Porto Alegre inundado por un mes, más lluvias, ola de fake news y el golpe para Lula: las claves para entender la tragedia de Rio Grande do Sul
Desde finales de abril, ese estado brasileño sufre una catástrofe climática que ha cobrado la vida de 149 personas y ha dejado al 85% de los municipios en estado de emergencia debido a las históricas inundaciones. Y el pronóstico climático para las próximas horas aumenta la preocupación, ya que se proyecta el regreso de las lluvias.
La situación en Rio Grande do Sul empeora con el pasar de las horas. El nivel del lago Guaíba, en Porto Alegre, subió 0,42 m en 24 horas, alcanzando 5,20 m en la mañana de este martes, para aumentar a 5,22 m en la tarde. Con la elevación del nivel de la inundación y la formación de olas en el lago, el barrio de Lami, en el extremo sur de la ciudad, tuvo que ser evacuado, según informó el diario Folha de Sao Paulo. Y entre la tarde y la noche de esta jornada el lago debería alcanzar su nivel máximo de entre 5,3 y 5,5 metros, según las estimaciones del Instituto de Investigaciones Hidráulicas (IPH) de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul (UFRGS).
“Todo depende de las condiciones (meteorológicas y de infraestructura). Viento, lluvia, si las estaciones (de bombeo de agua) están en funcionamiento. Son variables que perjudican la modelización. Hay incertidumbre. Pero esa es la expectativa”, explicó el profesor Fernando Dornelles, del IPH, en declaraciones al portal G1 de Globo.
Desde finales de abril el estado de Rio Grande do Sul sufre una catástrofe climática que ha cobrado la vida de 149 personas. La cifra llega a 446 ciudades afectadas. Y el pronóstico climático para las próximas horas aumenta la preocupación, ya que se proyecta el regreso de las lluvias para este viernes.
Bajo ese escenario, el Palacio de Planalto informó que este martes a las 15.00 el Presidente Luiz Inácio Lula da Silva anunciaría medidas relacionadas con Rio Grande do Sul. Finalmente, el mandatario pospuso el evento en Brasilia, el que se concretará este miércoles en Porto Alegre. “El objetivo es buscar acercar aún más el gobierno a la población de Rio Grande do Sul, luego de que otros dos eventos con acciones fueran realizados en Brasilia”, apuntó Folha de Sao Paulo. Oficialmente, el Palacio do Planalto afirma que el aplazamiento se produjo porque el mandatario pretende invitar a representantes de los demás poderes del Estado, agregó el periódico.
A continuación, algunas de las claves para entender la catástrofe climática que golpea el sur de Brasil.
Balance de víctimas y afectados
Según el informe de Defensa Civil, actualizado este martes, hay 79.494 personas repartidas en 700 albergues, 538.245 desplazados y 2,1 millones de afectados, de un total de 10,88 millones de habitantes del estado, que corresponde al 19,47% de la población. El número de muertes llegó a 149, con 112 informes de personas desaparecidas. El trabajo integrado de las Fuerzas de Seguridad federales, estatales, municipales y voluntarios dio como resultado el rescate de 76.483 personas y 11.002 animales. En estas acciones se utilizan más de 4.400 vehículos, 41 aviones, entre helicópteros y aviones, y 340 embarcaciones.
Los primeros vuelos extra de la red aérea de emergencia para Rio Grande do Sul comenzaron a llegar al interior del estado. Desde el sábado, Gol, Latam y Azul operan vuelos a Passo Fundo, Santo Ángel y Caxias do Sul. Desde el inicio de las operaciones de socorro a la población afectada por las fuertes lluvias e inundaciones en Rio Grande do Sul se han completado más de mil horas de vuelo, informó el lunes la Sala de Situación, coordinada por el ministro de la Casa Civil, Rui Costa.
Asimismo, la Fuerza Nacional del Sistema Único de Salud (SUS) prestó 1.629 atenciones a damnificados por las inundaciones en Rio Grande do Sul en una semana. Se instalarán tres nuevos hospitales de campaña en Porto Alegre, São Leopoldo y en un tercer municipio por definir.
Porto Alegre inundado más de un mes
Las lluvias que volvieron a caer durante el fin de semana tanto en Porto Alegre como en la región de la meseta del interior de Rio Grande do Sul provocaron un aumento del nivel del agua del lago Guaíba, que superó los 5 metros. Folha de Sao Paulo recuerda que cualquier valor superior a 3 metros se considera inundación. Esta última comenzó el día 3.
Por lo tanto, la tendencia es que este martes nuevas inundaciones azoten la capital de Rio Grande do Sul. Con este nuevo peak, la situación tiende a ser más grave que en 1941, cuando la ciudad estuvo inundada durante 32 días.
El profesor Rualdo Menegat, del Instituto de Geociencias de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul, dijo a Folha que es difícil predecir cuánto tiempo la región metropolitana permanecerá bajo el agua. Con las nuevas lluvias, nuevas zonas comenzaron a sufrir inundaciones. “La situación de inundaciones continúa y no hay señales de que vaya a revertirse en los próximos días”, afirma.
El experto señala que el fenómeno de 1941 solo tuvo un peak, a diferencia de lo que ocurre ahora. “Como el fenómeno continúa, existe el riesgo de que se produzcan nuevos peaks antes de un flujo más acelerado”, advierte.
En tanto, el hidrólogo del Centro Nacional de Monitoreo y Alertas de Desastres Naturales (Cemaden), Leandro Casagrande, evalúa que, tras el impacto de la segunda ola de lluvias y el peak de Guaíba, la altura del agua debería comenzar a disminuir a partir de este miércoles, en un proceso de vaciado del proceso que debería durar al menos 20 a 30 días. “Si bien las consecuencias de la segunda ola están llegando a su fin en la región capitalina, este efecto aún no ha llegado al extremo sur, hacia Río Grande y Pelotas”, advirtió el experto citado por el diario Globo.
Pronóstico de más lluvias
Este sombrío escenario se ve potenciado por los pronósticos del tiempo que vaticinan la llegada de más lluvias. Entre el jueves y el viernes, la previsión indica el regreso de las precipitaciones en el estado, aunque al principio sin volúmenes importantes. Esto se debe al paso de un nuevo sistema frontal, que provocará volúmenes de lluvia que pueden estar acompañados de tormentas y ráfagas de viento en la región, especialmente en Santa Catarina y Rio Grande do Sul, afirma el Instituto Nacional de Meteorología.
El boletín también pronosticó el clima para el estado del 21 al 29 de este mes. Según los datos, habrá precipitaciones que podrían superar los 90 mm en el centro-este de Rio Grande do Sul y Santa Catarina, así como en el sur de Paraná.
Lula y pedido a ministros
Lula convocó a una reunión extraordinaria con los 38 ministros este lunes para discutir las medidas adoptadas por el gobierno federal en respuesta a las fuertes lluvias que azotan el estado de Rio Grande do Sul. “Recuperar ese estado será difícil, pero es nuestro compromiso dejar Rio Grande do Sul como estaba antes de la lluvia”, destacó el presidente brasileño.
Según O Globo, el mandatario ordenó a los asistentes que solo viajen a Rio Grande do Sul si tienen una acción concreta que anunciar. Lula afirmó que los ministros no deberían ir al estado solo para visitar institucionalmente las zonas afectadas por las inundaciones.
Al respecto, el ministro de la Casa Civil, Rui Costa, confirmó que el gobierno instalará una autoridad federal en Rio Grande do Sul hasta el fin de la calamidad que azota al estado desde el 29 de abril. El objetivo es tener alguien que represente al gobierno federal en el estado “al menos durante los primeros meses”. Según el ministro, el nombre de la persona que asumirá el cargo será anunciado este miércoles por Lula.
“Entonces, esta reunión es para eso, es para que tengamos el gobierno en su conjunto, para tener toda la información de lo que está pasando y cada ministro que va a hablar o cada ministro trata de decir siempre lo mismo que está pasando, sin decir cosas que no están sucediendo, inventando cosas que aún no has discutido. En otras palabras, no es posible que cada uno de nosotros que tiene una idea la anuncie públicamente”, afirmó Lula al inicio de la reunión, asegura el periódico.
Fake news y bolsonaristas
Una parte del encuentro también estuvo dedicada a hablar sobre las fake news creadas sobre la inundación, problema presentado por el ministro de la Secretaría de Comunicación Social, Paulo Pimenta. Los colaboradores del presidente reconocieron que muchas de las publicaciones falsas terminan calando entre la población. Los ministros abandonaron la reunión con la valoración de que el gobierno se enfrenta a una “guerra de comunicación” y que existe una cadena profesional de desinformación contra el gobierno, apuntó O Globo.
Al respecto, una investigación del diario carioca encontró al menos 20 noticias falsas diferentes que circularon durante este período, amplificadas por políticos y artistas. Solo las publicaciones originales tuvieron 13,46 millones de visitas, según datos públicos de las plataformas.
Ante la propagación de estas fake news, el gobierno federal lanzó el domingo pasado una campaña de concientización. La semana pasada, el Palacio de Planalto ya había solicitado a la Policía Federal abrir una investigación contra el diputado federal Eduardo Bolsonaro, el senador Cleitinho Azevedo y el influencer Pablo Marçal por publicaciones sobre las lluvias. El hijo del expresidente Jair Bolsonaro afirmó que Lula recién tomó medidas después de cuatro días de lluvia. La publicación se produjo tres días después de que el gobierno reconociera el estado de calamidad y comenzara a asignar recursos.
“Lo que enfrenta el gobierno es un torbellino de noticias falsas, difundidas por sus oponentes políticos, vinculadas al bolsonarismo”, comentó a La Tercera Sylvio Costa, periodista brasileño y fundador del periódico especializado Congresso em Foco.
El propio Lula reconoció que las noticias falsas están en el centro del proceso de polarización que se ha apoderado del país en los últimos años. “Esta polarización se debe a que por un lado tienes una parte de la sociedad que actúa de manera civilizadora, respetando los derechos de los demás, los derechos de cada persona, siempre y cuando no haya intromisiones en la vida de los demás, y por el otro un grupo de personas que viven de la ligereza”, analizó durante una conversación con el programa radial Bom Dia.
Ayuda económica
Este lunes, el gobierno federal anunció la suspensión por tres años de la deuda que Rio Grande do Sul tiene con la Unión, liberando 11.000 millones de reales (US$ 2.145 millones) para un fondo de reconstrucción del estado. Además se condonarán 12.000 millones de reales (US$ 2.340 millones) en intereses sobre el total de la deuda.
Las medidas ahora presentadas se suman a los 50.900 millones de reales (US$ 9.925 millones) que habían sido asignados -incluyendo anticipos en programas sociales y liberación de crédito para Rio Grande do Sul- y los 12.100 millones de reales liberados por la Medida Provisional para que diversos órganos federales realicen acciones necesarias para atender a los municipios, precisó el Palacio de Planalto. Así, el gobierno federal ya asignó más de 70.000 millones de reales (US$ 13.650 millones) a Rio Grande do Sul.
“No descansaremos hasta que Rio Grande do Sul esté 100% en pie, vendiendo y prestando el orgullo del pueblo gaucho a todo Brasil”, destacó Lula durante el anuncio de las medidas, en una reunión virtual con el gobernador del estado, Eduardo Leite, y representantes de los Tres Poderes.
Bancos y consultoras económicas citadas por el diario O Estado de Sao Paulo estimaron que la tragedia en Rio Grande do Sul podría restar hasta 0,4 puntos porcentuales al crecimiento del PIB de Brasil este año.
Impacto político para Planalto
Según Folha de Sao Paulo, la tragedia de Rio Grande do Sul trastocó la estrategia de comunicación predefinida por el gobierno y, molesto por la reacción de la oposición a las medidas federales, Lula planea acciones en respuesta a las críticas.
Los miembros del gobierno admiten fallos a la hora de afrontar la crisis, especialmente en comunicación. La principal queja planteada por Lula a sus allegados es que el Ejecutivo federal no logra obtener el reconocimiento de las acciones adoptadas, apunta el periódico paulista.
Aunque considerada un desafío, la reacción a la tragedia en el sur también es vista por una parte del gobierno como una forma de acercar a Lula a una parte de la población refractaria a su gestión.
La encuesta de Quaest publicada la semana pasada mostró que Lula tiene un 33% de valoraciones positivas, el mismo 33% de opiniones negativas y un 31% de opiniones regulares. Los resultados muestran estabilidad con relación al sondeo anterior, realizado en febrero, que registró 35%, 34% y 28%, respectivamente.
Quaest también pidió su opinión sobre la evaluación del trabajo que está haciendo el presidente en este tercer mandato: el 50% aprueba el trabajo de Lula, frente al 51% en el sondeo anterior, y el 47% lo desaprueba, frente al 46% en febrero.
Este lunes se publicó un nuevo tramo de la encuesta que muestra que Lula tiene el 46% de la intención de voto para las elecciones presidenciales de 2026, y el gobernador de São Paulo, Tarcísio de Freitas, el 40%. Aún según el sondeo, más de la mitad de los entrevistados (55%) respondieron que Lula ya no merece una oportunidad como presidente en 2026, mientras que el 42% piensa lo contrario.
A propósito de este sondeo, el columnista de O Estado de Sao Palo Fabiano Lana escribió: “La única manera de que Lula recupere su popularidad es reconquistar el centro”. “En un momento histórico de posiciones políticas cristalizadas en todo Brasil, lo único que le queda al gobierno es intentar seducir nuevamente a los votantes moderados”, señaló.
En el mismo periódico, la columnista Eliane Cantanhêde también se refirió a la última encuesta. “Quaest es mala para Lula y terrible para Bolsonaro. Y el centro, ¿está muerto?”, se preguntó. Y su análisis al respecto es que el sondeo “indica una mayoría contraria a un cuarto mandato del presidente, pero aún por delante de sus rivales, mientras que el rechazo a Bolsonaro alcanza el 54%”.
“Moraleja de la historia: dos años y medio antes de las elecciones, una eternidad en la política, la polarización se cristaliza, los nombres saltan a la vista, se confunden y no hay alternativas. Brasil siempre ha sido un país de centro, pero ¿dónde está el centro? ¿Murió sin llanto ni vela?”, concluyó.
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