Presidente del Colegio de Profesores: “Si para disminuir la brecha escolar pondrán en riesgo la vida, están equivocando las prioridades”
El gremio ha hecho pública su férrea oposición a la última modificación sanitaria, que permite el retorno de las clases presenciales en las comunas que estén en fase 4. Mario Aguilar, representante de la instancia que congrega a 65 mil docentes, afirma que no es posible volver a los colegios hasta que existan garantías sanitarias y que hay mucho por delante para llegar a esa etapa.
La semana pasada el Ministerio de Salud eliminó la restricción a las clases presenciales para las comunas que se encuentren en fase 4, donde los colegios ya no necesitarán un autorización sanitaria, sino solo el visado de cada seremi de Educación. No se trata de una reapertura automática y masiva de los colegios, pero sí el primer paso hacia el desconfinamiento educacional.
El Colegio de Profesores rechaza estas medidas. Su presidente, Mario Aguilar, es enfático en señalar que ponen en riesgo a los estudiantes y que, para que el retorno sea seguro, queda bastante camino que recorrer en materia de cambios al interior de los establecimientos. Por ello, llama a fortalecer las clases a distancia este año y preparar los recintos para un eventual retorno durante el próximo o cuando estén las condiciones.
-El Colegio de Profesores lanzó una campaña advirtiendo riesgos por el regreso a clases, ¿qué los motiva?
Queremos crear conciencia respecto al riesgo que conlleva regresar a las clases presenciales. Es riesgoso e irresponsable que el Gobierno fuerce el retorno a clases en circunstancias que claramente no están para eso. La experiencia de otros países y el estudio de una doctora de la Universidad de Valparaíso, demuestran que los colegios son lugares de alto riesgo de contagio. Aunque el Gobierno diga que los niños no son vectores del virus, sí lo son. El 8% de los contagiados de Covid-19 son menores de 19 años, lo que corresponde, técnicamente, a la población escolar. De ese porcentaje han fallecido 51 jóvenes, tomando en cuenta que se trata de cifras en relación con colegios que están con clases suspendidas y movilidad reducida de los menores. Le pregunto al Gobierno, al ministro de Educación y al ministro de Salud: ¿están en condiciones de garantizarnos que, si volvemos a clases presenciales ahora, no habrá más contagios, expansión del virus y personas que fallezcan porque se generó contagio desde los colegios? Yo creo que no.
-El ministro de Educación dijo que el regreso a la modalidad presencial sería en las comunas que estén en fase 4, ¿está de acuerdo con esa medida?
No. Hablamos con el Colegio Médico y sus expertos consideran que eso no debiese ocurrir hasta la fase 5 y que hacerlo durante la fase 4 es muy arriesgado. Por otro lado, nos parece engañoso hablar de las cifras por comunas, porque en Chile es muy raro que todos los miembros de la comunidad educativa residan en la misma comuna, lo normal es que los educadores, asistentes o alumnos se trasladen y eso activaría un nivel de movilidad muy fuerte. El ministro, cuando habla de condiciones, sitúa todo el problema dentro de la dinámica escolar. Pero leímos el plan y tiene varios problemas, no toma en consideración puntos tan importantes como el traslado de los alumnos. Se queda corto en las condiciones que plantean deben tener los colegios.
-Usted está en desacuerdo con que se regrese a clases sin condiciones sanitarias, ¿qué condiciones cree que se deben cumplir?
Primero, debe haber un control sobre la pandemia y ahora estamos muy lejos de eso. A pesar de existir una leve mejoría, Chile sigue estando entre los países con tasas de contagio y muertes, en relación con el número de habitantes, más altas del mundo. Segundo, en los colegios se deben tener condiciones de infraestructura y materiales de las que estamos lejos también. Tercero, tiene que existir un plan para el transporte de los alumnos y todos quienes componen el funcionamiento de un colegio, ya que la gran mayoría se mueve en transporte público. Nos parece de altísimo riesgo que, al sistema de transportes, que ya enfrenta problemas por la pandemia, se le sumen millones de personas haciendo uso de ello. En ninguno de los tres puntos existe la correcta preparación como para retornar a las clases presenciales.
-¿Se debería esperar una vacuna para volver?
No. Creemos que el sistema se debe preparar con tiempo, la idea es tener un control de la pandemia mucho mejor que el que tenemos actualmente.
-¿Como Colegio de Profesores tienen alguna propuesta para el regreso a clases?
Creemos que hay que trabajar en fortalecer y mejorar los formatos de educación a distancia. Somos conscientes de que existe un grupo considerable que tiene problemas para conectarse y darle continuidad al formato online, por lo que hay que generar más instancias de ayuda para esas familias, como apoyos económicas y conexión a internet sin costo. Hay recursos en el Ministerio de Educación que podrían destinarse para eso. Por ello, se debe terminar este año poniendo el foco en mejorar y cubrir las necesidades de las clases a distancia y preparando la infraestructura, materiales, transporte y todas las condiciones para volver de forma segura en el futuro.
-¿Descarta volver este año?
Es muy difícil. No es una idea propia, sino que así lo señalan los especialistas. No queremos poner ninguna fecha, cualquiera puede quedarse larga o corta. Nosotros hablamos de condiciones óptimas para hacerlo, que de momento no existen y se ve complejo que estén este año.
-Más allá de la fecha en que retornen las clases, el Mineduc advierte que hay consecuencias negativas por no reabrir los colegios, como la deserción y la brecha escolar. ¿No cree que esos sean riesgos?
Esa situación ya se está produciendo, no se puede poner el contexto educativo desconectado del contexto general. En este momento hay 160 países con las clases presenciales suspendidas, todos tienen impacto económico, educacional y sanitario, por lo que decir que acá hay un impacto es como descubrir América en el mapa. ¿Cuál es la novedad? es una obviedad. El tema es cómo lo enfrentamos una vez que se recupere la normalidad, cómo se va a nivelar a los alumnos y minimizar al máximo el impacto que esto ha tenido. Si para disminuir esa brecha y/o combatir la deserción pondrán en riesgo la vida y salud de las personas, por supuesto que están equivocando las prioridades. Esto se parece a la mentalidad de “no se puede afectar la economía por estar salvando vidas”; la vida y la salud es lo primero. La pérdida educacional es lamentable y dolorosa, pero se pueden generar estrategias para equipararlo. En cambio, una vida humana no se puede recuperar.
-El ministro de Educación dijo: “Uno quisiera ver al Colegio de Profesores trabajando con las comunidades en que se generen los aspectos clave para abrir las escuelas. (…) Esto es apelar a un mínimo de trabajo con objetivos comunes”. Se entiende que hace referencia a que no están aportando, ¿cree que es así?
No, es muy injusta la apreciación del ministro. Desde el primer día hemos estado trabajando y aportando constantemente, mediante propuestas y ofreciéndonos para trabajar. Tenemos colegas que desde que esto comenzó han trabajado el doble o triple de lo que hacían normalmente. Hemos propuesto una mesa de trabajo desde hace más de tres meses. El Gobierno se ha negado a eso, cuando se ha demostrado que aquí existe proactividad y disposición a trabajar. Extiendo la invitación al ministro Raúl Figueroa a que, en lugar de andar peleando, forzando y atacando al Colegio de Profesores, formemos una mesa de trabajo y trabajemos todos juntos por mejorar la conectividad de los estudiantes y las condiciones para disminuir la crisis. No es peleando con nosotros que resolverá el problema educacional, todo lo contrario, debe escuchar lo que tenemos para decir los profesores y profesoras. Al Gobierno le gusta venir, presentar las maravillas de sus planes y que le digamos “yes sir”. No haremos eso, hay que conversar para llegar a soluciones.
-El ministro ha dicho que nunca ha escuchado de usted decir que es importante que los niños no pierdan clases, ¿cree que es importante?
Está pidiendo una declaración que es una obviedad. Entiendo que él es abogado, si fuera parte de esto entendería que es algo demasiado obvio. Estamos de acuerdo en lo esencial que son las clases y el rol fundamental de la escuela, lógicamente, es nuestro mundo y vivimos de eso. ¿De qué le sirve no escuchar a los profesionales de la educación y a los apoderados? Creo que se ha equivocado rotundamente en su estrategia. Nosotros solo queremos resguardar la salud y seguridad de nuestra gente. El trabajo y las propuestas que hemos realizado buscan eso.
-Si este año no hay regreso a clases, ya sea por decisión del Mineduc o por oposición de los apoderados, ¿cómo se puede recuperar este año perdido?
Una vez que se retomen las clases, que ojalá sea en 2021, hay que hacer mucha adecuación curricular y nuclearización, que consiste en integrar contenido entre un año y otro. Si un alumno hoy está en 7° y el próximo año en 8°, este último curso será una adaptación de los contenidos de ambos cursos, una suerte de “2x1” para que se entienda de forma simple. Esto debe ser una integración de contenido, no simplemente una poda de contenidos como lo planteó el Ministerio de Educación. La idea es nivelar y complementar.
-En otro tema, Providencia y Las Condes habilitarán colegios como guarderías, a cargo de profesores, ¿qué le parece esa decisión?
No podrá ser con los profesores de la planta docente, puesto que ellos deben continuar atendiendo a sus estudiantes a distancia. Además, no es parte de su contrato ni les corresponde hacer funciones de guardería. Me imagino que contratarán personal para ello. Sin embargo, no es bueno abrir los colegios, se corre el mismo riesgo que para las clases presenciales.
-La apertura de guarderías respondería a una necesidad de familias que no tienen con quién dejar a sus hijos, ¿han propuesto algo para resolver ese problema y no abrir los colegios?
Las familias que no tengan la posibilidad de dejar a sus hijos al cuidado de un adulto deberían tener un apoyo estatal, para que no deban salir de sus hogares. Hay que identificar quiénes requieren ese apoyo y en lugar de dirigir recursos a la apertura de colegios y guarderías, otorgárselos a los que lo necesitan. Hay que hacer todo lo posible para disminuir el número de contagios y garantizar la seguridad de las familias y sus hijos.
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