Polémica por cumbre liderada por la ONU en Doha: invitan a los talibanes y excluyen a mujeres afganas
La reunión ha sido criticada por organizaciones de derechos humanos, que argumentan que se está legitimando al grupo fundamentalista islámico que tomó el poder en Afganistán en 2021 y que desde entonces ha marginado a las mujeres de la vida pública.
La exclusión de las mujeres y de los representantes de la sociedad civil de Afganistán de la agenda de una nueva reunión sobre el país en Doha, Qatar, organizada por Naciones Unidas, y a la que sí asistirán los talibanes, ha provocado críticas generalizadas tanto a nivel nacional como internacional.
Se trata de la tercera reunión de este tipo, a la que asistirán 25 países, pero es la primera vez a la que asiste el grupo fundamentalista islámico, que ha gobernado el país desde que tomó el poder en agosto de 2021, cuando las tropas lideradas por Estados Unidos se retiraron después de 20 años de guerra.
La secretaria general adjunta de Asuntos Políticos de la ONU, Rosemary DiCarlo, quien presidirá la reunión, dijo que no se trata de otorgar un reconocimiento a los talibanes. “No es una reunión para llegar a un reconocimiento... El compromiso no significa reconocimiento”, dijo a los periodistas. “No se trata de los talibanes. Se trata de Afganistán y de su gente”, agregó.
El logro de una paz sostenible, el respeto del derecho internacional y de los derechos humanos, así como la lucha contra los estupefacientes, entre otros temas, están en la agenda de las conversaciones, afirmó la funcionaria de la ONU.
Por su parte, los talibanes han dicho que quieren discutir temas como las restricciones al sistema financiero y bancario de Afganistán, el desarrollo del sector privado y la lucha contra el tráfico de drogas.
Pero los grupos de derechos humanos han criticado a la ONU por no incluir a las mujeres afganas en la mesa con los talibanes en Doha. Destacan que la conducta del organismo internacional en este asunto es “sospechosa” y contradice la carta de la organización y sus principios fundamentales. Algunos afirman que varios diplomáticos de alto rango de la misión del organismo en Afganistán (UNAMA), incluido su director, tienen estrechos vínculos con los talibanes y ejercen presión a favor del grupo.
“Existe una creciente preocupación por el tono que la comunidad internacional -especialmente la misión de las Naciones Unidas en Afganistán- ha adoptado para normalizar las violaciones de los derechos humanos en Afganistán en un esfuerzo por asegurar la participación de los talibanes en las conversaciones de Doha”, escribió, en The Guardian, Fawzia Koofi, política y activista por los derechos de las mujeres, que fue la primera mujer vicepresidenta del Parlamento afgano y presidenta de su comisión de asuntos de la mujer y derechos humanos.
“La conferencia ignorará las cuestiones fundamentales de exigir responsabilidades a los talibanes por sus violaciones sin precedentes de los derechos básicos de las mujeres y niñas afganas a la educación, el empleo y la participación activa en la sociedad”, añadió.
Shabnam Salehi, excomisionada de la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Afganistán, dijo a la cadena Deutsche Welle que la tercera reunión de Doha sería “inconcluyente” sin la participación de las mujeres afganas. Considera que la postura de la ONU respecto de los talibanes es “equivocada”.
El exjefe de la Dirección Nacional de Seguridad de Afganistán (NDS) ha pedido que se suspendan las interacciones de la “diáspora afgana” con la ONU para que las protestas tengan sentido. Esta reunión se realizará entre este domingo y lunes y contará con la presencia de representantes especiales de varios países y una delegación talibán. El jefe de la UNAMA ha confirmado indirectamente que las mujeres no están en la agenda de esta reunión y que los debates se centrarán en el sector privado, la banca y el control de drogas.
Mientras tanto, Farima Nawabi, investigadora de derechos humanos y exdiplomática, dijo al diario Hasht-e Subh que Naciones Unidas está ignorando los problemas de las mujeres en Afganistán y tratan de encubrir y legitimar a los talibanes. Esta investigadora de derechos humanos, sin nombrar a personas específicas, calificó de “sospechosa” la presencia de algunos diplomáticos de alto rango de la oficina de la UNAMA en Kabul, afirmando que hacen lobby a favor de los talibanes y tienen estrechas relaciones con el grupo.
Nawabi agregó que la trayectoria de la ONU en Afganistán desde la década de los 80 ha sido infructuosa y que la organización no ha logrado alinear sus programas con las realidades de Afganistán y las demandas de su pueblo.
Faizullah Jalal, profesor de la Universidad de Kabul, también criticó duramente la exclusión de las mujeres de la reunión. “Omitir debates sobre los derechos humanos y de las mujeres socava la credibilidad de las Naciones Unidas”, sostuvo, según consignó Deutsche Welle.
Pese a las promesas de moderación, desde que tomaron el poder, los talibanes han hecho retroceder los avances logrados en las dos décadas anteriores en lo que respecta a los derechos de las mujeres. Han desterrado a las mujeres y a las niñas de casi todos los ámbitos de la vida pública.
A las niñas se les prohibió asistir a la escuela más allá del sexto grado y a las mujeres se les prohibió trabajar en empleos locales y en organizaciones no gubernamentales. Se ordenó el cierre de salones de belleza y se les prohibió a las mujeres ir a gimnasios y parques. Las mujeres tampoco pueden salir sin un tutor masculino.
En un decreto emitido en mayo de 2022, también se recomendó a las mujeres usar un burka que cubriera todo el cuerpo y dejara al descubierto solo los ojos.
Los fundamentalistas no cuentan con el reconocimiento de la comunidad internacional y sus crecientes violaciones de los derechos humanos y limitación de la vida pública de las afganas han contribuido a aumentar el aislamiento del país.
Sin embargo, en los últimos días la administración de Daniel Ortega le abrió las puertas de Nicaragua a los talibanes al anunciar la apertura de relaciones diplomáticas con el Emirato Islámico de Afganistán. El Ejecutivo sandinista se convirtió de esa forma en el primero del continente americano y el segundo a nivel mundial en nombrar un embajador ante el gobierno talibán. Hasta ahora solo China ha designado un embajador para Afganistán.
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