Pablo Larraín: “Esta obra puede ser vista como el reflejo de un período triste de la humanidad”
El realizador chileno se refiere a Hecho En Casa, el proyecto que reúne 17 cortometrajes de cineastas y actores alrededor del mundo y que se emitirá el martes 30 de junio en Netflix. Co-producido por Fábula, el trabajo registra la vida en confinamiento filmada por Paolo Sorrentino (La Gran Belleza), David Mackenzie (Hell or High Water), Kristen Stewart o Maggie Gyllenhaal. Por Chile participan el propio Larraín y Sebastián Lelio.
El cineasta chileno Pablo Larraín quiere dejar en claro que Homemade, o Hecho en casa en español, no es una película. No lo es en el sentido tradicional de la expresión al menos, pero tampoco lo es como aquellos filmes colectivos de varios cineastas que se hicieron famosos en los años 60. Es decir, Hecho en casa no es ni Boccaccio 70, el trabajo de Fellini, Visconti, De Sica y Monicelli de 1962, ni Paris Je T’aime, el largometraje ómnibus del 2007 donde varios realizadores del mundo rindieron tributo a la capital de Francia.
“De lo que se trata Hecho en casa es de un trabajo conjunto de 17 directores (también hay actrices y directoras de fotografía) que se unieron para retratar la vida en confinamiento desde su particular punto de vista”, explica el realizador de No y Neruda, que acá también participa con uno de los cortos y es productor junto a su hermano Juan de Dios Larraín a través de la productora Fábula.
“Son cortometrajes separados que serán identificados en Netflix bajo el concepto o título de un solo nombre común, como Homemade. Se podrán ver individualmente al cliquear en cada corto”, agrega a La Tercera PM.
El proyecto debutará el próximo martes 30 de junio en Netflix y entre los realizadores hay cineastas como el italiano Paolo Sorrentino (La gran belleza), el escocés David Mackenzie (Hell or high water) o la japonesa Naomi Kawase (Still the water). También hay actrices que aportan con su propia historia. Por ejemplo Kristen Stewart (que protagonizará Spencer, la próxima cinta de Larraín) registró un corto en Los Angeles, mientras que Maggie Gyllenhaal (La secretaria) lo hizo en su hogar en Vermont.
Todos abordan sus propias circunstancias vitales en medio de la pandemia por coronavirus, desde las ciudades en que viven, pasando por Roma, Los Angeles, París, Santiago, Lisboa, Nara (Japón) o Glasgow, entre otras. Se habilitará un canal de donación que ira en ayuda de trabajadores del cine que se encuentren actualmente desempleados a través del Netflix’s Hardship Fund.
¿Cómo surgió este trabajo?
Desde octubre del año pasado la producción independiente de cine en Chile se ha visto muy complicada. Luego, con la llegada de la pandemia las cosas se pusieron aún más difíciles hasta el punto de una paralización absoluta. En este panorama no son muchas las opciones que hay de salida, pero finalmente, durante una reunión de Fábula, comenzamos a lanzar diferentes ideas. Fue un ejercicio muy particular y a Julio Rojas, que es jefe de guiones de la productora, se le ocurrió que podríamos convocar a diferentes directores a hacer cortometrajes dentro de su casa.
¿Qué vino después de esta idea?
La desarrollamos y unimos fuerzas con la productora italiana The Apartment. Juntos fuimos a Netflix y les ofrecimos la idea. Las condiciones eran que cada convocado filmara en su propio hogar un segmento en particular y con lo que había a mano: usando un teléfono o una cámara, pero siempre dentro de las circunstancias que significan una cuarentena. Netflix se interesó y así fue cómo empezamos a desarrollar este proyecto, que en total nos tomó dos meses de producción aproximadamente. Eso significó contactar directores, observar su interés y determinar cómo se harían las películas, etcétera. Finalmente se armó un grupo muy interesante en el que también hay actrices que ya han dirigido sus primeros cortometrajes y a las que nos pareció interesante invitar, como es el caso de Kristen Stewart y Maggie Gyllenhaal. También, por supuesto, hay cineastas de gran trayectoria, como son la japonesa Naomi Kawase (Cámara de Oro en Cannes) o el italiano Paolo Sorrentino (Oscar a Mejor Película Extranjera). Y obviamente también incluimos en esta propuesta a Sebastián Lelio (Una mujer fantástica). Hay cineastas de los cinco continentes y todo está hecho en casa, tal como dice el nombre de la obra.
¿Cómo es el resultado o qué es lo que se puede saber hasta ahora?
Me parece bastante fascinante. Hay historias muy diversas hechas por gente muy distinta, pero en todas se demuestra la inmensa similitud en que la pandemia se vive en todo el mundo. Son muy parecidas las dificultades y dolores, con zonas claras y zonas oscuras, que creo se exhiben aquí con mucha belleza. Una de las conclusiones que saco se refiere a las experiencias comunes que tenemos en tan diferentes partes del planeta, aunque con las diferencias del caso. Chile es bien específico, por ejemplo. Desde una perspectiva mucho más macro, uno se da cuenta de las coincidencias de la pandemia entre las diversas naciones.
¿Cómo se diferencian entre sí los cortos?
En estas películas cada quien filmó su realidad y cuando se hace aquello surgen relatos íntimos, muy valiosos desde el punto de vista audiovisual, pero también importantes en cuanto a testimonios. Tal vez cuando pasen los años y uno pueda mirar hacia atrás con perspectiva, se observará esto como una suerte de legado y reflejo de los días, meses o años en que la humanidad pasó por esta crisis tan triste y devastadora. En ese período hubo un grupo de personas que se animaron a filmar sus circunstancias desde su propio confinamiento, dejando un reflejo de lo que les pasó y de quienes somos. A la larga, gracias a la diversidad de los participantes en este proyecto se logra construir una obra que tiene un valor en sí misma, independiente.
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