¿Quedarse o entregar la presidencia del Consejo Constitucional? La encrucijada del Partido Republicano
El partido que lidera Arturo Squella abordará el tema este jueves, cuando se se reúna el "Comité de instalación" conformado por la colectividad. Entre los dirigentes se analiza de manera informal la opción de ceder el cargo y dar una primera señal política de apertura y diálogo. El gesto, además, le permitirá alejarse de la exposición que recae en quien preside el órgano redactor.
¿Quedarse con la presidencia? ¿Ceder la mesa directiva? ¿Qué perfil poner a cargo de dirigir el Consejo Constitucional? Esas son las preguntas que rondan al interior de las filas del Partido Republicano luego de que obtuvieran la primera mayoría del futuro órgano redactor al controlar 22 de los 51 escaños.
Al ser la bancada más grande y tener más de los 2/5 del Consejo son la principal fuerza de la instancia que tiene como misión recibir el anteproyecto que redacte la Comisión Experta y escribir una propuesta final de nueva Constitución que será plebiscitada el 17 de diciembre.
Cuando el Consejo se instale, el miércoles 7 de junio, deberá realizar su primer gesto político y escoger a la mesa directiva que está integrada por una presidencia y una vicepresidencia. Esa sesión será presidida, de manera transitoria, por el consejero de mayor edad que, en este caso corresponde, al socialista Miguel Littin (80).
Los republicanos ya están en conversaciones para definir qué estrategia tomar. Aunque en el partido aseguran que los diálogos formales no se han iniciado, una opción que está instalada en el debate entre los dirigentes del partido y algunos consejeros electos, según cuentan en la colectividad, es que el partido que lidera Arturo Squella sorprenda y renuncie a disputar la presidencia de la mesa.
La estrategia apuntaría a dar una primera señal política y reafirmar la bajada que ha dado la tienda -y también uno de sus principales líderes, José Antonio Kast- de que el ánimo de los republicanos será dialogar, buscar acuerdos con el resto de las fuerzas políticas y no “pasar máquina”.
Según algunas voces al interior del partido, incluso, los republicanos podrían dar una señal al oficialismo y consensuar un nombre dentro de los seis consejeros del PS para que dirija el Consejo, llegando hasta ahí, dado que algunos creen que es inviable, por ejemplo, dar votos para que alguien de Apruebo Dignidad presida la instancia. Con ese diseño, de acuerdo a las mismas fuentes, la responsabilidad del éxito o no del proceso no recaería solo en ellos y quedarían menos expuestos ante la opinión pública, sobre todo considerando la presión que existirá por parte de los otros sectores políticos.
Esa idea incluso es vista con interés desde Chile Vamos. “Sería muy positivo como señal política que el Partido Republicano renuncie a presidir la mesa del Consejo”, afirmó en entrevista con La Tercera el consejero electo de RN, Germán Becker.
Otra opción podría ser entregarle el puesto a Chile Vamos para que la presidencia se mantenga en el sector y sea controlada por alguien de derecha. Sin embargo, también habría quienes son de la idea de que la presidencia se mantenga en los republicanos, de lo contrario, estiman, podría haber molestia en el electorado del sector.
Todo esto será analizado en el “Comité de instalación” que se constituirá este jueves en Santiago. Esta instancia está integrada por los consejeros Sebastián Figueroa, Antonio Barchiesi, Ángeles López, Luis Silva, Ninoska Payauna, María Gatica y Patricia Spoerer.
“El jueves tendremos nuestra primera reunión como comité de instalación donde abordaremos temas administrativos, de organización interna y las instancias de preparación que tendremos en las próximas semanas antes de asumir el cargo”, explica Figueroa.
El representante de la Región de O’Higgins, respecto a qué harán con la definición de la mesa directiva, dice que “es algo que recién comenzaremos a discutir mañana y que en las próximas semanas deberemos definir entre los consejeros”.
Entre los republicanos algunos dirigentes reconocen -en privado- que el tema deben administrarlo con cuidado, porque saben que hay un sector de la militancia de los republicanos que pueden tener visiones “más duras” y quedar descontentos en caso de que los consejeros electos de la colectividad voten por alguien del oficialismo para asumir la presidencia.
En el partido, además, han intentado ser cuidadosos de las señales que entreguen los mismos consejeros. Por lo mismo, durante la semana pasada se les instruyó que las declaraciones a la prensa o entrevistas sean con autorización del partido. Esto, mientras dure el proceso de instalación y tengan claro el diseño que implementarán los republicanos. El objetivo de esto es evitar errores como los ocurridos durante la fallida Convención Constitucional y tener un mayor control de las intervenciones para evitar flancos.
El tema de la composición de la mesa del Consejo Constitucional también fue abordado el lunes por la UDI en un encuentro que tuvo la directiva con sus consejeros y expertos. En el partido que preside Javier Macaya hay voces que plantean que el liderazgo de esa instancia debe recaer en republicanos, ya que es una manera de forzarlos a demostrar que son una fuerza política capaz de ofrecer gobernabilidad. “Es una prueba para ellos y se tienen que hacer cargo”, plantea un dirigente UDI en privado.
“Ellos son mayoría y debiesen tomar esta responsabilidad de presidir el órgano y no estoy de acuerdo con que se lo cedan a otro partido. La vicepresidencia quizás pueda ser para alguno de los otros, pero como el partido con la mayor cantidad de consejeros creo que ellos tienen que tomar la responsabilidad de sacar adelante este proceso”, afirma la consejera UDI electa por Ñuble, Carolina Navarrete.
En caso de que los republicanos se queden con uno de los cargos de la mesa directiva, en el partido ya comienzan a tomar fuerza algunos nombres. Entre ellos están Figueroa, Silva y Beatriz Hevia, quien salió electa con una gran mayoría en la Región de Los Lagos.
Uno para la derecha y otro para la izquierda
El reglamento del Consejo define que la mesa directiva se escogerá en una sola votación y que “será electo como presidente o presidenta quien obtenga la primera mayoría. A la segunda mayoría le corresponderá el cargo de vicepresidente o vicepresidenta”.
Bajo el supuesto de que todos los consejeros actúen en bloque, los votos alcanzan para que el oficialismo se quede con un cargo y la oposición con el otro. La izquierda controla 17 votos al sumar sus 16 escaños y el representante de los pueblos indígenas. Por lo tanto, para que la derecha se quede con la primera mayoría necesita 18 votos.
En ese caso a la oposición le quedan 16 votos, ya que al sumar los republicanos y Chile Vamos controlan un total de 34 escaños. Ante ese escenario quedan un voto más abajo que la izquierda, por lo tanto, entre los consejeros electos ya se comenta que todo indica de que cada lado tendrá representación en la mesa del Consejo.
En el oficialismo son conscientes de ese escenario, pero fuentes de ese sector comentan que recién están empezando a tener las conversaciones para ver qué consejeros podrían disputar ese puesto. Las fichas están puestas en nombres como Karen Araya (PC), María Pardo (CS) o alguno de los representantes del socialismo, como Littin o Aldo Valle (Ind.-PS).
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.