Panamá, destino de la primera gira de Marco Rubio: secretario de Estado da primeras señales hacia la región
El nuevo encargado de la política exterior en la segunda administración de Donald Trump visitará Panamá, Guatemala, El Salvado, Costa Rica y República Dominicana. Su primera gira se iniciará la próxima semana, y se espera que cubra al menos dos temas prioritarios para el mandatario: la reducción de la migración ilegal y el intento por recuperar el canal de Panamá.
Las intenciones e intereses respecto a Latinoamérica por parte del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no fueron un simple eslogan de campaña. Prueba de ello es que, en menos de una semana en el poder, ha firmado una serie de órdenes ejecutivas respecto a la migración y ya se anunció una primera visita al extranjero por parte de su secretario de Estado, Marco Rubio. El destino no será otro que Panamá y otros países de Centroamérica. Tradicionalmente, el primer viaje del jefe de la diplomacia estadounidense queda reservado para un aliado geopolíticamente importante, por lo que el plan da luces del camino que seguirá la política exterior del mandatario republicano.
Según la prensa local, Rubio viajará la próxima semana, solo días después del retorno de Trump a la Casa Blanca, hacia la región. Su visita tendría dos focos, que son parte central de la política exterior de la segunda administración del republicano: la reducción de la migración ilegal hacia Estados Unidos, y la profundización de la idea de Trump de retomar el control del canal de Panamá.
Según Bloomberg, medio especializado en economía, la visita de Rubio al país centroamericano “subraya” la “seriedad del presidente Donald Trump sobre su intención de recuperar el canal de Panamá”.
La lista de países a los que llegará Rubio -cuya nominación fue confirmada por 99 votos y 0 en contra en el Senado, convirtiéndose en el primer secretario de Estado de origen latinoamericano en ocupar el cargo- incluye a varios países involucrados en el paso de migrantes desde el sur del continente hacia el norte.
Además de Panamá -cuya importancia radica en el pleito impulsado por Trump por hacerse con el canal y “quitárselo” a China-, Rubio tendrá paradas oficiales en Guatemala, El Salvador, Costa Rica y República Dominicana, aseguró la noche del miércoles el medio estadounidense Politico. Así se lo confirmaron tres fuentes reservadas al interior del gobierno republicano con conocimiento del plan, pero que no estaban autorizados a hablar de manera pública sobre este.
Todo apunta a que no es un viaje protocolar o corto, pues la duración de esta primera gira se extendería desde los últimos días de enero hasta principios de febrero, añadió el medio. De todos modos, los tres funcionarios enfatizaron que los planes de viaje actuales “son provisionales”, advirtió Politico.
A última hora del miércoles, la portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, confirmó el plan general de viaje, mas no el detalle de los países que visitará Rubio. Y también aprovechó la oportunidad para señalar que estaban optando por dar prioridad a la región y el hemisferio occidental porque “es donde vivimos”.
Solo horas después de su retorno al poder, el mandatario dijo sobre Latinoamérica que la región necesitaba a EE.UU. “mucho más que nosotros a ellos. No los necesitamos”. Sin embargo, Tammy Bruce pareció bajar un cambio en esa postura: “No seguiremos ignorando la región como han hecho otras administraciones”, planteó este miércoles, refiriéndose al viaje de Rubio.
“Comprometerse con nuestros vecinos es un elemento vital para abordar la migración, las cadenas de suministro y el crecimiento económico, que son claves para la búsqueda del secretario Rubio de una política exterior centrada en hacer que Estados Unidos sea fuerte, próspero y seguro”, añadió.
Ese compromiso queda plasmado en que Rubio visitará Latinoamérica antes que un aliado geopolítico importante para Estados Unidos, como hicieron sus predecesores. Antony Blinken, por ejemplo, viajó a Japón en representación de Joe Biden, mientras que Rex Tillerson visitó Alemania durante la primera administración de Donald Trump.
Respecto a la migración, el encargado de la política exterior de EE.UU. señaló en uno de sus primeros memorandos que se trata de “uno de los problemas más importantes de nuestro tiempo”. Además, añadió que su gestión estará marcada por un trabajo conjunto con los países del hemisferio occidental para frenar el tránsito irregular hacia la potencia norteamericana mediante, entre otras cosas, “la repatriación de los inmigrantes ilegales”.
Por otro lado, Panamá será escenario de la primera visita de una alta autoridad de la nueva administración estadounidense tras los polémicos dichos de Donald Trump acerca de sus intenciones de hacerse con el canal.
Durante su discurso de investidura, el mandatario norteamericano volvió a afirmar que China maneja aquella ruta de tránsito marítima, la que es esencial para el comercio internacional. “China está operando el canal de Panamá y no se lo dimos a China. Se lo dimos a Panamá y lo estamos recuperando”, señaló sobre el enlace entre los océanos Atlántico y Pacífico. Fue hace 25 años que Washington devolvió el control del canal a Panamá, luego de que Estados Unidos y Theodore Roosevelt lo construyeran a principios del siglo XX.
Se estima que unos 14.000 barcos lo cruzan anualmente, pues la otra alternativa -utilizada antes de su construcción, hace ya más de 120 años- era rodear todo el continente americano por el sur, para retornar al Atlántico.
Ahora, Trump ha amenazado con recuperar el canal como sea, “a menos que se reduzca drásticamente el costo del paso para los buques de guerra y mercantes”, explicó Bloomberg. El mismo medio económico añadió que el mandatario estadounidense “ha acusado falsamente a China de explotar la vía navegable”.
El presidente de Panamá ha negado en múltiples ocasiones la afirmación de que China está controlando la estratégica construcción. “Rechazamos en su totalidad todo lo que ha dicho el señor Trump. Primero, porque es falso, y segundo, porque el canal de Panamá es de Panamá y seguirá perteneciendo a Panamá”, dijo el mandatario José Raúl Mulino el miércoles.
Según BBC, “no hay pruebas públicas que sugieran que el gobierno chino ejerce control sobre el canal ni sobre sus militares”. Sin embargo, las empresas chinas sí “tienen una presencia significativa allí”, añadió el medio británico.
La afirmación se sustenta en que “entre octubre de 2023 y septiembre de 2024, China representó el 21,4% del volumen de carga que transitó por el canal de Panamá, lo que la convierte en el segundo mayor usuario después de Estados Unidos”, planteó el mismo medio.
Bajo una mirada geopolítica, también aporta a la causa trumpista el hecho de que en 2017 Panamá rompió sus lazos diplomáticos con Taiwán, al mismo tiempo que establecía relaciones formales con China.
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