Poyet se llena de marcas negativas en la UC: los números y las críticas le caen encima al técnico cruzado

Gustavo Poyet, en el partido entre Palmeiras y la UC
Gustavo Poyet, en el partido entre Palmeiras y la UC (Foto: AFP)

La eliminación de la Copa Libertadores frente a Palmeiras añade una decepción más a la gestión del uruguayo en el equipo de Las Condes. Los cruzados suman 472 minutos sin anotar goles y siete partidos sin victorias. El uruguayo se acerca a los peores registros del club.


Universidad Católica se despide de la Copa Libertadores. El equipo cruzado cae en Brasil y le dice adiós a su principal aspiración para esta temporada. Palmeiras, el monarca vigente del torneo, ni siquiera tuvo que esforzarse demasiado para marcar diferencias sobre el tricampeón chileno y conseguir un 2-0 que lo pone en los cuartos de final del certamen. El equipo de San Carlos, en tanto, empieza a profundizar un registro negro. La UC ya no gusta, tampoco gana, perdió la contundencia ofensiva y las miradas, naturalmente, se centran en la gestión del técnico Gustavo Poyet, quien opta por reconocer a sus dirigidos y por marcar las diferencias entre un plantel y otro. Ni bien termina el partido en Sao Paulo, el técnico se transforma en el foco de las críticas de los hinchas.

Las cifras justifican el malestar de los fanáticos. Si bien por el nivel del rival la eliminación no puede considerarse sorpresiva, el traspié viene a sumarse a un registro nefasto, que deja en mal pie al entrenador. Los cruzados acumulan 472 minutos sin anotar, en cinco partidos seguidos han sido incapaces de marcar goles y, lo más grave, acumulan siete partidos sin ganar. Si no vencen a O’Higgins este fin de semana en San Carlos de Apoquindo, añadirán otra triste e inédita marca a la historia del club estudiantil.

Poyet se encamina peligrosamente a quedar entre los peores técnicos de la historia del club. Ya es el peor extranjero desde la gestión de Julio César Falcioni y los números lo acercan a los del argentino Óscar Garré, a quien las estadísticas señalan como el de peor productividad, incluidos los adiestradores chilenos. El transandino resistió apenas nueve encuentros en el Apertura de 2004: dos triunfos y siete derrotas.

Asta-buruaga y Pérez se consuelan tras la eliminación en la Copa
Asta-buruaga y Pérez se consuelan tras la eliminación en la Copa. (Foto: AFP)

“Poyet no ha respondido”

Marco Cornez, histórico guardameta cruzado, se inquieta. “Es muy preocupante. La UC nos tenía acostumbrado a otro tipo de juego. Poyet ha querido implantar su sello y no ha encontrado el equipo para desarrollar su modelo. Era importante la calidad de jugadores y el momento que estaban viviendo. Yo pienso que el sistema que ocupa Poyet es bastante antiguo. Por lo general ocupa dos nueves, pero a esos dos nueves hay que alimentarlos. Si están paralelos, va a ser difícil aprovecharlos. Hoy, la UC es un equipo que perdió la esencia. Y que empezó a caer en un pozo”, sostiene.

La observación del exguardameta toca a figuras puntuales que han perdido importancia. “Hay jugadores que han perdido confianza, como Saavedra o Aued. Ellos sostenían al equipo. Se intercambiaban posiciones a la hora de avances. Eran volantes más mixtos. Eso, lamentablemente, se perdió, por tener un equipo muy contenido. Los equipos se van echando a perder porque las manos son malas”, enfatiza Cornez.

El ex golero es categórico. “Acá, Poyet no ha respondido a sus pergaminos. Ha hecho muchos cambios. No se ve un equipo estable. No es cierto que todos puedan jugar. Si la prioridad del club son los jóvenes, su labor es fantástica, pero si le piden rendimiento, y a nivel internacional, no alcanza”, explica.

Finalmente, repara en un detalle que considera clave. “La salida de Dituro es súper importante. Era un arquero importante, que se hacía sentir en el equipo y frente a los rivales”, dice.

Mientras, Juan Carlos Almada, goleador de la Copa Libertadores de 1993, recoge el malestar de los aficionados. “Tengo que ser respetuoso, porque estoy a distancia, pero, por lo que escucho, la gente no está contenta. No puedo hablar como hincha, porque soy entrenador también. Haber pasado una primera fase de Copa Libertadores, que hace mucho que la UC no lo hacía, es dar un paso. Si me preguntas cómo vi al equipo, en el último partido ante Palmeiras, no lo vi bien, pero no me parece justo analizar a Poyet. La UC tiene que intentar ser protagonista en el Campeonato y hacer bien las cosas para estar en la próxima Copa Libertadores, donde tiene que dar un par de pasos más. Por el club, por la historia, por el respaldo de la gente. Ahora no queda otra que abocarse al torneo local. Y revisar los errores que se han cometido para no llegar más allá de los octavos de final en la Copa, de manera de que el próximo año se le pueda dar una alegría a la gente”

Diferencia inexplicable

Luka Tudor, campeón con la UC en 1987 y ganador de la Copa Intercontinental con los estudiantiles en 1994, intenta dimensionar en una medida justa las responsabilidades. “Hay que ver el rival con el que se quedó en el camino. En el partido de ida, Católica tuvo muchas ocasiones de gol. Poyet no las puede embocar. En el segundo, no tuvo. Me encantó Palmeiras, quizás no es el fútbol que me gusta, pero es muy sólido. Tiene jugadores de muy buen nivel. Esa parte la dejaría un poco fuera, porque es un rival que tiene opciones de ser campeón”, parte diciendo el goleador.

Sin embargo, termina poniendo el foco en los desniveles que muestra la campaña estudiantil a nivel local, un plano en el que sí se le deben plantear exigencias. “Me llama la atención la diferencia entre cómo juega la UC a nivel internacional y cómo lo hace a nivel nacional, a veces. Es demasiada y hay que ver de qué depende. Si del técnico, de los jugadores y en qué porcentaje. Está bien que la Copa motive, pero hay ciertos partidos a nivel local en que no se ha jugado bien”, sentencia.

Tudor se anima a fijar un hito para explicar el decrecimiento en el nivel de juego de los estudiantiles. “Siento que la autocrítica está de parte de Poyet y de los jugadores. A mí me sigue pareciendo que desde la partida de César Pinares la UC, primero Holan y ahora con Poyet, está jugando peor. Luego, en la Copa hizo buenos partidos y le ganó a rivales complicados. Lo eliminó el campeón de la Copa, un equipo que, si bien no es vistoso, juega muy bien y tiene jugadores de primer nivel. La diferencia de plantel es notoria”, añade. Por eso, si bien reconoce falencias, el exdelantero evita ser tajante. “En el Campeonato Nacional hay que mejorar, aunque en puntaje está metido en la pelea. Se le pidió la Supercopa y la ganó, avanzó en la Copa y en el Campeonato se le pidió el título y está ahí”, sostiene.

Lo concreto es que hoy la UC está fuera de la Copa Libertadores y, además, quedó tempranamente eliminada de la Copa Chile. Solo tiene el torneo nacional para concentrarse en un objetivo primordial para el club: el tetracampeonato. Si el equipo se afirma y vuelve a ser el más dominante del fútbol chileno, seguro que casi nadie recordará las críticas a Gustavo Poyet.

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