Profesores y convenios: la creciente cultura de la cancelación en universidades chilenas a académicos e instituciones de Israel
En medio de la profundización del conflicto entre Israel y Hamas, diferentes comunidades estudiantiles a nivel nacional han tomado acción ante los hechos. Algunas, como la Facultad de Filosofía de la Universidad de Chile o la Usach, anunciaron el término de convenios con instituciones israelíes luego de la arremetida de los alumnos. En la Umce, en tanto, los estudiantes han tomado posturas más drásticas, llegando a pedir la desvinculación de docentes.
La más reciente de las cancelaciones -explícitas o implícitas- vividas de parte de universidades o comunidades estudiantiles de educación superior chilenas en contra de instituciones o académicos de Israel o de origen judío ocurrió el miércoles de esta semana, cuando el rector de la Universidad de Santiago de Chile (Usach), Rodrigo Vidal, anunció que el viernes de la semana pasada había participado de un encuentro abierto entre estudiantes y académicos para hablar sobre la solicitud de “quiebre de relaciones con instituciones israelíes”. Y que tras esa instancia se acordaron varias cosas, entre ellas “suspender el convenio que tenemos con dos universidades israelís” y, al mismo tiempo, solicitarles un pronunciamiento sobre el conflicto bélico.
Al día siguiente, la vicerrectora de Vinculación de la Usach, Ana María Fernández, oficializó la decisión de suspender los convenios vigentes con la Universidad de Haifa y Technion -Israel Institute of Technology”-. “Hemos solicitado a ambas universidades que nos informen sobre sus posturas internacionales, acciones realizadas y las formas en que sus comunidades universitarias abordan la guerra y los ataques hacia Palestina”, afirmó la autoridad.
La comunidad judía en Chile reaccionó este viernes a esa decisión de la Usach, acusando “intolerancia y discriminación”.
Pero lo de la Usach no es un caso aislado, dando cuenta de la creciente cultura de cancelación que están experimentando tanto universidades israelíes como académicos de ascendencia judía.
Y es que el pasado 29 de mayo un grupo de alumnos de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE) -ex pedagógico- se tomó el establecimiento alegando situaciones internas y externas durante el año académico, relacionadas a actos discriminatorios por parte de las docentes “sionistas”, según catalogaron, Gladys Briceño y Noemi Grinspum, hacia estudiantes de origen palestino. Pero también se quejaban del mantenimiento del convenio de cooperación entre la universidad y el Gordon Academic College of Education de Haifa en medio de la profundización del conflicto armado. Desapercibidas a esa altura pasaban los reclamos de temas institucionales.
“Como estudiantes del Pedagógico (sic), rechazamos enérgicamente la complicidad de la UMCE con el Estado ilegítimo e infanticida de Israel, además de exigir que se tomen medidas inmediatas y concretas respecto a lxs docentes sionistas que habitan y transgreden nuestro espacio universitario, quienes imparten activamente discursos de odio en el aula a través de sus redes sociales”, rezaba el comunicado difundido a través de redes sociales.
Y continuaba: “Tomando en cuenta lo anterior, buscamos una pronta solución frente a las problemáticas emergentes que nos afectan como comunidad estudiantil, exigiendo como toma que se tomen las siguientes medidas: cortar convenio con la Universidad “Gordon Academic College of Education” de Haifa - Israel; desligar a las docentes de la institución académica; transparentar fondos, contratos y calendarios de obras”.
La Comunidad Judía en Chile condenó “enérgicamente” la solicitud de desvinculación de los académicos. “Este discriminatorio contra judíos no solo atenta contra los derechos fundamentales de las personas, sino que también socava los valores de inclusión, respeto y diversidad. Instamos a las autoridades a tomar las medidas pertinentes para prevenir y erradicar cualquier forma de exclusión y asegurar un ambiente académico seguro”, señalaron a través de su cuenta oficial.
Mientras que debido a los cuestionamientos, la casa de estudios decidió suspender el convenio que mantenía con la institución de Israel que, tal como mencionaron, de todas maneras se encontraba inactivo. “La comunidad UMCE rechaza y condena las gravísimas violaciones a los derechos humanos que actualmente ocurren en territorio palestino, causando el sufrimiento y muerte de miles de personas civiles, en su mayoría mujeres, niños y niñas. (...) Creemos que la conversación al interior de la comunidad universitaria es condición indispensable para avanzar en una definición que exprese su voluntad. Precisamente nos encontramos en un proceso de reflexión y análisis respecto de cuáles son las relaciones que se pretenden seguir estableciendo con estas u otras instituciones de educación superior”.
En la UMCE, en todo caso, no es en la única casa de estudios donde alumnos se han manifestado en contra de docentes que, incluso sin tener ascendencia judía, hayan mostrado un guiño de apoyo hacia el Estado de Israel: una semana atrás, en la Universidad de Chile se informaba sobre el cese de un convenio que la Facultad de Filosofía y Humanidades mantenía con la Universidad Hebrea de Jerusalén luego de que estudiantes de la casa de estudios se manifestaran llamando a las autoridades a romper relaciones con planteles israelíes en condena a los ataques del gobierno de Benjamin Netanyahu en Gaza.
Filosofía, en efecto, cortó ese compromiso de colaboración y días más tarde el ambiente se tensó cuando los profesores Luis Placencia y Francisco Ábalo se pronunciaron en contra de la revocación de los convenios vigentes, alegando esto en una Carta al director en Biobío: “Que una Facultad de Filosofía y Humanidades haya comandado este olvido -como nos parece que ha hecho la nuestra, a propósito de la reciente “cancelación” emprendida por su decanato de universidades israelíes- resulta preocupante, pues revela que sus autoridades simplemente no comprenden los bienes que deben resguardar”.
Solo eso bastó para despertar el malestar de parte de un grupo de estudiantes de la facultad, quienes, según comentan cercanos al círculo universitario, iniciaron “funas” hacia los docentes por redes sociales.
Dentro de la PUC, en tanto, la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (FEUC) ha solicitado al rector Ignacio Sánchez romper los convenios que mantiene con tres universidades de Israel: la Universidad de Tel Aviv, la Universidad Hebrea de Jerusalén y el Instituto Tecnológico de Israel. “Creemos que la universidad no puede, por sus valores, seguir teniendo estos convenios”, recalcó Catalina Jofré, presidenta de la FEUC.
Más al sur, estudiantes de la Universidad de la Frontera y de la Universidad Católica de Temuco han ejercido presión para que las casas de estudio corten relación con Israel, tanto con la embajada y las instituciones académicas de dicho Estado.
La petición se concretó a través de una manifestación de la asamblea autoconvocada, en que la coordinadora estudiantil de solidaridad con Palestina emplazó a sus gobiernos universitarios. En concreto, llamaron a respetar valores, ejes de interculturalidad y respeto a las diversas formas de vida, por lo que pidieron cortar todo tipo de relaciones con Israel, en medio de la ofensiva militar sobre la Franja de Gaza. Hasta la fecha, las casas de estudio no han comunicado una decisión o respuesta pública.
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