Presos políticos: La eterna polémica que complica al gobierno y la reprimenda a Vega por las directrices que no siguió
A una semana de la salida de libreto de la ministra Marcela Ríos (Justicia), quien relativizó que Celestino Córdova fuera un preso común, su par Jeanette Vega (DD.SS) abrió nuevamente un flanco al gobierno en torno a la existencia de presos políticos en el país. Según advierten en Palacio, la ministra no siguió las instrucciones comunicacionales de la Secom y le pidieron retractarse. Sus dichos, reconocen en La Moneda, enredan los esfuerzos del Ejecutivo por avanzar en un acuerdo amplio por la seguridad.
23.00 horas, domingo 15 de mayo. La ministra de Desarrollo Social, Jeanette Vega, es entrevistada en Tolerancia Cero y emite una declaración que en La Moneda pareció un deja vú.
“Existen los presos políticos sin duda (…). Los chicos que están en prisión preventiva desde el estallido, algunos dos años, sino son presos políticos no sé qué son. La realidad es la realidad. Tenemos presos políticos, no todos, pero algunos de los presos que tienen que ver con pueblos originarios son básicamente presos políticos”, dijo la secretaria de Estado, solo una semana después de que su par de Justicia, Marcela Ríos, hubiese tenido que salir a aclarar que Celestino Córdova era un preso común, tras relativizar sus situación penal en entrevista con El Mercurio.
Esta vez, las palabras de la titular de Desarrollo Social tampoco tardaron en tener efectos en el gobierno. Las alertas se levantaron de inmediato en la Secom y en comité político. Según diversas fuentes consultadas por La Tercera PM, el director de la Secom, Pablo Paredes, le pidió rectificar a la ministra sus dichos, lo que también habría hecho el propio Presidente Gabriel Boric.
Así, pasada la 1 de la madrugada, Vega se retractó y escribió en su cuenta de Twitter: “Hay personas presas por delitos cometidos en contexto político, pero eso no es lo mismo que haya personas presas por sus ideas. En ese sentido, no cabe hoy hablar de presos políticos. Debí diferenciar y evitar el mal entendido”.
El mensaje fue delineado con máximo cuidado bajo las directrices que el lunes pasado ya había entregado la Secom sobre la materia a los ministros. Quienes conocieron de esas bajadas, aseguran que el lineamiento para aquellos secretarios de Estado consultados sobre el asunto era claro: que en Chile “no hay presos de conciencia” y, por lo tanto, no corresponde hablar de prisión política.
La performance de Vega generó incomodidad en Palacio principalmente por dos razones. Primero, porque dicen que desoyó las directrices comunicacionales de La Moneda; y, en segundo lugar, porque sus dichos se dan en momentos en que el gobierno enfrenta una crisis de seguridad inédita. Esto último, de hecho, es un flanco que volvió a reflotar con fuerza durante el fin de semana a raíz de que, en la Región Metropolitana, la ministra de Defensa, Maya Fernández, sufrió un robo en su domicilio, mientras un escolta del Mandatario fue secuestrado y baleado por delincuentes. A eso se sumaron nuevos hechos de violencia registrados en la Macrozona Sur.
Asimismo, el análisis en Palacio es que este tipo de expresiones le dan la razón a la derecha, quienes han pedido al gobierno ordenar a sus huestes y dejar de “relativizar” la violencia en el país. De hecho, esa es una de las condiciones que ha puesto la oposición a Boric para avanzar en cualquier tipo de acuerdo en materia de seguridad, como pretende el Mandatario.
Así, en el gobierno reconocen que este tipo de “errores no forzados”, enreda los esfuerzos que está haciendo personalmente el jefe de Estado para lograr un consenso que le permita contener la crisis de violencia y desplegar su agenda.
La división oficialista
La salida de libreto de Vega, en todo caso, no es aislada. La propia ministra del Interior, Izkia Siches, a pocos días de asumir, habló de la existencia de presos políticos mapuche. Sin embargo, luego aclaró que se refería a la nota de protesta con que fue recibida en Temucuicui. Por esos días, su par de la Segpres, Giorgio Jackson, también advirtió que si bien no existen presos de conciencia en Chile, sí ha habido situaciones relativas a casos de montaje como el Caso Huracán y la situación de la machi Francisca Linconao. Las declaraciones de ambos, en todo caso, fueron corregidas por el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve.
La definición sobre si hay o no presos políticos en Chile es un tema que en La Moneda reconocen que les ha generado un conflicto, sin embargo, aseguran que no hay una “pugna” interna por el uso del concepto y que el lineamiento a los ministros está claro en la materia. De todas formas, la ministra Camila Vallejo (Segegob), hoy en su vocería intentó hacer control de daños y afirmó que “como gobierno somos enfáticos en señalar que les corresponde a los tribunales de justicia calificar el estado de estas personas” y recalcó que “no tenemos presos de conciencia”. Eso sí, al igual que la ministra Vega, puso énfasis en que las prisiones preventivas de los detenidos durante el estallido social han sido muy extensas.
Lo que sí quedó de manifiesto es que al interior de los partidos oficialistas no hay un criterio único y existen diferencias. El timonel comunista, Guillermo Teillier, advirtió que “yo tengo una posición parecida (a la ministra Vega), (pero) distinto es que lo diga un personero de gobierno a que lo diga yo. Yo creo que sí hay presos políticos”. Mientras que su par del PPD, Natalia Piergentili, dijo a este medio que “la ministra Vega cometió un error en la entrevista en Tolerancia Cero. Dicho eso, salió rápidamente a aclararlo y espero que esté impasse no empañe el resto de sus planteamientos que fueron muy precisos”.
Las contradicciones en este tema empañan aún más las negociaciones que sostiene el Ejecutivo con Apruebo Dignidad y el Socialismo Democrático para tramitar un estado de excepción intermedio que permita a las FF.AA. asumir el control de rutas y carreteras, lo que sigue entrampado por las diferencias internas en la coalición oficialista.
Con todo, durante la mañana distintas figuras de la centroizquierda salieron a desdramatizar el error de Vega. En su partido, de hecho, no lo consideran “tan grave” como otros impasses que han marcado la instalación del gobierno. La oposición, por el contrario, pidió a la titular de Desarrollo Social entregar la lista de los supuestos presos políticos o, de lo contrario, presentar su renuncia.
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