Pelea con un estacionador de autos y conducción en estado de ebriedad: las otras causas judiciales que complican a ideólogo del Frente Amplio
La formalización por violencia intrafamiliar del ideólogo del Frente Amplio no es su primer problema con la justicia. Ya en 2009 fue detenido por conducir con 2,14 grados de alcohol por litro de sangre, y diez años después fue imputado por "no dar cuenta de un accidente de tránsito".
El relato del fiscal Anatole Larrabeiti al momento de imputarle violencia intrafamiliar a Carlos Ruiz Encinas (60) dio cuenta de una secuencia de hechos que impactó al tribunal de garantía: “La empuja con las manos hacia la ventana del dormitorio, la toma por los brazos, arrojándola nuevamente a la cama, comienza a colocarle sus manos en el cuello, asfixiándola, no pudiendo respirar por momentos, logrando ella pegarle una patada en su estómago para que lo soltara”, detalló en la audiencia el persecutor, quien formalizó, el jueves 27 de julio, al ideólogo del Frente Amplio por haber agredido y dejado, según el Ministerio Público, “inconsciente” a su pareja.
El hecho remeció la interna del Frente Amplio, pues Ruiz, a pesar de no militar en los partidos del conglomerado, fue uno de sus fundadores intelectuales.
La formalización del sociólogo de la Universidad de Chile, sin embargo, no es su primer acercamiento con la justicia, pues registra dos hechos en que fue requerido por los tribunales.
El primero de ellos se remonta a 2009, al 5 de mayo, a eso de las 05.55 de la mañana. “Carlos Ruiz Encina conducía en estado de ebriedad (...) por Avenida Grecia en dirección al Poniente, cuando adelantó a un vehículo policial que efectuaba un patrullaje preventivo por el sector, a exceso de velocidad, no deteniéndose ante la luz roja del semáforo existente en el lugar”, se lee en el parte policial de la época.
A raíz de esto, los efectivos de Carabineros lo interceptaron y le ordenaron detenerse. Fue allí cuando se percataron -según el registro consignado en el Octavo Juzgado de Garantía de Santiago-, que “conducía en condiciones físicas deficientes, razón por la cual fue trasladado a la unidad policial, donde fue sometido al examen Intoxilyzer, el que arrojó como resultado 1.78 g/lto”.
Posteriormente, el fundador de la colectividad Izquierda Autónoma (IA) -integrada principalmente con estudiantes de la Universidad de Chile- fue trasladado al Servicio de Urgencia de Ñuñoa, donde fue sometido al examen de alcoholemia. ¿El resultado? Tenía 2.14 gramos de alcohol por litro sangre, según registró informe de alcoholemia del Servicio Médico Legal (SML).
Finalmente, el sociólogo fue sentenciado a la pena de 41 días de prisión en su grado máximo, multa de 1 UTM, suspensión de la licencia de conducir por seis meses y se le otorgó el beneficio de la remisión condicional de la pena, sin costas.
Pelea y escape en Plaza Ñuñoa
Ruiz no registró hechos judicializados hasta 2019. Diez años después de ser sorprendido manejando en estado de ebriedad, el también fundador del colectivo de izquierda SurDa en los 90, protagonizó otro incidente, también en Ñuñoa.
Se trata de una causa en la que figura como imputado del delito de “no dar cuenta de accidente de tránsito”, luego de enfrentarse en una pelea con un estacionador de autos en Plaza Ñuñoa. La Fiscalía lo formalizó por haberse dado a la fuga, luego de haber pasado a llevar y lesionar al quien oficiaba como parquímetro.
El hecho ocurrió el 24 de agosto del 2019, a las 22.30 h, y la causa sigue abierta, incluso, está fijada una audiencia de reformalización para el 1 de agosto a las 12.00 h.
Esta investigación ha estado marcada por un cruce de versiones. Si bien la fiscalía lo formalizó y le imputado no haber auxiliado a la persona con quien mantuvo una pelea, Ruiz se querelló en contra de este por intento de robo con violencia.
Así lo relató el propio sociólogo en esta acción judicial: “El día 24 de agosto del 2019, alrededor de las 22:30 de la noche, me dirigía manejando a mi casa ubicada frente a la municipalidad de Ñuñoa. Iba en dirección oriente a poniente por la calle Dublé Almeyda y viré hacia el norte por la calle Francisco Molina, en el momento que avanzaba por esa calle, más o menos a la altura de la parroquia que se encuentra en la vereda oriente (Parroquia Nuestra Señora del Carmen), me detuve porque dos sujetos se pararon en mitad de la calle frente de mi vehículo haciéndome gestos para que me estacionara, aprovechándose que circulaba a baja velocidad, dada la existencia en esa calle de peraltes pronunciado”, relata al tribunal.
Ruiz recordó que se estacionó y se enfrascó en una discusión con ambas personas, pero uno de ellos “sujetado de mi espejo y subido en la pisadera de mi auto, me insultó, en ese momento me giré para responderle, ya muy alterado por la situación, y sin darme cuenta me pegó un golpe en la cara, que dio de lleno en mi ojo derecho”.
Luego de eso, Ruiz aceleró y escapó: “No hice más que acelerar para poder escapar, me encontraba muy asustado y en shock, la situación fue muy rápida y me tomó por sorpresa. Me imagino que en el momento que aceleré el querellado, quien me golpeó, se debe haber caído al piso porque estaba montado sobre la pisadera de mi auto”.
El tribunal, sin embargo, respondió ante la querella que era el Ministerio Público quien debía resolver si agrupaba estos antecedentes en la causa, o bien abría otra investigación. Esa decisión podría despejarse en la audiencia del 1 de agosto.
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