Segundo cambio de gabinete de Boric: las tensas horas en La Moneda y cómo el reemplazo de Urrejola en la Cancillería complicó el nuevo diseño

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FOTO: DIEGO MARTIN / AGENCIAUNO

El anuncio estaba contemplado para pasado el mediodía, sin embargo, los problemas para escoger al nuevo titular de Relaciones Exteriores retrasaron el ajuste, el que, hasta el cierre de esta edición, seguía afinándose. La jornada se volvió caótica y entre las distintas reparticiones existe malestar por el desorden y la poca deferencia de Palacio.


Por una de las entradas subterráneas de La Moneda ingresó, a las 10.00, el Presidente Gabriel Boric. El Mandatario llegó este viernes a Palacio con una misión compleja: zanjar el puzzle de su segundo cambio de gabinete, a un día de cumplir un año desde que llegó al poder.

Aunque el Salón Montt Varas quedó con los pisos encerados desde el jueves en la tarde -donde se ubicaron siete sillas para esperar el ajuste ministerial-, lo cierto es que el Jefe de Estado no tenía el diseño resuelto.

Hasta el cierre de esta edición, de hecho, el Mandatario trabajaba con su equipo más cercano de asesores -entre ellos su jefe de gabinete, Carlos Durán; el jefe del Segundo Piso, Miguel Crispi y la directora de comunicaciones de la Presidencia, Tatiana Klima-, el esquema de su nuevo gabinete ministerial, un equipo con el que pretende instalar un nuevo relato y darle un nuevo aire y gestión a su administración.

La demora en el diseño final provocó una caótica mañana, donde el nerviosismo se apoderó no solo de los partidos de gobierno, sino que también de las distintas reparticiones del Ejecutivo. Mientras Boric intentaba hacer cuadras las piezas, en los patios de La Moneda la prensa estaba aglomerada con mayores medidas de seguridad para evitar que tuvieran acceso a las distintas instalaciones de Palacio.

En este contexto, lo concreto es que el cambio de gabinete implica no solo remover a algunos secretarios de Estado, sino que también el rearme de las subsecretarías, donde el Socialismo Democrático ha presionado-durante los días previos- para que exista un mayor equilibrio en comparación a Apruebo Dignidad.

El cambio más profundo está pensando en la Cancillería encabezada, hasta hoy, por Antonia Urrejola (cercana al PS), quien el martes fue notificada por el Mandatario que la removería de la cartera. Esa decisión la despejó tempranamente esta semana porque el Jefe de Estado entendió que era inviable mantener a Urrejola en el cargo si es que quería dar una señal potente, sobre todo, tras la filtración de un audio de una reunión reservada que dejó en un muy mal pie a la hasta hoy secretaria de Estado.

El reemplazo de Urrejola se había decidido esta mañana y sería la socióloga y diplomática, Marta Maurás (PPD), quien fue notificada por La Moneda. Su nombramiento, eso sí, se cayó en el camino cerca del mediodía: quejas levantadas por círculos de diplomáticos y antiguos tuits de ella en favor de la migración irregular, terminaron por frustrar su nominación como nueva ministra de RR.EE.

Una de las que levantó alertas, según círculos diplomáticos, fue la exjefa de gabinete de Urrejola, Carola Muñoz, quien habría advertido que Maurás tenía acusaciones por maltrato mientras fue representante diplomática en Ginebra.

Así, el hermetismo y la ansiedad comenzó a instalarse en La Moneda y con el paso de las horas se atrasó el ajuste, el que en un inicio había trascendido que sería cerca del mediodía. Luego se les informó a los secretarios de Estado que llegaran a las 13.00 a Palacio, sin embargo, el nombre del nuevo canciller retrasó todo el diseño y terminó complicando a Boric, quien terminó optando por Alberto Van Klaveren, cercano al PPD.

La salida de Urrejola, en todo caso, no será la única en esa cartera. Junto con ella, tal como lo informó La Tercera, saldrá el subsecretario de Relaciones Económicas Internacionales (Subrei), José Miguel Ahumada, y también la subsecretaria Ximena Fuentes.

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Ximena Fuentes

En el gobierno la sensación, según transmitían distintos equipos, era de malestar: la poca deferencia para avisar (ministros seguían tuiteando en sus redes sociales y algunos mantenían actividades en agenda) y el desorden para dar a conocer el anuncio provocó una fuerte molestia en varias reparticiones.

Hasta La Moneda además empezaron a llegar de a poco algunos secretarios de Estado para reunirse, incluso, con el propio Boric, quien les confirmó su salida. Ese fue el caso de la ministra de las Culturas, Julieta Brodsky, y de su par de Obras Públicas, Juan Carlos García. Ambos dejarán sus cargos. En el reemplazo de García asumirá la socialista Jéssica López.

Junto con ellos también saldrá del gabinete la ministra de Deportes, Alexandra Benado.

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