PDI se blinda ante críticas al allanamiento de Cariola: nunca se intentó ingresar a la sala de parto como insinuó su abogado, quien acusa “violencia obstétrica”

Varias son las versiones que existen sobre cómo se realizó la entrada y registro al departamento de la presidenta de la Cámara de Diputados, Karol Cariola (PC), a propósito de una investigación por tráfico de influencias que se sigue en su contra. El personal que ejecutó la diligencia, que contaba con orden judicial, ha tenido que entregar explicaciones al mando, debido a las reclamaciones y denuncia de "violencia obstétrica" por parte de su defensa. En privado los detectives aseguran que todo se realizó siguiendo los protocolos de cualquier otro ciudadano.
Un intenso revuelo mediático ha generado el allanamiento del departamento de la diputada y presidenta de la Cámara, Karol Cariola (PC), el mismo día en que dio a luz a su primer hijo. Y es que a una semana de que la PDI haya ejecutado esta diligencia, que fue dirigida por el fiscal regional Patricio Cooper, la estrategia de defensa de la parlamentaria se ha volcado a cuestionar el actuar de la policía civil, con anuncios de nulidad de la pesquisa y un reclamo formal del abogado Juan Carlos Manríquez al director de la PDI, Eduardo Cerna.
Las críticas que ha planteado el entorno de la diputada e incluso ella misma giran en tono a la oportunidad de la entrada y registro, ya que ese lunes 3 de marzo a las 7:00 horas, cuando personal de la Brigada Anticorrupción irrumpía en su departamento, ubicado en calle Suecia, en Providencia, Cariola se encontraba en trabajo de parto en un hospital capitalino. Ninguno de los cuestionamientos es respecto a si la parlamentaria realizó o no gestiones a favor de un amigo, el empresario chino Emilio Yang, frente a la exalcaldesa Irací Hassler (PC)
Durante este fin de semana, y tras asumir como defensor, Manríquez acusó directamente que los efectivos policiales terminaron “prácticamente queriendo ingresar hasta la sala de parto donde ella se encontraba dando a luz esa misma mañana”, situación que “no podía ser ignorada por los policías, que además estaban apostados días antes y, a propósito de su seguridad, sabiendo perfectamente dónde se encontraba”.
Control de daños
Ante las graves acusaciones y frente al reclamo de la tercera autoridad de la república es que la PDI prepara un completo informe pormenorizado respecto a la diligencia del 3 de marzo pasado. El documento será entregado al defensor de Cariola y a su vez al Ministerio Público.
Y es que la Brigada Anticorrupción de la PDI, dicen altas fuentes de la policía civil, está acostumbrada a enfrentar este tipo de acusaciones, ya que son -justamente- la repartición de detectives que están en los casos más mediáticos y que involucran a diversas autoridades del Estado que son blanco de causas penales.
Una de las situaciones que el equipo que trabaja con Cooper descartará de plano, según trascendió, es haber ingresado al hospital en que estaba la diputada y asegurarán que toda la diligencia se coordinó con su pareja, quien se apersonó ese día en el departamento de Cariola de forma voluntaria, es decir, sin ser requerido. Con esto buscan despejar los efectivos de la Briac algún tipo de afectación a la mujer al momento del parto, como ha instalado su defensa.
¿Violencia obstétrica o igualdad ante la ley?
De hecho, Manríquez este lunes en conversación con Radio Cooperativa sostuvo que se estaba frente a un caso de “violencia obstétrica”, en la misma línea de lo expresado este domingo por Cariola, quien anunció acciones ante la CIDH acusando violación de pactos internacionales por haber sido blanco de esta medida intrusiva cuando estaba dando a luz.
“Los policías dicen que se les insistió en llevar adelante esa diligencia en ese minuto y hora”, señaló Manríquez en alusión a supuestas presiones para llevarse ese mismo día el celular de Cariola.
Al respecto, el fiscal Cooper explicó la semana pasada a La Tercera que la diligencia era urgente, ya que ese mismo día otra de las imputadas del caso, la exalcaldesa Hassler, accedería a los chats que comprometían a ambas en la indagatoria.
Sobre esto último, Manríquez ironizó ante Cooperativa: “Usted cree que una mujer puesta en una mesa quirúrgica pariendo un niño ¿va a estar con su teléfono transfiriendo un informe o poniéndose de acuerdo con otro?”.
Desde la PDI desmienten categóricamente haber hecho ingreso al recinto hospitalario, ni menos haber intentado tener un contacto con la imputada, y aseguran que todo se realizó conforme a los protocolos que se llevan a cabo con cualquier ciudadano. “Primó la igualdad ante la ley, ya que teníamos una orden que ejecutar y era de un tribunal de la república”, comenta un alto funcionario policial.
“Faltan a la verdad”
Una de las situaciones que están en el reclamo de la defensa de Cariola, y que los oficiales de la PDI que participaron del allanamiento rechazan categóricamente, es que ellos hayan solicitado al diputado Tomás de Rementería (PS), pareja de Cariola y padre de su hijo, su presencia en el departamento. Esto, según los detectives, fue por propia iniciativa del integrante de la Cámara, por lo que apuntan a que la estrategia desplegada faltaría a la verdad.
De hecho este lunes el parlamentario, en conversación con radio T13, dijo que todo el procedimiento es un “descriterio total” e insistió en que se le requirió en el domicilio.
“Mi mamá es adulta mayor, estaba con mis dos hijos, de 3 y 8 años. Llegan (los policías) y dicen que tienen que entrar y que si no abren van a entrar a la fuerza. Mi madre les señala que no conoce el departamento, porque efectivamente era la primera vez que mi madre estaba en el departamento de Karol en Santiago (…) Le digo (a Cariola) lo que está pasando, me voy con el traje quirúrgico puesto”, relató el parlamentario.
En la misma línea, los policías se defienden asegurando que nunca estuvo un vehículo de ellos apostado afuera del hospital y que, de hecho, el auto que pasó a buscar el móvil -tal como se acordó con De Rementería- era el que estaba realizando un allanamiento paralelo al de Cariola en Maipú. La entrega del dispositivo fue en las afueras del recinto hospitalario, sin perturbar ni la situación de la diputada, ni del resto de los usuarios o pacientes que estaban en el lugar, según esta versión policial.
El celular de una niña
En el ingreso al departamento, los detectives de la Briac encontraron un celular en la oficina de trabajo de la diputada. Si bien De Rementería sostuvo de inmediato que se trataba de un móvil de su hija de 3 años, la policía descarta habérselo quitado a la pequeña como se ha denunciado.
La versión del equipo policial fue que como el móvil estaba descargado, le solicitaron conectarlo a la corriente para ver si efectivamente no se trataba de otro celular de la diputada, y al corroborarlo dejaron el móvil en su lugar.
Sobre cómo se llevaron a cabo los hechos, dicen las mismas fuentes, todo se realizó en orden, no hubo ningún reclamo en el momento por parte de De Rementería u otra persona, por lo que la interpretación de los investigadores, en base a esta batahola que se ha generado, es “que se trata de una estrategia de defensa, donde se instala una especie de denuncia con el único propósito de que no se lleve a cabo la revisión de ese celular, pero el fondo no está en discusión, ni lo que motivó el allanamiento, ni lo que se investiga”.
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