Renuncia de Moreno sube a siete el número de caídos por la fallida compra de la casa de Allende

Este miércoles se fue del gobierno uno de los jefes de los cuatro equipos del Segundo Piso. Su renuncia es otra baja para el Ejecutivo en el marco de una de sus peores crisis.
La fallida adquisición de la casa de Salvador Allende es una de las crisis que ha detonado el mayor número de autoridades y funcionarios caídos desde el inicio de la administración de Gabriel Boric en marzo de 2022.
Este miércoles, el encargado del equipo de Seguimiento de Compromisos Presidenciales, Leonardo Moreno (65), engrosó el listado de renuncias vinculadas a la polémica. Con él suman siete los sancionados con el cargo.
El caso explotó en la cara de La Moneda el 3 de enero, jornada en la que decidieron echar pie atrás a la adquisición del inmueble que se comprometió por un monto de $933 millones. ¿La razón? La entonces ministra de Defensa Maya Fernández (PS) y la senadora Isabel Allende (PS) eran copropietarias de la casa, lo que a todas luces implicaba una inconstitucionalidad, pues la ley impide que autoridades del gobierno y parlamentarios firmen acuerdos con el propio Ejecutivo.
Tres días después, el 6 de enero, la ministra Marcela Sandoval (FA), de Bienes Nacionales, renunció al gobierno. Ella, según comunicó el Ejecutivo, pagó los costos políticos de la crisis, ya que fue su entidad la encargada de dar cumplimiento al deseo del Presidente Boric de adquirir la casa de Allende para convertirla en un espacio de memoria. En paralelo se hacían las gestiones para adquirir también la casa del Presidente Patricio Aylwin.
Sandoval no se fue sola. Junto a ella también abandonó el gobierno su jefa de gabinete, Denisse Hernández, quien participó en más de una reunión con Presidencia para abordar la compra del inmueble.
En reemplazo de la ministra frenteamplista llegó Francisco Figueroa (FA), quien, como una de sus primeras medidas, sacó de la jefatura de la División Jurídica del ministerio a la abogada Macarena Diez.
Ella monitoreó desde BBNN la adquisición de la casa de Allende, y en su lugar Figueroa designó a una abogada de su confianza, María José Armisen. El nuevo secretario de Estado, sin embargo, no pudo pedirle la renuncia a Macarena Diez, ya que la constitucionalista se encuentra con fuero maternal. En ese sentido, ahora, en vez de ser la jefa jurídica del ministerio, es solo una asesora de la misma instancia.
Al llegar, Francisco Figueroa también se encargó de ratificar en el cargo al jefe de la División de Bienes Nacionales del ministerio, Pablo Mainoo, quien también participó de las reuniones previas a la concreción del anuncio del gobierno de comprar la casa de Allende.
63 días después de la salida de Sandoval y su jefa de gabinete de Bienes Nacionales -más el reajuste en el cargo de Macarena Diez-, el Presidente Boric volvió a golpear la mesa y concretó la salida de su gobierno de la ministra Maya Fernández.
La socialista y nieta de Allende enfrenta una acusación constitucional en su contra, pero en La Moneda optaron por comunicar su salida para que así ella se pueda concentrar en su defensa.
El abandono de Fernández del gabinete produjo un efecto dominó inmediato en el Ministerio de Defensa, ya que junto a ella se fueron dos de sus personeros más cercanos: su jefe de gabinete, Claudio Pérez, y el asesor jurídico Luis Correa. La salida de este último fue lamentada por los parlamentarios de la Comisión de Defensa de la Cámara.
Otros asesores de confianza de Fernández en Defensa también pusieron sus cargos a disposición de la nueva titular del ministerio, Adriana Delpiano, quien aún no concreta la llegada de su nuevo equipo.
La caída de Crispi
El mismo día que salió Fernández también renunció el jefe del Segundo Piso, Miguel Crispi. Si bien él también estuvo en el diseño de control de crisis de Palacio respecto a la fallida compra de la casa de Allende, lo cierto es que su éxodo de La Moneda no se dio en ese contexto.
El personero del Segundo Piso que sí renunció al Ejecutivo tras ser presionado por la adquisición del inmueble fue Leonardo Moreno, abogado que ayer estiró a siete la cantidad de personeros del gobierno que han dejado sus cargos en el contexto de esa crisis.
Moreno, según declaraciones judiciales, fue el encargado de monitorear desde Palacio la fallida compra de la casa y, según los mismos testimonios, fue alertado en más de una ocasión respecto a los potenciales problemas de legalidad y conflictos de intereses que implicaba esta transacción.
Quien lo acompañó en el monitoreo de la adquisición, desde Presidencia, fue la asesora del Segundo Piso Bernardita Nazar, quien se mantiene en su cargo por ahora.
La cantidad de caídos que ha dejado la crisis por la compra de la casa de Allende es similar a la que se vio en el marco del lío de platas entre fundaciones y reparticiones del Estado. Esta última polémica generó la renuncias de dos subsecretarias (Vivienda y Cultura), tres seremis y los asesores más cercanos de estos.
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