Querellas y una ofensiva mayor contra la UDI y Fidel Espinoza: los caminos que (por ahora) Jackson ha evitado para enfrentar arremetida en su contra
El ministro de Desarrollo Social ha optado por una estrategia controlada, sin pasar aún a acciones judiciales. El secretario de Estado, sin embargo, no ha descartado querellarse y está evaluándolo. En su análisis considera que muchas veces este tipo de acusaciones y denuncias se ocupan para victimizar a quien ejerció la calumnia.
“Tiene todo el derecho a querellarse y defender su honra, pero es una decisión personal”. Así grafica un personero de gobierno una de las alternativas que tiene el ministro Giorgio Jackson (Mideso) para enfrentar la arremetida que ha alzado en su contra la UDI -partido que condicionó sus diálogos con La Moneda a su salida del gabinete- y, asimismo, el senador Fidel Espinoza (PS), quien lo calificó como “el líder de la banda” tras el robo de 23 computadores desde dependencias del Ministerio de Desarrollo Social.
Ambas partes -según leen en La Moneda- le han imputado al secretario de Estado la comisión de delitos graves, tanto relativos al lío de platas entre fundaciones y el Estado, como de la sustracción de computadores de la cartera que lidera, sin prueba alguna. Por lo mismo, según las mismas fuentes, el secretario de Estado tendría argumentos de sobra para querellarse por injurias y calumnias.
“Lo quieran o no, la gestión del ministro será recordada por la superioridad moral que trató de instalar al inicio de esta administración (...), por haber orquestado un esquema de defraudación a través de fundaciones políticas y, por último, por estar directamente involucrado en el sospechoso robo de 23 computadores y una caja fuerte desde su ministerio, justo cuando días atrás el fiscal nacional, Sr. Ángel Valencia, había informado que probablemente sería citado a declarar en el caso”, sostuvo la UDI en una carta enviada al Presidente Gabriel Boric.
Ante esto, La Moneda ha pedido en reiteradas ocasiones que las partes se disculpen con el secretario de Estado, a la vez que los han llamado a retractarse. Ayer, el propio Jackson puso paños fríos a la opción de una querella contra la UDI o Espinoza y emplazó a ambas partes a desdecirse. Sin embargo, nada de eso ha ocurrido.
“Situaciones como las que irresponsablemente se vertieron, particularmente la imputación de delitos hacia mi persona, creo que el tiempo va a ir demostrando el carácter de calumnias que tuvieron. Y, por lo mismo, yo espero que con el paso del tiempo -más allá de buscar alguna acción en especifico- lo que esperaría es que las personas que vertieron esas opiniones se retracten”, dijo el ministro.
Al ser consultado sobre qué haría si no se retractan, Jackson se limitó a decir: “Lo que espero, en primera instancia, (...) es que las personas involucradas se retracten. Espero que esa sea una definición voluntaria”.
Y pese a que en el gobierno hay varios que consideran que el ministro debería querellarse, también admiten que la ecuación no parece fácil. Tensionar las cosas con el partido liderado por Javier Macaya no parece tener demasiados costos asociados aunque podría, dicen, terminar victimizándolos.
Por otro lado, emprender acciones contra un senador oficialista sería -a lo menos- complejo. Sobre todo porque, pese a la distancia que ha marcado con el parlamentario por Los Lagos, la directiva de Paulina Vodanovic y sectores del PS podrían resentirlo.
En La Moneda señalan -además- que la estrategia de Jackson ha sido la “cautela”. Por un lado, porque ya está, creen, en una posición de mayor control ante la estrategia de la UDI de condicionar los diálogos previsionales a su salida del gabinete y no sería razonable “quemar todos los cartuchos” en esta pasada.
Y, segundo, porque entienden que el ministro siempre será un blanco de la oposición en la investigación por los cuestionados convenios. Por lo mismo, la idea es no apresurar decisiones.
Esta mañana la ministra Carolina Tohá (Interior) dio cuenta de la evaluación que está haciendo el ministro. “Los delitos de calumnia solo los puede ejercer la persona que ha sido víctima de este delito, en este caso, el ministro Jackson tiene que hacer esta evaluación. Él no ha descartado querellarse y está evaluándolo, porque sin duda desde el punto de vista penal hay causales muy profundas para hacerlo”, dijo.
Y agregó: “Pero también su evaluación considera que muchas veces este tipo de acusaciones y denuncias se ocupan para victimizar a quien ejerció la calumnia. Esa es la evaluación que tiene que hacer el ministro, es un delito de acción privada por lo tanto no lo puede ejercer el gobierno”.
En los equipos de Jackson -en todo caso- señalan que la idea de emprender acciones legales no ha sido evaluada de manera seria, más allá de que reconocen que es una de las alternativas que siempre se tienen sobre la mesa en estos casos. Fuentes del gobierno señalan -eso sí- que de querellarse debiera ser ecuánime y hacerlo tanto contra Espinoza como contra la UDI.
Otra de las estrategias que se evaluaron en Mideso fue una salida comunicacional más contundente contra el gremialismo, algo que tampoco flotó. De hecho, llamó la atención en el oficialismo que el ministro fuese menos drástico que el resto de sus pares del gabinete, como Camila Vallejo (Segegob), Antonia Orellana (Mujer), Álvaro Elizalde (Segpres) y Luis Cordero (Justicia), al referirse a la controversia.
Al ser consultado por la disputa con la UDI y eventuales querellas, el Presidente Boric se limitó a decir: “Estamos preocupados de cosas importantes no de eso”.
En medio de la estrategia de Jackson, que definen como “controlada”, los diputados del Frente Amplio salieron a blindar al ministro esta mañana en el Congreso y anunciaron que interpondrán requerimientos ante la Comisión de Ética por las calumnias en su contra de parte de los parlamentarios Camila Flores, Guillermo Ramírez, Juan Antonio Coloma.
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