Ping pong con Frei, atento a teleseries y con turnos de limpieza: los 28 días del exalcalde Raúl Torrealba en la cárcel

La última vez que el exalcalde de Vitacura Raúl Torrealba caminó en libertad, fue la mañana del viernes 16 de junio cuando ingresó por segundo día consecutivo al Centro de Justicia de Santiago, donde el Ministerio Público lo formalizó por delitos reiterados de fraude al Fisco, lavado de activos e ilícitos tributarios.

Y es que a pesar de que él confiaba en que sus abogados podrían demostrar que los hechos por los que se le investiga no lo hacían merecedor de una medida cautelar tan gravosa -pues además estimaban que habían colaborado sustancialmente en la causa-, la jueza María Carolina Herrera consideró que su libertad constituía un riesgo para la seguridad de la sociedad y que, por lo mismo, debía permanecer en prisión preventiva en el centro penitenciario que se encuentra a sólo 126 pasos del lugar donde había abordado horas antes a la prensa con tranquilidad, en el anexo cárcel Capitán Yáber.

De ese momento ya han pasado casi cuatro semanas, y este domingo cumplirá un mes privado de libertad, lo que, según comentan sus cercanos a La Tercera PM, lo tiene “muy complicado”, a él y a su familia.

Por lo mismo, tanto su esposa, María Soledad Simonetti, como sus hijos no pierden oportunidad de visitarlo. La jornada de ayer miércoles, de hecho, recibió a su cónyuge y a dos de sus hijas, quienes estuvieron con él entre las 13.45 y las 17.00 horas. Le llevaron galletas, bebida, papas fritas, servilletas y otros comestibles. La idea, según fuentes consultadas por este medio, es acompañarlo, ya que luego de quedar tras las rejas profundizó un cuadro depresivo que lo tiene “bastante delicado” y con poco ánimo.

Ante consultas respecto de cómo enfrentan el proceso penal que tiene a su padre y esposo como protagonista, la respuesta fue un rotundo silencio de las tres visitantes.

Aunque un par de rostros de la política han intentado visitarlo, de acuerdo con datos recabados, su familia ha establecido que sólo el círculo cercano puede ingresar a ver al exalcalde. Es más, un extrabajador de confianza de la familia que este miércoles llegó hasta las afueras del recinto, e intentó pasar a saber cómo estaba su “expatrón”, no puedo hacerlo y se limitó a esperar atento en calle Pedro Montt lo que Simonetti pudiese trasmitirle tras la visita.

“Está muy afectado. Está con sus complicaciones de salud y también muy decaído”, comentó el trabajador, que aseguró haberles prestado servicios por más de 20 años, pero que prefirió mantener su nombre en reserva.

Pese a que está en un momento complejo de su vida, al interior de la cárcel Raúl Torrealba pudo reencontrarse con un amigo de la infancia y con quien comparte el gusto por el fútbol: Francisco Frei Ruiz-Tagle, quien ingresó a Capitán Yáber a cumplir una condena efectiva por delitos económicos.

De acuerdo con datos recabados por La Tercera PM, ambos jugaban a la pelota desde niños, compartieron en campeonatos y son fanáticos de la Universidad Católica, por lo que ahora se acompañan mutuamente en los días de prisión.

Quienes conocen de la rutina que mantienen en el penal, aseguran que el exalcalde ha aprovechado de leer mucho, juega ping pong con Frei y también dedican una hora al día a caminar por el patio del recinto, para así tratar de moverse lo más posibles y tomar un poco de sol.

Además, como en el recinto cada uno de los internos debe cumplir con labores que le asigna personal de Gendarmería, el otrora jefe comunal también realiza turnos donde le toca limpiar el baño o lavar la loza.

Si bien Torrealba no comparte pieza con Francisco Frei, pues están en situaciones procesales distintas -el exalcalde en prisión preventiva y el hermano del expresidente, cumpliendo una condena- fuentes cercanas a ambos cuentan que los dos siguen atentos teleseries que pasan por televisión abierta, especialmente las transmitidas por Mega.

Todo esto le sirve para distraerse a ratos, pues por el momento deberá seguir cumpliendo con la mencionada medida cautelar, que fue confirmada por la Corte de Apelaciones el pasado 27 de junio, ya que hasta ahora no se ha programado audiencia de revisión de cautelares y la investigación -decretada inicialmente por 150 días- sigue su curso.