¿Por qué los jugadores huyen de Colo Colo? Los factores que acentúan la fuga de las figuras albas
En las últimas semanas, los albos han perdido jugadores emblemáticos sin recibir dinero. El fenómeno no es nuevo, pero se ha hecho notar con fuerza en este último mercado de pases del Cacique, poniendo en tela de juicio al director deportivo Daniel Morón y la capacidad de Blanco y Negro de atraer a los futbolistas. No obstante, en la sociedad anónima se excusan y le echan la culpa a los representantes.
Colo Colo ha vivido un mes complejo en el mercado de fichajes. En menos de tres semanas perdió a Gabriel Suazo, Gabriel Costa, Óscar Opazo y Juan Martín Lucero, cuatro titulares del equipo que salió campeón la temporada pasada. Todas salidas polémicas, pero la del goleador argentino terminó rayando en el escándalo y golpeó en lo más profundo el corazón de los hinchas.
Estas bajas se suman a otras salidas como la de Luciano Arriagada, de solo 20 años, quien optó por no renovar e irse prematuramente al Athletico Paranaense de Brasil. Mientras que Joan Cruz hoy está más afuera que adentro del Monumental, en otro lío de interpretación de cláusulas. Eso sí, ambos juveniles reclaman falta de oportunidades del cuerpo técnico albo. Ante este escenario, surge preguntarse por qué los jugadores prefieren irse del Cacique: ¿El proyecto no es lo suficientemente atractivo? ¿Es culpa de Daniel Morón, el director deportivo?
La responsabilidad de Daniel Morón
Justamente, el rol del exarquero ha sido muy cuestionado por estos días. Y no es la primera vez que le pasa desde que llegó a Blanco y Negro. Como responsable de la gerencia deportiva, una de sus principales tareas es velar y asegurar el patrimonio del club, a través de una buena gestión de los contratos de los jugadores. Sin embargo, la mayoría de los futbolistas que han salido de Pedreros últimamente lo hicieron en calidad de libres, es decir, sin dejarle un solo peso a la institución. Cualquiera sean los motivos, lo que está claro es que el club y el ejecutivo fueron incapaces de defender el capital del actual campeón del fútbol chileno y de convencer a los fugados.
Quienes han trabajado con el portero ganador de la Copa Libertadores en 1991 aseguran que el Loro maneja aspectos positivos del puesto como la imagen y la seriedad que debe proyectar, pero advierten que desconoce otras áreas fundamentales y más específicas, que tienen que ver con elementos técnicos y legales, por ejemplo, la elaboración de las cláusulas y detalles contractuales. Se trata de conocimiento que no se adquiere de un día para otro.
Pese a lo anterior, es cierto que no hay una explicación única y que la responsabilidad no recae al ciento por ciento en una sola persona. La respuesta a la crisis es multifactorial y obedece a una serie de razones en las que se cruzan también el dinero, los planes institucionales y las expectativas del futbolista. “No es un fenómeno de este año solamente. Cuesta mucho que los jugadores se identifiquen con el club, están una o dos temporadas y terminan siendo siempre de paso, hay mucho recambio. Y efectivamente Colo Colo se ha despotenciado, en vez de pensar en ir a competir por un torneo internacional”, dice Leonel Herrera Silva, exdelantero albo.
El autor del tercer tanto albo en la inolvidable final de la Copa Libertadores de 1991 se resigna a que la diferencia económica es abismal. “Hay que partir de la base de que no tenemos ninguna posibilidad de competir con Argentina y Brasil, ni siquiera nos acercamos a pelearles algún refuerzo. Y si a Lucero le ofrecen un proyecto atractivo donde sabe que va a ser protagonista, lógicamente le va a interesar”, afirma sobre la partida del delantero a Fortaleza. Eso sí, advierte: “Si hay un compromiso adquirido, hay que respetarlo”.
Para Leonardo Véliz, otra figura destacada de la historia alba, la situación le causa cierto grado de intriga. “Es muy extraño lo que pasa. En mi época, uno de los sueños era jugar en Colo Colo y de ahí pasar a la Selección. Me pregunto si Colo Colo perdió jerarquía. Yo creo que no con la historia, pero sí en la gestión administrativa”, establece.
En ese sentido, pone de ejemplo algunos casos. “Hace algunos años partió Rabello, ha habido otros cabros que se han ido. Y, ahora por lo que veo, Daniel (Morón) estaría un poco en tela de juicio con su gestión de seducir a los jugadores”, cuestiona. O, más recientemente, el de Martín Rodríguez, quien activó una módica cláusula de salida a menos de seis meses de llegar al club.
El proyecto deportivo
Justamente, esa seducción está relacionada con el proyecto deportivo de Colo Colo. Herrera cree que “es un todo, porque cuando le renuevas a un jugador hay que presentarle un proyecto atractivo, donde se muestre, en el caso de Colo Colo, el deseo de progresar internacionalmente. Pero lamentablemente eso es un problema de todos los clubes. Basta con ver los equipos chilenos en competencias internacionales. Entonces, cuando aparecen ofertas, que ofrecen esa proyección afuera, los jugadores terminan tomándolas. Pasó con Opazo o el mismo Suazo, que en su mejor momento, optó por no continuar”.
Una opinión similar tiene Carlos Caszely, quien en varias entrevistas ha sido crítico de estas situaciones. “Colo Colo tiene la obligación de pelear campeonatos nacionales, pero en Libertadores no tenemos ninguna posibilidad. Es engañar a la gente cuando dicen que vamos a ir a ganar la Copa Libertadores”, indicó en declaraciones a Directv.
Dinero y representantes
En tanto, Véliz, cuyo mayor éxito como DT fue el tercer lugar en el Mundial Sub 17 de 1993, va justamente al aspecto formativo y recuerda un informe que llegó a sus manos hace algunos años. “Tengo un informe de 33 páginas de la Casa Alba que realizó un profesor, donde destaca cuáles las aspiraciones de los juveniles. La primera era jugar por Colo Colo seis meses, darse a conocer y partir a Europa; luego, vestir ropa de marca, tener un auto nuevo de 18 palos para arriba y la última era casarse con una chica rubia. Yo creo que en estos años algunas cosas han cambiado, pero al parecer otras no. Es cosa de ver el caso de Luciano Arriagada”, revela.
Para el Pollo estar en el cuadro popular es como jugar en la Selección, por el grado de exposición y comodidades que tienen los futbolistas. “Hoy hay un populismo muy grande para ganarse a la gente. Con dos o tres partidos o logrando un campeonato la gente los idolatra, pero apenas ven unas monedas brillar se van. A mí me duele mucho y yo también jugué por plata, pero la diferencia es que antes había una valoración y un respeto por el lugar en que se estaba. Hoy, en cambio, el dinero es la perdición de todas las civilizaciones”, lamenta.
En tanto Caszely, carga contra los agentes. “Los jugadores están mal asesorados. Los representantes buscan juveniles, les compran un par de cosas y vislumbran con eso. Son un cáncer bastante fuertes los representantes en el fútbol. En España recién pueden tomar esa decisión a los 19 años”, expresa.
En el Monumental intentan explicar lo que sucedió en los casos de Costa, Opazo y Suazo. De ellos, el peruano era el que menos convencía a Quinteros y por eso también la oferta fue menor. A pesar de haberla aceptado en un comienzo, el jugador cambió de opinión a última hora y emigró a Alianza Lima. Mientras que el Torta también tenía todo listo y optó por arrepentirse e irse a Racing, mientras que el capitán había manifestado su idea de que su partida dejara plata al club, pero nada de eso sucedió y decidió no renovar. Eso sí, para ellos lo de Lucero fue un mazazo y todavía están intentando entenderlo, aunque saben que el factor económico fue clave para que incluso emigrara violando el contrato que tenía.
Igualmente, tanto en el caso de Lucero como en el Cruz, culpan a los representantes. “Mientras las cosas no estén firmadas, todo es incertidumbre. Si hay un buen ejemplo de ello, es este año. Aun peor, incluso las cosas que están firmadas son incertidumbre”, reconoce un miembro de la mesa.
La continuidad de Quinteros
Leonel Herrera Silva se muestra preocupado por Gustavo Quinteros. “Él queda una posición muy incómoda y me atrevería a decir que hasta su continuidad está en peligro. Porque la gente va a exigir, él hoy es idolatrado, pero si pierde cuatro o cinco partidos o queda eliminado en primera ronda de la Libertadores, los ánimos son distintos y el crédito se va terminando”, plantea.
A pesar de la inquietud del hijo de Chuflinga, en Macul aseguran que el DT está tranquilo ante el complejo escenario. Sin embargo, aquella versión dista mucho de lo expresado públicamente por Gustavo Quinteros cuando volvió a Chile, hace una semana. “A mí, como entrenador y tras haberlos conocido, me da mucha pena y dolor que se fueran jugadores importantes que no debieron salir. Por distintos motivos se fueron y ahora va a costar reemplazarlos con jugadores con un nivel parecido o mejor”, advirtió el argentino nacionalizado boliviano.
Desde la concesionaria apuntan a cumplirle con las peticiones que ha hecho el estratega y garantizan que el plantel no se va a despotenciar. Prometen jerarquía. No obstante, si la situación no mejora en el corto plazo, en el Monumental hay quienes sostienen que el DT evaluará su continuidad, ya que maneja un par de propuestas desde el exterior, pero que aún no se ha sentado a analizar en profundidad.
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