¿Quién es Nicolás Zepeda? El chileno condenado por el asesinato de Narumi Kurosaki

Nicolas Zepeda se retira de la Fiscalia Centro Norte

Nicolás Zepeda estudió administrador de empresas y actualmente tiene 31 años. Conoció el 2014 a la joven japonesa con quien mantuvo una relación hasta 2016, cuando ella desapareció. Durante el juicio por el crimen de la ciudadana japonesa un psiquiatra que lo entrevistó aseguró que se trata de una persona que "nos manipula o que intenta hacerlo". Si la apelación a su condena no da frutos, estará hasta los 59 años tras las rejas. La gran duda es si alguna vez confesará dónde está el cuerpo de quien dice fue su gran amor.


“No soy quien me gustaría, pero no soy un asesino. No soy el asesino de Narumi”. Así concluía su intervención Nicolás Zepeda (31) desde el estrado durante la última jornada del juicio este martes 12 de abril. A pesar de esta súplica, el jurado minutos más tarde lo declaró culpable del asesinato de la ciudadana japonesa, y su ex pareja, Narumi Kurosaki (21), condenándolo a pasar 28 años tras las rejas en una cárcel en Francia. ¿Quién es este chileno que llena las páginas policiales de la localidad de Besançon y de nuestro país?

Nicolás Humberto Zepeda Contreras, tiene 31 años y nació en Santiago. Es el mayor de los tres hijos del matrimonio entre Humberto Zepeda y Ana Luz Contreras. Tiene hermanas mellizas. Todos fueron criados en Temuco hasta el 2009 cuando por motivos laborales del padre, debieron mudarse a Antofagasta y luego a La Serena. Desde esa época que el joven se acostumbró a estar solo. Privilegiando sus estudios, decidió no seguir el periplo de sus parientes y vivir en Santiago, específicamente en la comuna de Las Condes. Estudió Ciencias de la Administración y Empresas en la Universidad de Chile. Antes de ingresar a la educación superior, fue un destacado alumno en el colegio particular subvencionado Centenario, de Temuco. Al salir de cuarto medio, según un reportaje de La Tercera, su promedio fue de 6.6. Le iba sobre todo bien en materias vinculadas con las matemáticas, donde obtuvo nota 7.0.

Una vez fuera de la universidad, Nicolás Zepeda viajó el 2014 a Japón a estudiar a la ciudad de Tsukuba, donde conoció a Narumi. Mantuvieron una relación amorosa de dos años, que finalizó en julio de 2016. Ese mismo año, el 4 de diciembre, según la investigación de la fiscalía francesa se perdió el rastro de Kurosaki, quien a esa fecha ya estaba separada del chileno y residía en Besançon, ya que ahí cursaba un posgrado.

Sin el cuerpo de la joven, ya que este nunca apareció, la fiscalía sólo pudo levantar una hipótesis ante el Tribunal de lo Penal de Doubs, en base a la evidencia de la indagatoria. El joven habría esperado durante tres días a su expareja, para luego discutir con ella, golpearla, asesinarla mediante asfixia o estrangulamiento y sumergir luego su cuerpo en el río de esa localidad. La teoría del caso fue acogida por los jueces, derribando así la presunción de inocencia que hasta este martes favorecía a Zepeda.

“Una persona que nos manipula”

Durante el juicio que comenzó el 29 de marzo varias personas desfilaron ante los magistrados para entregar su testimonio. Entre ellos está el psiquiatra Juan Caterino, quien interrogó a Zepeda el 2020. El médico, según consignó el medio de comunicación Franceinfo, señaló que el chileno tiene “tendencia a intentar manipular a los demás”.

“Podemos tener la impresión de tratar con una persona que nos manipula o que intenta hacerlo”, especificó. Consultado por la posibilidad de que este pudiera cometer un crimen, explicó que en Zepeda “hay problemas con el nivel del sentido de los límites, y el respeto por los demás”.

Algo que también fue apoyado por la psicóloga Clara Cavignaux, quien señaló que durante su entrevista con el joven este “no habla de celos, más bien encontramos una propensión a la ira cuando se siente disminuido”.

La profesional aseguró que lo primero que le llamó la atención fue la actitud del chileno, quien no tenía ninguna actitud ansiosa a pesar de estar preso. Cavignaux describió a Zepeda como un “individuo muy locuaz, lo suficientemente hábil para llevar a su interlocutor a donde quiere. Marcada búsqueda de control, de sí mismo y de los demás. Tendencia a lo que se llama dominancia social”. Además de identificar “probable falta de empatía, frialdad emocional, estrategia, búsqueda de poder y falta de consideración por los demás”.

La defensora del chileno, Jacqueline Laffont, también tuvo palabras para describirlo. La abogada sostuvo que “Nicolás es diferente, este Nicolás que vive en otro planeta (...) Su soledad es inmensa, es aterradora”, según informó el medio francés L’est republicain.

“Traté de defender a Nicolás Zepeda contra viento y marea, contra los cargos, contra él mismo y a veces contra mí misma”, concluyó la abogada que definió el alegato como el más difícil de su vida.

El proceso de extradición

Luego de más de tres años lejos de la justicia francesa, Nicolás Zepeda fue extraditado a Francia el 2020. Para llevar a cabo el proceso de extradición, la Corte Suprema requirió el expediente del caso. En este documento se pueden conocer más detalles del caso, junto con la declaración de algunos hechos.

Una de estas declaraciones es la de Rina Sakamari (29), amiga japonesa del chileno. La joven expone los dichos de Zepeda posterior a la desaparición de Narumi, cuando aseguró que le era “indiferente”, ya que “ya yo no soy su novio”.

Junto con eso, el chileno le habría señala que no quería “ser sospechoso de su desaparición por el sólo hecho de que yo era su novio. Porque Narumi desapareció, porque yo era su persona más íntima, porque yo no quiero ser el sospechoso número uno”.

Además, le habría pedido que “por favor no trates el tema con nadie ya que la gente podría pensar que si me preocupo tanto por ella es porque todavía le tengo apego”.

Pero en este informe la justicia francesa también describe a Zepeda. Los escritos sostienen que “esa cólera” y “ese resentimiento de Nicolás Zepeda con relación a Narumi Kurosaki, se expresaban concretamente en sus intercambios en las redes sociales”.

Para sostener aquello el escrito cita uno de los videos grabados por Zepeda y que posteriormente fue borrado por él mismo. En este, según el informe, se pueden ver las “exigencias de Nicolás Zepeda (...) imponiendo a Narumi Kurosaki que suprimiese las cuentas de Facebook de sus relaciones masculinas en Francia, es un testimonio de su naturaleza celosa y posesiva”.

Finalmente, describe a Zepeda como “posesivo” y asegura que “no soportó la ruptura impuesta por Narumi”. “Por su carácter y por la humillación que no podía dejar de sentir al constatar que Narumi Kurosaki había entablado una relación amorosa”, concluyó.

La determinación de esta jornada, sobre la culpabilidad de Nicolás Zepeda, debía ser tomada por el jurado de 9 personas, de las cuales tres son magistrados y seis son civiles. A partir de ahora, la defensa de Zepeda tiene 10 días para apelar a la resolución. A la condena de 28 años se suma la expulsión al terminar la condena y al pago de $ 175 millones en indemnización.

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