¿Qué pasa con el k-pop? El suicidio de otra estrella del género reabre el debate
La cantante Sulli, de 25 años, fue encontrada muerta este lunes. También han existido otros casos de figuras del pop coreano en plena consolidación que han decidido quitarse la vida.

Esta mañana, la joven Sulli, estrella coreana de k-pop y famosa por integrar el grupo F(x), fue encontrada muerta en su casa cerca de Seúl. Aunque la policía sigue investigando el hecho, medios del mundo consignan que la artista de 25 años se quitó la vida: una noticia que enluta nuevamente al mundo del k-pop, y que engrosa la lista de celebridades surcoreanas que cometen suicidio, en un país que además enfrenta enormes cifras de muerte por esta causa.
Choi Jin-ir, nombre real de Sulli, comenzó su carrera en 2005 como actriz infantil. En su adolescencia se unió al grupo F(x), donde logró gran popularidad tanto en Oriente como en Occidente. Pero la artista decidió retirarse en 2014, argumentando un desgaste mental y físico. Un año más tarde dejó formalmente el grupo y siguió una carrera como actriz.
https://www.youtube.com/watch?v=xnku4o3tRB4
Quienes siguen esta industria distinguían a la cantante de entre las demás, al intentar apartarse de ese mundo y seguir una vida "normal". Pero detrás de sus aspiraciones por ser una chica común, se arrastraban dificultades: en 2018, reveló que desde muy joven tuvo problemas mentales y emocionales, sufriendo de ataques de pánico y fobia social.
La muerte de Sulli revive una inquietud relacionada al mundo k-pop, considerada una verdadera máquina de hacer estrellas, pero también un mundo que posee una cara distinta a la que se ve públicamente.
Entre las primeras muertes a causa de suicidio y que afectaron al género estuvieron la de Chae Dong Ha, del grupo SG Wannabe, quien se ahorcó en 2011. En 2015, la aspirante Ahn So Jin se suicidó luego que su carrera no alcanzara a despegar, siendo rechazada para integrar nuevas agrupaciones femeninas de la empresa DSP Media.
En 2017, el suicidio de Kim Jonghyun, quien saltó a la fama en 2008 como cantante principal del grupo SHINee, marcó un antes y un después en este mercado, siempre rodeado por rumores acerca de prácticas de extrema presión contra sus artistas. El cantante de 28 años se quitó la vida dejando una nota de despedida, donde decía: "Estoy roto por dentro. La depresión que lentamente me ha ido carcomiendo ya me ha devorado, y no he podido superarla. Es increíble lo mucho que duele. Nadie está más atormentado ni debilitado que yo".
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Kim Jonghyun.[/caption]
Una parte de la carta, sin embargo, se relacionaba a su vida como estrella del pop coreano: "Volverme famoso probablemente no era mi destino. Me dicen que por eso lo estoy pasando mal... ¿Por qué lo elegí?".
Este año también ocurrió un hecho de estas características, aunque afortunadamente sin consecuencias fatales. La cantante Goo Hara, de 28 años, y famosa por ser parte del grupo Kara, intentó suicidarse en mayo pasado luego de alertar a su círculo e incluso a sus seguidores. En redes sociales, la artista escribió "Adiós", mientras que su mánager había intentado comunicarse por horas con ella, sin obtener respuesta. Fue así como el representante acudió a su casa, encontrándola inconsciente, en una habitación llena de humo, según reportó la prensa coreana.
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Goo Hara.[/caption]
El año anterior, la artista había hecho noticia por una disputa con su ex pareja, quien había difundido imágenes íntimas de ella. Además, durante su relación había antecedentes de violencia.
La vida de un "Idol"
Las vidas de los "idols" - como se ha denominado a las estrellas del k-pop-, han sido cuestionadas en diversas ocasiones.
Los orígenes de esta industria se remontan hace 30 años, cuando el empresario Lee Soo-Man, el denominado 'Steve Jobs del pop coreano', comenzó a idear estrategias para tomar a jóvenes y convertirlos en estrellas de la música a punta de éxitos elaborados con fórmulas infalibles para capturar a la juventud, pero también de una disciplina que manipula su físico, sus relaciones amorosas y su imagen frente al público.
Con la dictadura de Chun Doo-hwan, Soo-Man se fue exiliado a Estados Unidos, donde conoció por dentro su exitosa industria musical. A fines de los 80 regresó a su natal Corea del Sur, donde intentó "hacer una réplica de la industria del espectáculo estadounidense", dice el libro Pop Goes Korea. Fundó entonces SM Entertainment, la empresa más destacada del rubro, que ha dado vida a agrupaciones de fama mundial como SES, BoA, Super Junior, Girls' Generation, EXO, y también F(x), el grupo de Sulli.
Los artistas, casi todos menores de edad, firman contratos por 10 o 13 años -desde 2018 eso se ha regulado, quedando en 7 años-. Ingresan a una estricta academia con clases de canto, baile, idiomas, instrucciones de cómo comportarse y vestirse, cirugías estéticas, y restricciones en su vida amorosa.
Tras meses -y hasta años- de preparación, los grupos saltan a la fama. Es entonces que las compañías comienzan a recibir los dividendos de la inversión, sin que los jóvenes puedan obtener grandes recompensas económicas. Más aún: la cantante Way, ex idol del grupo Crayon Pop -formado por la compañía Chrome Entertainment-, contó que solo un año y medio después de "debutar" recibieron con sus compañeras un pago aproximado de 12 mil dólares -la empresa se llevaba entre el 60 y 70% de los ingresos-, y que antes de eso no recibió un sueldo. Para sobrevivir, su familia pedía créditos bancarios.
En la misma entrevista, Way recuerda que debió hacer una dieta estricta, y que era obligada con sus compañeras a bailar con sacos de arena de 5 kilos atados a sus piernas para moverse más ligeras en los shows.
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Way, ex integrante de Crayon Pop.[/caption]
No obstante, un lado más oscuro aún del k-pop ha explotó este año con el caso "Burning Sun": un escándalo sexual que envolvió a numerosas celebridades de Corea del sur, incluidos algunos "idols". Entre los involucrados, por ejemplo, estuvo Seungri de la banda Big Bang, quien renunció al grupo tras el destape de este caso, que se relaciona a abusos sexuales y grabaciones de actos íntimos sin el consentimiento de mujeres, entre otros delitos.
Pero más allá de lo que ocurre específicamente en el mundo del k-pop, Surcorea es uno de los países con mayores cifras de suicidio en el mundo. Según estadísticas del Banco Mundial, Corea del Sur está en el cuarto lugar de los países con mayores suicidios, con una tasa de 26,9 por cada 100 mil habitantes. Y en el caso de los jóvenes -no solo en Corea del Sur- los expertos coinciden en que se relaciona a la proliferación de las redes sociales y el cyber bullying.
"Es un fenómeno social que se deriva de una combinación de problemas individuales, sociales y generacionales", declaró el psiquiatra Kim Hyun-jeong, del Centro Médico Nacional de Surcorea, tras la muerte del cantante Jonghyun. En el mismo reportaje, un joven coreano comentó sobre la realidad de su generación: "En Corea nos preocupamos mucho por las expectativas, y tal vez la gente está harta de estar a la altura de ellas. (...) Tal vez incluso las celebridades se cansan de ser quienes se les pide que sean".
Poco antes de su muerte, el propio Jonghyun había manifestado preocupación por su salud mental. El reportero Jeff Benjamin, columnista de Billboard, contó que un par de meses antes, en su última entrevista, el cantante "habló específicamente sobre la importancia de darse mutuamente espacio físico y emocional. (...) Parece que estaba pensando mucho en la salud mental y en cómo navegar mejor o sobrevivir".
- El Programa Nacional de Prevención del Suicidio del Ministerio de Salud ha dispuesto el número telefónico 600 360 7777 en caso de ayuda, atendido por profesionales y disponible las 24 horas del día.
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