Polémica vocería de Boric y reacción tardía: el cuestionado control de daños de La Moneda por el caso Monsalve
Las explicaciones que ha dado el gobierno sobre la denuncia de violación en contra del hoy exsubsecretario no han dejado satisfechos a los partidos de gobierno. Incluso al interior de Palacio hay cuestionamientos por la reacción tardía que tuvieron y reconocen que entraron en una profunda crisis.
Con una exposición de más de 50 minutos, este viernes el Presidente Gabriel Boric intentó mostrar en Lampa una señal de transparencia por parte de su gobierno y, al mismo tiempo, realizar un control de daños tras la denuncia por violación contra el exsubsecretario del Interior, Manuel Monsalve, que derivó -la tarde de ayer- en la renuncia de este último.
Pero, como un boomerang, la jugada llegó de vuelta a La Moneda.
Y es que el Presidente Boric reconoció esta jornada que, el martes en La Moneda, pasadas las 19.00 horas, Monsalve le confesó que había revisado las cámaras de seguridad del hotel en el que se hospedaba el médico PS, “para ver en qué condiciones había entrado”. Se trata del lugar al que llegó el entonces subsecretario junto a su denunciante en la madrugada del 23 de septiembre.
Desde la oposición salieron inmediatamente a cuestionar al Presidente y lo apuntaron por omisión de denuncia, ya que guardó silencio por más de 24 horas respecto del acceso privilegiado que tuvo Monsalve a las cámaras de seguridad. Este, según publicó hoy La Tercera, ocurrió gracias a gestiones de funcionarios de la PDI, entidad de la que fue por casi mil días el jefe civil.
En un momento, la extensa vocería del Presidente fue interrumpida por su jefa de Comunicaciones, Nicole Vergara, con quien conversó el Mandatario. Sin embargo, el Jefe de Estado optó por continuar con su alocución, que en espacios oficialistas recordó a la intervención que, en su momento, hizo el abogado Juan Pablo Hermosilla para defender a su hermano, Luis Hermosilla.
Con ello, Boric dio continuidad a una estrategia que ya ha sido cuestionada por las fuerzas políticas de la oposición y el oficialismo, sobre cómo La Moneda ha desplegado un control de daños por el caso Monsalve.
Esto luego de que la ministra del Interior, Carolina Tohá, diera cuenta este jueves de que, tanto ella como el Presidente sabían de la investigación contra Monsalve el martes. Es decir, el exsubsecretario abandonó el Ejecutivo dos días después de hablar con Boric. Y que, además, se supiera que a Monsalve se le dio la oportunidad de ir al Biobío a contarle lo sucedido a su familia.
De hecho, Boric también permitió que Monsalve encabezara en la Casa del Gobierno una reunión con el Servicio Electoral, para coordinar el operativo para las elecciones del 26-27 de octubre. Y ayer en la mañana, acudió a la comisión de Presupuestos en la sede del Congreso en Santiago, mientras el caso explotaba públicamente.
Según la versión de Interior, el martes, Tohá supo de una investigación por delitos sexuales contra Monsalve por medio de un llamado del director general de la PDI, Eduardo Cerna, cerca de las 16.00 horas. Minutos después, Tohá le contó de aquello al Presidente, quien, según reveló el mismo Mandatario, le escribió por la aplicación Signal a Manuel Monsalve y lo citó a una reunión privada en su despacho a las 19.00 horas de esa jornada.
“¿Vuelves a La Moneda?”, le escribió Boric por Signal a Monsalve esa jornada, quien se encontraba en el Congreso.
La explicación que dan en La Moneda sobre por qué Monsalve recién salió del gobierno este jueves es que debían recabar mayores antecedentes respecto de la denuncia. “Yo no sé si habrá otro caso en donde se haya actuado con más velocidad”, dijo el Presidente en Lampa.
El tema es que en La Moneda sí existe un precedente. Se trata del caso del exsubsecretario de Previsión Social, Christian Larraín, quien salió del gobierno el mismo día en que se enteró de una denuncia por acoso sexual en su contra.
Los paralelismos de ambos casos son también parte de los argumentos que arguyen desde el mundo político para cuestionar el manejo de la crisis.
Hasta ahora, en dicho control de daños han participado con vocerías públicas la ministra de la Mujer, Antonia Orellana, Tohá y el propio Presidente Boric. La ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo, no ha figurado en este diseño.
La reacción de los partidos
El shock de las primeras horas al interior de los partidos rápidamente se convirtió en molestia. Luego de que la ministra Tohá reconociera que supo de la denuncia en contra de Monsalve el martes, al interior de las colectividades de la alianza de gobierno se extendió una crítica hacia La Moneda: ¿por qué no actuaron antes de que el caso de hiciera público a través de la prensa?
Entre los senadores del Partido Socialista (PS) y del Partido por la Democracia (PPD) hay una particular molestia por el hecho de que ellos almorzaron con la ministra Tohá la tarde del miércoles, cuando, según ella misma reconoció, ya sabía de la denuncia.
El senador Fidel Espinoza (PS) comentó que hubo “un manejo errático, de deslealtades también, porque tuvimos una reunión política, almorzando con la ministra Tohá el miércoles, con todos los senadores del Socialismo Democrático, y no fue capaz de decir que se nos avecinaba una tormenta. Eso no se hace: lo mínimo que uno puede esperar de un gobierno con el que uno está siendo leal (...) es que exista reciprocidad (...). Un gobierno feminista debió tomar medidas de inmediato”.
La senadora Loreto Carvajal, quien además es vicepresidenta del PPD, planteó que “acreditada la existencia de la denuncia, la respuesta debió haber sido inmediata, sin dejar espacio a ninguna vacilación”.
Por su parte, el diputado comunista Matías Ramírez señaló que “ante una situación tan grave como una denuncia de violación por parte de una funcionaria pública contra una autoridad, la única respuesta posible es la salida de la autoridad involucrada. Esperar o dar plazos es una señal errática a las víctimas (...)”.
En tanto, el expresidente de la Cámara Raúl Soto (PPD) manifestó que “claramente se pudo haber evitado abrir un flanco de críticas políticas a dos semanas de una elección, tomando la decisión en el momento que se conoció de la denuncia. Hay un problema de criterio político y oportunidad”. De todas formas, valoró la salida de Monsalve.
En tanto, la diputada Catalina Pérez (Frente Amplio), quien es integrante de la Comisión de Mujer de la Cámara, reconoció que “siempre es deseable que las decisiones se tomen de la forma más ágil posible”. Sin embargo, destacó que “lo importante es que el tema se ha enfrentado sin defensas corporativas, y que ahora es la justicia quien debe investigar y sancionar si corresponde, dándole garantías a la denunciante por supuesto. Estos temas no pueden ser comentados a la ligera y menos ser utilizados para sacar provecho político (...)”.
“No me conforman las respuestas que se han dado en términos de haber postergado la decisión de la salida de Monsalve en 48 horas, más aún cuando esto no se condice con decisiones que ocurrieron ante situaciones similares en el pasado reciente. Por lo tanto, me resulta incomprensible”, complementó el jefe de bancada de los diputados del Frente Amplio, Jaime Sáez.
Desde los partidos recién podrán discutir sobre el tema con La Moneda -en un espacio formal- el próximo lunes en el comité político ampliado, ya que este viernes el jefe de asesores del Segundo Piso, Miguel Crispi, no citó a los presidentes de las colectividades oficialistas al habitual almuerzo en Palacio.
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