Paridad de entrada y tres escaños indígenas: las fórmulas que baraja Chile Vamos en la negociación constituyente y que molestan al oficialismo
En la UDI están empujando con fuerza que la paridad no implique una corrección en la salida, tal como ocurrió en la disuelta Convención. Eso implicaría buscar una fórmula que asegure misma cantidad de hombres y mujeres en las listas, pero sin necesidad de alterar el resultado después de la votación para así, dicen, no distorsionar la "igualdad del voto". En RN, además, están calculando qué mecanismo usar para los cupos reservados de pueblos originarios.
“La paridad no está garantizada”. Ese comentario se repite una y otra vez en el oficialismo. La preocupación está lejos de ser una exageración. Sectores de Socialismo Democrático ya están al tanto de que en Chile Vamos hay partidos que están alistando una propuesta formal que podría modificar el mecanismo utilizado en la Convención para corregir a los candidatos electos según el criterio de paridad.
La idea está siendo, hasta ahora, patrocinada fuertemente por la UDI y algunos sectores de RN. Pese a que aún no la comparten de forma oficial en la mesa negociadora con el resto de los partidos políticos, fuentes del gremialismo confirman a La Tercera PM que es algo que harán cuando entren de lleno a discutir sobre el mecanismo.
La opción de la UDI -y también de un sector de RN- consiste en que la paridad sea solo de entrada y no de salida. Para la elección de convencionales el sistema incluyó ambas opciones. Es decir, las listas tenían que ser paritarias, encabezadas por mujeres y luego intercaladas en método cebra. Luego de la votación, cuando se obtenía la cifra repartidora con la cual se definía qué candidatos iban siendo electos, el Servel procedía a aplicar una corrección por paridad. Eso implicaba que, en algunos casos, había que bajar a un hombre o una mujer que obtuvo los votos necesarios para ser electo para que subiera un candidato o candidata con menor votación para así cumplir con la paridad.
En la Convención eso implicó que el órgano quedara integrado por 78 hombre y 77 mujeres. Esa composición fue el resultado de 16 correcciones paritarias realizadas en 11 distritos y tres pueblos indígenas. Sin esa corrección, la Convención habría quedado compuesta por 83 mujeres y 72 hombres.
En privado, dirigentes de la UDI comentan que “no parece razonable” bajar a un candidato hombre o mujer que obtuvo, por ejemplo, seis mil votos, por otro hombre o mujer que tuvo mil votos. En ese caso, dicen, el sufragio de quienes votaron por el último candidato valdría seis veces más que el sufragio de quienes votaron por el otro candidato.
Eso, agregan, no es más que “respetar la voluntad popular que es donde recae la soberanía”. Por eso la UDI está firme en que se debe garantizar un órgano en el que las mujeres tengan el mismo espacio que los hombres, pero “sin meter la mano en la urna”. Eso se traduce en que apoyarán cualquier instrumento que asegure la paridad de entrada, pero sin distorsionar los resultados en la salida. “Es poco democrático y vulnera la igualdad del voto”, dice un representante del gremialismo.
Tanto es así, añaden en la derecha, que sin corrección paritaria a la salida la Convención habría quedado integrada por más mujeres, pero hubo que bajar candidatas para sumar hombres. Ese antecedente, agregan, es el reflejo de que la paridad de entrada sí garantiza que las mujeres queden bien representadas.
Así, la idea -que surgió en la UDI- está tomando fuerza en Chile Vamos. Ya hay sectores de RN que también están de acuerdo y defenderán el punto cuando el partido tenga que tomar una definición. Lo mismo sucede en Evópoli. “Depende del sistema electoral que se defina para el órgano redactor que acordemos. Es decir, hay sistemas que aseguran paridad sin necesidad de intervenir a la salida, por ejemplo, cebras en listas cerradas, y sería importante poder analizar primero eso, pero siempre teniendo en la mira, y ese ha sido nuestro compromiso, que ante un proceso extraordinario corresponden medidas extraordinarias”, afirma la presidenta de Evópoli, Luz Poblete.
En Chile Vamos comentan que es muy difícil que su opción pueda prosperar en la mesa negociadora, pero que la utilizarán como carta para ceder y ganar en otros puntos de las tratativas. En Socialismo Democrático y Apruebo Dignidad comentan que la paridad fue una ganancia electoral que es muy difícil echar atrás. Por lo mismo, advierten, será un tema en el cual el debate será bien duro.
Tres escaños reservados
Pero hay un asunto aún más sensible que ronda en los partidos de Chile Vamos. Se trata de los escaños reservados para pueblos indígenas. En la derecha hay un consenso claro: no repetirán la misma fórmula ocupada en la disuelta Convención.
El órgano redactor tuvo 17 escaños reservados para los distintos pueblos indígenas. En el sector comentan que para ellos será una línea roja que ese número disminuya. Además, agregan, tendrán que ser menos, ya que todo indica que el órgano tendrá menos de 155 representantes.
Por lo mismo, en RN ya están analizando el tema. En ese partido hacen el siguiente cálculo. En la actualidad, hay 779.000 ciudadanos chilenos con calidad indígena mayores de 18 años en los registros de la Conadi. Esto representa un 5,1% del total del electorado nacional, lo que equivale a tres candidatos de la lista de los partidos en el caso de una elección de 50 miembros electos por votación universal.
Por lo tanto, la postura de un sector relevante de RN es que se debiera avanzar en la idea de que los partidos o coaliciones lleven un número de tres candidatos indígenas obligatorios en sus listas. Esa alternativa es la que más apoyo concita.
En Evópoli aún no han entrado a este tema, pero están abiertos a la discusión. En esa colectividad, de hecho, se acordó que la fórmula debe ser muy distinta a la anterior. En la UDI están en lo mismo. En ese partido también están a favor de que la cifra disminuya y les parece razonable el cálculo que están haciendo en RN, pero aún no lo discuten con mayor profundidad.
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