La millonaria reinvención del MoMA en Nueva York
La próxima semana el espacio ubicado en Manhattan cerrará sus puertas para iniciar una remodelación que tardará cuatro meses. En octubre, el nuevo museo presentará salas más amplias y un nuevo guión curatorial, más igualitario e inclusivo.
Desde el próximo sábado 15 de junio el Museo de Arte Moderno (MoMA) cerrará sus puertas al público. Serán cuatro meses durante los que se llevará a cabo un ambicioso plan de renovación que tendrá un costo de US$ 450 millones y que incluye la incorporación de 3.700 metros cuadrados. Además, será la oportunidad de hacer una completa revisión a su colección y galerías, con el objetivo de plantear una curatoría más inclusiva que considere obras de artistas afroamericanos, asiáticos, mujeres y latinos.
Fundado el 7 de noviembre de 1929, el museo está próximo a cumplir 90 años y es uno de los más visitados del mundo, junto con el Met y el Louvre. Ubicado en Midtown, Manhattan, alberga una colección de alrededor de 200 mil obras de arte moderno y contemporáneo, entre las que se encuentran pinturas como La noche estrellada, de Van Gogh; La persistencia de la memoria, de Salvador Dalí, y Las señoritas de Avignon de Picasso, por nombrar algunas.
La remodelación, a cargo de las oficinas de arquitectura Diller Scofidio + Renfro y Gensler, entregará nuevas maneras de explorar el espacio. En ese sentido se buscará dar mejor conexión de los espacios interiores con el jardín de esculturas que tiene el museo. También se abrirán nuevas salas que permitirán incorporar nuevas obras, como pinturas de Cézanne, Matisse o Chagall, que hasta ahora estaban guardadas en las bodegas.
No es primera vez que el Museo de Arte Moderno busca reinventarse, al menos en materia de espacio. En el año 2004 el MoMA reabrió tras permanecer cerrado cuatro años por trabajos de remodelación a cargo del arquitecto japonés Yoshio Taniguchi. En esa reestructuración, se duplicó el espacio de las galerías, se adquirieron nuevas obras, y se construyeron nuevas salas para exhibiciones permanentes. Ahora el cambio no es solo estructural, sino que también curatorial.
"Inspirados por la visión original de Alfred Barr de ser un museo experimental en Nueva York, el valor real de esta expansión no es simplemente más espacio, sino espacio que nos permita para repensar la experiencia de lo que es el arte en el museo", ha señalado Glenn D. Lowry, director del museo.
Cuando el renovado MoMA vuelva a abrir sus puertas en octubre de este año, la oferta artística será más amplia. Tres de sus pisos mostrarán arte de manera cronológica, pero sin restricciones de disciplinas, por lo que pinturas, fotografías, esculturas y otros soportes serán exhibidos de manera integral. Artistas como el fotógrafo japonés Shigeru Onishi; la coreógrafa y artista nigeriana-estadounidense Okwui Okpokwasili, o el pintor haitiano Hervé Telémaque serán algunos de los nuevos nombres que se incorporarán al museo.
Bajo esa lógica, también se espera incorporar mayor cantidad de obras de artistas femeninas las que actualmente tienen menos representación. Por ejemplo, de acuerdo a los datos de la colección online, el MoMA no tiene obras de Marie Laurencin, mientras que de Frida Kahlo tiene solo cuatro. En cambio, hay 1.242 obras de Picasso.
Para su apertura, el museo ya tiene programadas siete exposiciones que dan cuenta del nuevo rumbo que tomará el espacio. Habrá desde una instalación del pianista y pionero de la música electrónica David Tudor, hasta arte latinoamericano con la muestra Sur moderno: viajes de abstracción, que exhibe la colección donada por Patricia Phelps de Cisneros al museo y que incluye esculturas, pinturas y obras en papel. El arte asiático de Haegue Yang y los grabados de la afroamericana Betye Saar también son parte de las exhibiciones de reapertura.
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