Raúl Schüler, el "coleccionista" que evitó la cárcel: Querellantes exigen penas y defensa habla de acuerdo pendiente
Defensa del empresario agrícola logra primer acuerdo en juicio por receptación de obras de arte robadas e infracción a la Ley de Monumentos Nacionales. Municipalidad de Recoleta insiste en iniciar juicio oral y cuestiona pericias de la Policía de Investigaciones. Además descarta acuerdo total en el caso.
17 de diciembre de 2018. Con una sonrisa nerviosa Raúl Schüler Gatica (75), imputado por los delitos de receptación e infracción a la Ley de Monumentos Nacionales y control de armas, enfrenta a un enjambre de periodistas que lo esperan a la salida de la Fiscalía. El anticuario, acusado de comprar obras de arte robadas, acababa de prestar declaración ante el Ministerio Público y solo atina a decir ante la prensa:
"Con autógrafos o sin autógrafos no paro".
A paso raudo sube al automóvil de su abogado Carlos Cortés. Schüler había llamado para que estuviera atento a su salida y el plan resulta un éxito. Lo espera con la puerta abierta del automóvil, se enciende el motor y se va sin contestar preguntas.
El trance legal de Raúl Schüler comenzó el domingo 25 de noviembre del 2018. Ese día funcionarios de la Policía de Investigaciones (PDI) ingresaron al fundo del empresario en San Francisco de Mostazal. ¿El objetivo? incautar una serie de estatuas de mármol y hierro. Se trataba de obras de cuantioso valor patrimonial, que habían sido sustraídas de las regiones de Santiago y Valparaíso. En el predio, los efectivos encontraron también dos cofres de plata robados desde la Iglesia de San Francisco y armamento de la Guerra del Pacífico.
En ese momento la vida de Schüler se remeció. Su nombre fue portada de diarios y quedó asociado receptación de obras de arte.
Ya pasaron dos años del inicio de ese proceso judicial. El coleccionista evitó una pena de cárcel de cuatro años y las medidas cautelares a las que estaba sujeto cada vez fueron menos gravosas."No ha perdido su sentido del humor", aseguran en su entorno.
Actualmente, el anticuario pasa sus días en la hacienda de La Punta en San Francisco de Mostazal. Se le suele ver solo en su casa y caminando por el parque. En ocasiones también viaja a Santiago y permanece en su departamento en calle Hernando de Aguirre, comuna de Providencia. Hoy el anticuario espera la próxima audiencia que ya definitivamente marcará el cierre de la causa, según han explicado sus cercanos.
El 30 de diciembre de 2019, el Juzgado de Garantía de Graneros redujo la gravedad de las medidas cautelares a las que estaba sujeto Schüler. A contar del pasado miércoles, el imputado solo debe firmar de manera quincenal en el Retén La Punta, cercano a la hacienda en Mostazal.
Por otro lado, su defensa también ha seguido avanzando en los planes de reparación a las víctimas. Ejemplo de ello es que el próximo 3 de marzo en el Juzgado de Garantía de Graneros se llevará a cabo una audiencia de reformalización que considera un acuerdo reparatorio, según consigna el expediente de la causa.
Según las fuentes consultadas en el proceso, a Schüler se le presentarán cargos menores y en contrapartida, él se comprometerá a entregar una compensación económica.
Acuerdo pendiente
Desde la defensa del empresario aseguraron que a la fecha no han alcanzado un acuerdo generalizado para cerrar el juicio que involucre algún tipo de reparación económica, aunque admitieron que fue una de las alternativas exploradas con el Ministerio Público, pero que dicha salida no llegó a buen puerto. Sin embargo, aclararon que actualmente existe un principio de acuerdo con la orden franciscana por la receptación de dos cofres de plata que robados y que fueron encontrados en el fundo.
El abogado querellante Felipe Rojas, del Museo de Arte Colonial de San Francisco confirmó "un principio de acuerdo reparatorio entre el Museo y la defensa del imputado, cuyo contenido es confidencial, y que se expondrá ante el Juez de Garantía el día 2 de marzo para aprobación del Tribunal, reparación que será de utilidad para que pueda continuar con su labor social de acercar el Arte y la Fe a toda la ciudadanía".
¿Qué es lo que viene?
Por su parte, otro de los querellantes es la municipalidad de Recoleta. Aquí la asesora jurídica del Cementerio General, Nora Bravo, explicó que en la próxima audiencia de marzo, el Ministerio Público procederá a la acusación fiscal. La abogada aclaró que "solo existe un acuerdo en la causa entre el imputado y uno de los querellantes". "También se estuvo explorando un acuerdo con el Consejo de Defensa el Estado que es representante de Monumentos Nacionales y no prosperó. Por lo tanto, en la audiencia próxima se procederá a la acusación fiscal y se solicitará la realización de un juicio oral". Ello independiente de que surjan nuevos acercamientos para formalizar nuevos acuerdos.
"La querella es por el delito de receptación y daño a monumento nacional. La acción penal también acusa una posible asociación ilícita, porque necesariamente debió haber un concurso para poder llevar a cabo el delito. Si bien el señor Schüler se reconoce como un coleccionista, las estatuas son de tal magnitud, que pensamos que estas llegaron a su poder por medio de encargo", agregó la abogada.
Sin embargo, la defensa de Schüler tiene una versión muy distinta.
En las próximas semanas la defensa de Schüler buscará nuevos acercamientos con los otros querellantes del litigio: los municipios de Santiago y Valparaíso. La corporación capitalina acusa la receptación y daños de la estatua Polimnia, la cual fuera instalada por Benjamín Vicuña Mackenna en 1870 en el Cerro Santa Lucía. Mientras, en el segundo caso el empresario alegará la incompetencia del Juzgado de Garantía de Graneros debido a que los daños cometidos a las estatuas de la ciudad porteña ocurrieron previos a la Reforma Procesal Penal. De hecho, la fiscalía tiene constancia de que "La República" –uno de los monumentos– desapareció en 2003.
Zapallos y millones
Schüler ha argumentado que él desconocía la procedencia de las obras y que carecía de conocimientos culturales que le permitieran identificar el origen de las obras de artes de compraba. Sus orígenes y el cómo hizo su fortuna fueron detallados ampliamente en su declaración que consta en 17 páginas y que hiciera pública La Tercera.
Su fortuna la realizó con la producción y comercialización de zapallos en Maipú y luego con la venta de sus propiedades a empresas constructoras: Socovesa y Raúl del Río del orden de US$10 millones.
También ha alegado haber sido engañado por los vendedores a quienes compraba las obras. "Una de ellas era de fibra de vidrio y había sido pintada para parecer de bronce", acotó un cercano que opta por no revelar su identidad. De hecho, al menos tres peritajes han corroborado que muchas de las piezas que adquirió Schüler eran falsas.
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