Pruebas reagendadas, estudiantes y funcionarios detenidos en 1969: Cuando la PAA se filtró por primera vez

No es primera vez que la prueba de ingreso a las universidades se filtra y que, por ello, se deben tomar medidas de contingencia. El boicot de esta semana -tildado hasta ahora de "inédito"- tuvo un antecedente, el que ocurrió en 1969, recién dos años después de que en Chile se instaurara la Prueba de Aptitud Académica como método de selección universitario.

El 21 y 22 de noviembre de 1969, unos 49.200 jóvenes rindieron los tests que conllevaba esta medición. El 24 se tuvo que anular gran parte del proceso -las pruebas específicas de Biología, Física, Matemática y Química- luego de que se descubriera que un grupo de personas había robado el documento oficial de la PAA con las preguntas, las que fueron vendidas entre los estudiantes. Se anuló el proceso completo y se repitió en enero del año siguiente. Hoy, en tanto, el Demre anunció que se canceló la prueba de Historia, Geografía y Ciencias Sociales de la PSU.

"Anulada prueba de ingreso a las 'UES'", así tituló La Tercera el lunes 24 de noviembre de 1969, luego que se descubriera que la prueba había sido sustraída, vendida y difundida por un grupo de estudiantes secundarios y funcionarios de la Universidad de Chile. Más de mil estudiantes habrían comprado las respuestas, según registró la prensa de la época. El precio para conseguir las preguntas bordeaba los 3.500 escudos.

Los problemas surgieron durante la segunda jornada de la rendición de las pruebas, cuando un alumno fue sorprendido con un "torpedo" con las respuestas en la sede número 15 de la Universidad de Chile, en el Instituto Hebreo. Eso alertó a las autoridades. De inmediato se comenzó a investigar y el lunes siguiente ya habían cinco detenidos por el caso. Según consignó La Tercera de la época, se trató de Manuel Romo, Mario de la Vega, Hernán Femenías y los hermanos Emilio y Humberto Ayarza.

El ingeniero y empresario Álvaro Fischer rindió la prueba en 1969, mismo año en que la hicieron personas como la expresidenta Michelle Bachelet y el exdirector del CEP, Arturo Fontaine. Según recuerda Fischer, era "muy evidente que algo pasaba porque muchas personas se demoraron pocos minutos en completar el examen y algunos entraban con papeles sospechosos".

En ese entonces, la realización, impresión y corrección de la prueba estaba a cargo de la Universidad de Chile y de la Pontificia Universidad Católica. Ruy Barbosa y Fernando Castillo Velasco, rectores de las respectivas instituciones, se querellaron en contra de los culpables por el boicot a la PAA. La pérdida de dinero fue significativa: un millón de escudos costó volver a realizar la evaluación, el 13 de enero de 1970.

El proceso de 1969 -con el que se ingresaba a las universidades en 1970- ocurrió en medio de un Chile convulso. Al gobierno de Eduardo Frei Montalva le quedaba poco menos de un año y sólo nueve meses después asumiría Salvador Allende. Fue en 1966, en medio de las manifestaciones del movimiento estudiantil universitario, que las ocho universidades del país decidieron terminar con el Bachillerato e instalar la PAA, creada originalmente para el ingreso a la Universidad de Chile. Un año antes, en octubre de 1965 -según consigna un documento de la mencionada universidad-, el nombre "Prueba de Aptitud Académica" quedó consignado bajo el Registro de Propiedad Intelectual de la citada universidad.

La PAA comenzó rindiéndose en 18 sedes en 1967, pero duró cuarenta años como método de selección. Recién el 2000 se formó una comisión que dos años después, el 2002, determinó la sustitución de la PAA por la Prueba de Selección Universitaria. Esta prueba quedaría a cargo del Demre, departamento de la Universidad de Chile. Ambas pruebas recibieron las mismas críticas: falta de nivel predictivo, alto margen de error y la marcada distinción que se observa en los resultados de los diferentes sectores socioeconómicos. Similares comentarios que se realizan a la PSU en la actualidad.

La prensa de la época publicó parte de la trama de la investigación que realizó el Servicio de Investigaciones, al que se agregó un sumario realizado por la Universidad de Chile, bajo la dirección del excontralor Enrique Silva Cimma. 

Esta apuntó a los hermanos estudiantes Emilio y Humberto Ayarza y a los funcionarios Manuel Romo, Mario de la Vega y Hernán Femenías, que trabajaban en las imprentas de la Universidad de Chile, lugar donde se "filtró" la prueba.

Romo era fotograbador de la facultad de Medicina de la Universidad de Chile y un día de 1969 llegó la orden de imprimir los facsímiles de la PAA. "Según lo que contaba, quedó de turno uno de sus compañeros y fue él quien robó lo que se imprimió en la máquina que operaba mi papá, por eso lo detuvieron", recuerda Bárbara, hija menor de Romo y quien falleció hace dos meses.

"Él nos dijo siempre que era inocente. Estuvo tres días detenido y lo soltaron pero después no quiso volver a trabajar a la Universidad. Lo vinieron a buscar varias veces, José Tohá entre ellos, pero no quiso volver", cuenta al teléfono su hija.

Un caso aparte fue el de Ismael Polanco, funcionario de la Universidad Católica en ese entonces, quien fue detenido y acusado de haber vendido pruebas de años anteriores haciéndolas pasar por la actual. Polanco estuvo detenido durante tres días y luego fue liberado de los cargos.

Las universidades que fueron parte del proceso decidieron reagendar para el 13 de enero de 1970 la rendición de las pruebas específicas y se realizó un solo documento para todos, sin diferencias por institución. Se tomaron medidas de control para evitar que se produjera algún problema y la impresión se hizo en un solo lugar y con funcionarios permanente.