expareja era representada por la abogada Emilia Millán, quien -según se acusa en el amparo- tiene una estrecha relación de amistad con el juez Urrutia, quien no se habría inhabilitado en la causa al conocer estos antecedentes.

Para dar contexto, en el amparo se detallan una serie de falencias en el proceso judicial. Lo anterior, ya que las cautelares se decretaron sin que F.I.H.M. fuera formalizado por el Ministerio Público. Es decir, se le prohibió acercarse a su hijo solo por el hecho de que su exesposa presentara una querella. Tras esto en el proceso, cuestiona el padre, han existido una serie de audiencias en las cuales se le han mantenido las medidas en su contra, incluso se han ido agravando, y es justamente aquí donde entra al ruedo el rol del magistrado Urrutia.

“Mostró falta de criterio”

Una serie de recursos y diferentes acciones judiciales emprendió la defensa del hombre en contra de quien existía la medida cautelar de protección en favor de su exesposa e hijos. Por lo mismo, y debido al tiempo que había transcurrido en la causa, es que se citó a una audiencia el 17 de enero, en la cual se debían discutir una vez más estas medidas cautelares.

Fue entonces que dicha audiencia fue encabezada por el juez Daniel Urrutia, quien en una tensa sesión mantuvo la medida de alejamiento, ya que -según señala el recurso de amparo- “a su juicio” seguía todo vigente. Pero además de eso el magistrado fue más allá y ordenó que el padre del menor de edad no solo no debía estar con él, sino que también debía abandonar el hogar que compartía con el niño de 11 años, convivencia que había sido visada por el propio tribunal de familia. Además de extender las prohibiciones a comunicarse con él y el resto de sus hijos. Lo aisló completamente.

Daniel Urrutia

“El magistrado Urrutia, mostrando una absoluta falta de criterio en este caso, ni siquiera se cuestionó si la abuela paterna que vive con el niño es o no autovalente, ni siquiera se cuestionó todo lo expuesto en audiencia respecto de la documental acompañada, en cuanto a que: el menor de edad ya fue escuchado por el Centro de Medidas Cautelares de Santiago (perteneciente a los tribunales de familia), quien decidió dejarlo con el padre el 19 de mayo de 2023; que ha pasado más de un año desde que el niño vive con el padre bajo su cuidado personal”, se lee en el recurso ante la Corte.

En el mismo documento presentado por el abogado de F.I.H.M. se da cuenta que la actitud del juez Urrutia los llevó a investigar un poco más de lo que había pasado en aquella audiencia, logrando deducir -según los antecedentes- que el juez tenía cercanía con la abogada querellante Emilia Millán, quien es hermana de Jaime Millán, amigo del magistrado Urrutia y con quien incluso compartirían dirección de residencia.

Además de eso, en el recurso se sostiene que la abogada y su hermano -amigo de Urrutia- son hijos de la jueza Karen Muñoz, quien trabaja en el mismo tribunal que su excónyuge; es decir, todo se habría orquestado para favorecer a la mujer pasando por alto las resoluciones dictaminadas por un tribunal con competencias en asuntos de familia. En breve, se usaron las facultades penales para alejar a un hijo de su padre.

Voluntario o por la fuerza

El motivo por el cual la defensa del imputado en esta causa de VIF recurrió al tribunal de alzada se debe a que durante todo el proceso, a su juicio, se ha evidenciado una serie de negligencias y una tramitación errática de la causa, ya que el tribunal tardó más de 20 días solo en conferirle poder al abogado del hombre, no enviaban los links de las audiencias e incluso luego de aquello los magistrados mencionaban que este no asistía.

Pero además de aquello, el abogado de F.I.H.M. expone en el recurso que la forma en la que Urrutia trató a su defendido es lo que llamó la atención y que los motivó a investigar la vinculación que existía entre las partes. Y es que según las transcripciones de esa audiencia Urrutia “demostró una parcialidad grosera al momento de exponer nuestras alegaciones” y aseguraron que, de hecho, antes del debate, el magistrado ya había decidido lo que haría transgrediendo el derecho a defensa. De hecho, en el escrito se detalla que el juez dijo antes de darles la palabra a los intervinientes: “¿Cómo vamos a hacer que se cumpla esa cautela? Tenemos dos posibilidades: voluntariamente o obligado. No hay más. No hay más discusión”.

22 de Enero del 2020/SANTIAGO
El juez Daniel Urrutia habla sobre los alcances del caso contra el Estado de Chile tras audiencia protocolar con el Presidente de la Corte Suprema, donde el próximo 30 de enero se llevara a cabo en San Jose de Costarica, la audiencia publica ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
FOTO: Jose Francisco Zuñiga/AGENCIAUNO
FOTO: José Francisco Zúñiga /AGENCIAUNO

En esa línea, el magistrado aseguró que “mientras dure este caso, esa es la cautelar, entonces o lo cumplimos voluntariamente o lo cumplimos obligado. Obligado quiere decir que yo en este momento llamo a los gendarmes y a carabineros y hago que eso ocurra por la fuerza. ¿Ya? Así de duro y así de claro (...) vengo a recordar solamente que yo no tengo idea de la causa, no la conozco”.

Pero no solo eso, según se denunció ante la Corte, el juez también constantemente, y pese a que nadie lo interrumpía -según el registro de audio-, sostenía: “A ver, a ver. Llámeme a los gendarmes, por favor. No me están entendiendo, a usted lo voy a sancionar (dirigiéndose y apuntando con el dedo índice al defensor) y a usted lo voy a meter preso (dirigiéndose y apuntando con el dedo índice al imputado), ¿ya? No me están entendiendo (...) Ya, y por favor, llámeme a los gendarmes. Así que usted se me queda callado, señor, y no habla más, ya, mientras dure este procedimiento; cualquier cosa, usted se acerca a su abogado y le hace la consulta que estime conveniente, pero no habla más, ya”.

“Si no lo hace, va a terminar en el calabozo mientras dure la audiencia y después yo tomo una decisión, qué hago con usted”, concluyó el magistrado Urrutia en una tensa audiencia que ahora será revisada por sus superiores ante la denuncia realizada. ¿Un nuevo flanco para el cuestionado juez?

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