#QueVuelvaBachelet: La trastienda del contragolpe tuitero del bacheletismo al emplazamiento de Ampuero

"Estimados y estimadas! Nos ha llegado una sugerencia. Mañana durante todo el día levantaremos la tendencia #QuevuelvaBachelet en señal de protesta por las declaraciones de Ampuero y el actuar en general del Gob de Piñera. Esperamos su apoyo y difusión".

Con ese mensaje enviado el 10 de febrero por la cuenta @LegadoBachelet que tiene 1900 seguidores –entre ellos parlamentarios PS como Alfonso De Urresti y Juan Luis Castro, la ex ministra Soledad Barría- se comenzó a difundir en Twitter el mensaje #QueVuelvaBachelet, que logró ser tendencia en los últimos dos días.

La arremetida responde a los emplazamientos insistentes del oficialismo a la actual Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU por no viajar a Venezuela en medio de la crisis humanitaria de ese país, una embestida que el fin de semana tuvo su punto más alto con las críticas públicas del canciller Roberto Ampuero.

Desde Horizonte Ciudadano, fundación ligada a Bachelet niegan toda vinculación con la campaña a favor de la exmandataria, aunque miran con simpatía el resultado.

Según el análisis de LFI, Agencia Digital, entre el 10 de febrero y las 12:00 hrs. del 12 de febrero de 2019 se registraron 8.996 menciones asociadas al hashtag #QuevuelvaBachelet.

"La mayor parte de las menciones (6.014) se registró el día 11 de febrero, con un peak de 946 menciones a la 22:00 hrs.. Luego las menciones han bajado levemente, manteniéndose en el rango de 404-438 menciones por hora. La cuenta consiguió 151 retweets. Y el principal influenciador del periodo fue Gabriel Alemparte, definido como abogado liberal de izquierda, quien acusó al gobierno de "tenerle pánico" a que vuelva la ex Presidenta Bachelet. Su publicación consiguió 422 retweets.

El cientista político ligado al PS, Ernesto Aguila, dice que "sorprende la obsesión del gobierno con Bachelet. Que la Cancillería vaya al grupo de Lima a sacar una declaración que incluye una referencia a una compatriota en un alto cargo internacional, para denostarla, es algo no visto en nuestra política exterior. Y creo que en la de ningún país serio. Quizás de tanto atacarla la terminan transformando en un liderazgo nuevamente vigente. La obsesión del gobierno con Bachelet paradojalmente contribuye a potenciar su liderazgo actual. En política nadie sabe muy bien para quién trabaja", sostiene.