Querido Arturo: por qué los camarines adoran tanto a Vidal
El volante se va del Barcelona con la despedida cariñosa y pública de Messi y otras figuras. Unos mensajes no tan habituales en el fútbol pero que sí forma parte del sello del Rey, quien también generó amistades ilustres en Juventus y Bayern Múnich.
“El vestuario te va a extrañar”, escribe Lionel Messi en su cuenta en Instagram. “Tenerte de rival era insoportable por lo grande que sos como jugador, pero tenerte de compañero, amigo y conocerte como persona... sos más grande todavía”, añade Luis Suárez, a través de la misma plataforma. "Te vamos a echar mucho de menos crack. Ha sido un verdadero placer compartir muchísimos momentos contigo”, añade Jordi Alba. Después se unieron Umtiti y Sergi Roberto. Una colección de reacciones públicas y cariñosas ante la partida de Arturo Vidal, quien ya se instalaba en Milán para someterse a las revisiones previas al fichaje por el Inter. Elogios hacia el mediocampista chileno. Lo de Messi es doblemente llamativo: cuesta encontrar alguna manifestación así en el historial de redes sociales del mejor futbolista del mundo.
La reacción de las figuras blaugrana deja poco margen para dudar de lo querido que era Vidal. En un camarín complicado, por la estatura de las figuras que lo integran, el chileno logró hacerse notar. Ya lo había hecho antes. Cuando dejó la Juventus y el Bayern Múnich también recibió muestras de aprecio. Figuras como Gianluigi Buffon, Paul Pogba y Andrea Pirlo, en el caso de la Vecchia Signora, y Franck Ribery James Rodríguez y Robert Lewandowski, en el del potente equipo alemán, han testimoniado su aprecio por el oriundo de San Joaquín, un lazo que trascendió al cambio de equipo que los separó. El listado es parte de los ‘fratellos’ y ‘hermanitos’ que ha ganado el Rey en su trayectoria. Así los llama en la intimidad y también en sus plataformas sociales. Habitualmente, interactúa con ellos. El vínculo no se rompe.
Vidal se ha hecho notar en los vestuarios que integra desde siempre. “Es un chico humilde. Es muy simpático. Siempre anda tirando la talla, alegrando el camarín. En esos vestuarios, que son mucho más pragmáticos entra muy bien. No a cualquiera los compañeros le dicen lo que le están dedicando a Arturo. Acá hablan de la gran persona que es. Siempre tuvo una personalidad muy simpática, andaba tirando la talla. Eso le ha servido mucho en su vida deportiva. Siempre fue muy querible. Es agradable compartir con él. Eso le ha generado muchas amistades de jugadores increíbles, no solo en el Barcelona. En el Bayern también salió con muchos amigos, en la Juve igual”, describe Luis Mena, uno de los líderes del primer plantel profesional que acogió al Rey: el de Colo Colo, a mediados de los 2000.
Mena cree que haberse formado entre grandes figuras en el Cacique, como Arturo Sanhueza, Rodrigo Meléndez y Miguel Riffo, por citar a algunos, puede explicar el manejo que adquirió en la relación con las estrellas con las que comparte a diario. “Puede que haber integrado ese camarín de Colo Colo le haya ayudado. Estuvo en la Selección desde chico también. Siempre logra hacerse notar. En Alemania, donde todo suele ser muy pragmático, llega a revolucionarlo todo. Eso resume la calidad personal de Arturo", dice el técnico de la categoría Sub 17 de los albos.
El organizador de las bienvenidas
En la Selección, Vidal también ha dado muestras de la cercanía con sus compañeros. Es por ejemplo, el articulador de los 'bautizos’, el rito de bienvenida que les realizan a los nuevos miembros de la Roja, los que transmite a través de su cuenta en Instagram para darles mayor visibilidad. Ahí Vidal da rienda suelta a sus dotes comunicacionales y se transforma en el animador. O, literalmente, en el Rey de la fiesta.
Otra muestra de la personalidad que encanta: tal como en el caso de las estrellas con las que comparte en los clubes, también suele compartir imágenes con sus compañeros de la Roja. En más de alguna ocasión los ha felicitado por algún logro o los ha motivado antes de un desafío importante. Sabe que una mención suya potenciará considerablemente la popularidad del destinatario del saludo.
La división con Claudio Bravo, con quien antes coincidía en la Banda Pitillo, el colectivo que aglutinaba a los jugadores más experimentados, terminó jugándole a favor: consolidó su liderazgo en el equipo nacional. De hecho, de la fragmentación de ese grupo que parecía granítico surgió la capitanía de Gary Medel, el brazo derecho de Vidal en la Roja. Eso sí, la fuerte personalidad del Pitbull le permitió marcar distancias y asumir un rol conciliador en medio de la disputa que sacó a la luz la peor faceta de la personalidad de Vidal. El momento en que se volcó a las redes sociales, su trinchera favorita, para tachar de ‘sapos’ a quienes denunciaron su indisciplina en la Roja. Nunca, eso sí, con destinatario abiertamente conocido.
En la Roja, por ejemplo, Vidal consolidó una de las grandes amistades que le ha dado el fútbol: Mauricio Pinilla. Un lazo insospechado en los comienzos de las carreras de ambos, cuando Pinigol ironizó por las incorrecciones idiomáticas de los colocolinos antes de un Superclásico y el Rey lo encaró en el inicio del partido
El discurso ganador
El discurso ganador de Vidal es otro elemento que cautiva y contagia a sus pares. Sobre todo porque va de la mano de evidentes esfuerzos por llegar al límite de su capacidad. Esa cualidad es otra de las que trae desde sus orígenes. "Vidal fue uno de los que más rápido tomó el liderazgo. Y uno a los que convenció primero fue a Alexis. Arturo tuvo mucho que ver en lo que consiguió esa Selección. Después, Medel e Isla se le sumaron. Me ayudaron a la idea de la fortaleza sicológica. Por eso hicimos esa gran campaña”, recuerda, por ejemplo, José Sulantay, el técnico que guio el recordado proceso que culminó con la Sub 20 quedándose con el tercer puesto en el Mundial de Canadá. El coquimbano siempre se atribuye haber encauzado un liderazgo que consideraba negativo para transformarlo en un impulso para la consecución de objetivos grupales e individuales. Ese grupo es la base de la Generación Dorada.
Quienes conocen a Vidal no se extrañan. “Yo lo conocí cuando subía al primer equipo. Es una persona muy sencilla, querendón, sociable, divertido, muy bueno para la talla. Disfruta mucho estar con las personas. Entra rápidamente en los grupos. Es cariñoso, ocurrente, es chispeante. Tiene viveza”, describe Enrique Aguayo, sicológo deportivo que lo atendió en las divisiones menores de Colo Colo.
De todas formas, el profesional dice que las alusiones de Messi, Suárez y Jordi Alba sobrepasan la simpatía. “Tiene que ver, también, con cómo se entrena y cómo juega. Los compañeros sienten que llega a sumar. Es muy bonito lo que dicen y cómo reflejan la forma en que lo percibían antes. Ahora lo dicen bonito, pero antes no debieron quererlo tanto, como rival. En el alto rendimiento, si el simpático no aporta mucho, no genera tanta afinidad, sobre todo entre los referentes. Eso hay que valorarlo mucho”, concluye el profesional.
Y eso que no empezó bien Vidal su andadura en el Barcelona, con un tuit protesta por no jugar que le costó la reprobación del club y el malestar del camarín. Supo levantarse de ese error y ganarse al vestuario. No a todos: Rakitic deslizó que le quitó el sitio por ser amigo de Messi. Lo primero no quedó probado, lo segundo es seguro. El argentino lideró las inhabituales muestras de cariño hacia un compañero que se va. El abrazo inequívoco al Rey, un futbolista querido en todos los camarines que pisa. A veces con mala fama de profesional, con episodios a sus espaldas que lo matan, pero un futbolista de vestuarios. Ahí no falla. El querido Vidal.
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