Restos de saliva lanzados al pavimento y llamados donde cercanos les decían “tienes miedo”: cómo se llegó a los autores del triple crimen de carabineros

Mientras el equipo de fiscales de la Región de La Araucanía y el OS-9 de Carabineros investigaban -de forma reservada- la dinámica del triple homicidio de carabineros en Cañete, ocurrido el 27 de abril de este año, en paralelo surgían diversas pistas de quienes eran los autores de este crimen que impactó al país en una jornada donde se conmemoraba el 97 aniversario de la institución de las carabinas cruzadas. Este martes esas personas, Yeferson Alexander Antihuen Santi (19), Felipe Antonio Antihuen Santi (29) y Nicolás Rivas Paillao (19), serán formalizadas. Solo falta que se detenga a quien sería el líder del grupo y quien posee un mayor prontuario, Tomás Antihuen Santi (22), quien logró escapar a pie pelado durante los operativos de este lunes 29 de julio.

Para lograr la prisión preventiva de los imputados el Ministerio Público deberá abrir la investigación que mantuvo en absoluta reserva durante tres meses. Ante el Juzgado de Garantía de Cañete detallarán lo que ocurrió el 26 de abril y la madrugada del 27 mientras los carabineros acudían a fiscalizar un arresto domiciliario en la parcela 13, del sector Antiquina de La Vega.

¿Cuáles son las pistas que los llevaron hasta los asesinos? En primer lugar, como se ha establecido, hubo un testigo clave que hoy tiene calidad de “protegido”. Se trata de la persona que estaba con la medida cautelar parcial y que es pariente de los sospechosos Antihuen Santi. Él advierte, entre otras cosas, que los planes de “hacer algo” contra los policías que controlaban su arresto domiciliario venían desde enero o febrero.

El testigo -sindicado con el número 2-, y que en un momento pudo tener calidad de cómplice, pero decidió colaborar y desmarcarse de sus parientes, entregó detalles de conductas que hoy para la Fiscalía y querellantes darán fuerza a la hipótesis de que el crimen fue planificado.

“Señala que con el tiempo frecuentemente iba Tomás a su domicilio y en algunas oportunidades Felipe, pero el más interesado en saber cuándo y a qué hora iban los funcionarios de Carabineros a sacarle la firma era Tomás. Indica que Felipe igual le preguntaba si estaba firmando o no, pero el que preguntaba más específico, como horarios, era Tomás, quien varias veces le consultó e iba con diferentes personas, específicamente con sujetos de Huentelolén, y que generalmente utilizaba un jeep color verde, Gran Vitara, que suena mucho y tiene roto el escape”, se lee en uno de los informes que será revelado esta jornada en audiencia.

El testigo reservado declaró que en días previos Tomás le pidió que se uniera y que “hicieran algo a carabineros cuando le fueran a sacar la firma”. Pero que él se negó, no quería participar. “Lo que trajo como consecuencia que Tomás se enojara y fuera al jeep a buscar una escopeta, con la que lo apuntó al pecho y le dijo que si veía algo de lo que pasaría y si hablaba algo, lo mataría a él y a su familia; para luego decirle que era broma”.

A la luz de los hechos dicho episodio cobró relevancia para los investigadores. El arma con el que Tomás amenaza al testigo era una escopeta calibre 12 Baikal y que en la parte trasera mantiene una goma como para apoyar la culata. “Dicha parte de la declaración encuentra corroboración en uno de los hallazgos del sitio del suceso, que dice relación con el hallazgo de una parte trasera de una escopeta Baikal en la zona que existió acción de violencia en contra de funcionarios de Carabineros”.

El crimen de los tres carabineros conmocionó al país. Dentro de los móviles que se indagan es que los hechores habrían buscado este impacto mediático. No por nada eligieron este día de conmemoración. Asimismo, existiría planificación, ya que uno de los testigos protegidos que conoce a los acusados dijo que en reiteradas oportunidades le preguntaron a qué hora y cada cuánto tiempo era visitado por la policía, por el tema de la fiscalización de cautelares.

Una vez emboscados, ¿los policías tuvieron posibilidad de defenderse? Pericias allegadas al expediente dan cuenta de la causa de fallecimiento de los tres. El SML realizó las autopsias de rigor que concluyeron que Vidal falleció por un traumatismo craneal cefálico provocado por un disparo y con heridas en el cuerpo. Por su parte, Cisternas recibió una serie de impactos en su tórax y en partes vitales tales como el pulmón izquierdo. Finalmente, el examen legista de Arévalo concluyó que falleció producto de disparos en su cabeza.

A las diligencias a los cuerpos de las víctimas se agregaron peritajes balísticos realizados por el Laboratorio de Criminalística de Carabineros que estableció la posición de los suboficiales al momento de ser atacados. Quienes conocen de estos resultados sostienen que en el caso de Vidal al momento del ataque con las armas de fuego estaba arrodillado y el tirador en la parte posterior. Una vez que cayó de frente al suelo, según estos peritajes, recibió otros impactos de bala secundarios, y que el autor del crimen necesariamente estaba en una posición superior. Fue rematado.

Las otras dos víctimas estaban en una posición similar. De rodillas, con los brazos arriba y con su tirador en una inmejorable posición: “Recibieron disparos prácticamente de ejecución directa”.

Tres días después del triple homicidio, los hermanos Antihuen Santi y Rivas ingresaron al radar de la policía especializada de Carabineros. El fiscal Carlos Bustos Muñoz, según queda establecido en el expediente, comenzó a solicitar diversas medidas intrusivas. Esto con el propósito de corroborar los dichos del “testigo reservado número 2″.

Junto con encontrar parte de la escopeta Baikal en el sitio del suceso, se dio inicio a la recopilación de antecedentes. “Específicamente, de la evidencia balística se pudo comprobar que dos vainas calibre 12 encontradas; una en el sitio del suceso N° 2 y otra en el sitio del suceso N° 1, fueron disparadas por dos armas tipo escopeta, utilizadas el día 29 de marzo de 2023 en un robo con intimidación ocurrido en el sector de Grano de Trigo, Contulmo”, se lee en los informes policiales.

Este último episodio de robo con intimidación de un vehículo hizo que se generara una persecución policial de Carabineros y la Armada, que realiza labores de seguridad por el estado de excepción que hay en la Región del Biobío. Tras esto se logró un “hit balístico” entre las armas ocupadas en el crimen de los policías y la del robo de ese día.

“En ese contexto, la vaina calibre 12 rotulada como V-9, levantada desde el sitio del suceso N° 1, dio coincidencia balística con la vaina calibre 12 rotulada como V-1, del robo con Intimidación, ocurrido con fecha 29 de marzo en el sector Grano de Trigo, comuna de Contulmo, y, a su vez, la vaina calibre 12 rotulada como VL-1, levantada desde el sitio del suceso N° 2, esto es, parcela N° 13, sector Las Vegas, Antiquina, Cañete, exterior del domicilio objeto de la medida cautelar y lugar que se determinó como principio de ejecución de los hechos investigados, coindice balísticamente con V-4, que es una vaina calibre 12 incautada en el procedimiento del día 29 de marzo de 2023″.

Fue entonces que los investigadores determinaron que había relación entre las personas que protagonizaron ambos hechos. Para corroborar esto “se consideró la evidencia levantada desde la camioneta abandonada por los imputados el día 29 de marzo de 2023, una vez que pierden el control de la misma y vuelcan a un costado de la ruta P-708-R”. En esa oportunidad, además, se encontró un teléfono celular marca Samsung. Fue la primera pista que los llevó al imputado Yefferson, dicho móvil era de su propiedad. Es decir, de uno de los hermanos Antihuen.

Durante la jornada de formalización será clave para el Ministerio Público la información entregada por los testigos reservados. Una vez vinculado Yefferson en ambos hechos, el declarante protegido número 8 dijo que, si bien no presenció el homicidio de los carabineros, aseguró que tenía información respecto a quién facilitó el armamento. Fue la primera vez que se establece la participación de Nicolás Rivas, también detenido este lunes.

“Indica que en horas de la noche del día de los hechos llegó donde Nicolás Rivas un auto marca Kia de Color Azul, Rio 5, que es cortito en la parte de atrás. Dicho vehículo lo andaba manejando un joven de apellido Antihuen, señalando que es alto, pelo largo, cara delgada. Indica que este sujeto usaba botas militares; la hora de llegada fue como a las 18 a 19 horas aproximadamente y que andaba acompañado de un sujeto más que estaba en el asiento de al lado, desconociendo si atrás había más personas”, declara.

Junto con esto, “señala que el Antihuen que fue a la casa de Nicolás Rivas andaba buscando a Nicolás Rivas, pero este no lo recibió, lo recibió su padre, de nombre Belisario Rivas Cifuentes. Él le entregó un armamento largo y, además, una caja de municiones. Indica que le parece raro que Nicolás no haya recibido a su amigo, porque son amigos de confianza y que los Antihuen van siempre al domicilio”.

Agregó que el día que el sujeto de apellido Antihuen recibe el armamento, “se va de inmediato y que luego, como a las 01:00 horas, Nicolás Rivas ya sabía que habían matado a los carabineros, en un horario que ni la prensa sabía que había ocurrido. Señala que sabe que Nicolás Rivas tiene una escopeta, que es de color café completa y en la parte de atrás, al final, tiene un borde negro”.

Esta arma, según se estableció, era la escopeta Baikal, y quien fue a buscar el arma, según reconocimientos fotográficos, fue Tomás Antihuen, hoy aún prófugo.

Los investigadores pusieron especial atención en Tomás Antihuen, quien sería el líder de la agrupación y quien tiene un caso vigente por el delito de utilización de artefactos explosivos, tras haber lanzado una bomba molotov a un carro policial el 15 de julio de 2020.

Este mismo imputado está vinculado a otro hecho de violencia, esta vez respecto a la madre de su hija. El 31 de marzo de 2024 la mujer realizó una denuncia en su contra por el delito de amenazas. Según esta acusación, el sospechoso -al no encontrar a su pareja en su domicilio- la empezó a llamar por teléfono advirtiéndole: “Ahora vas a ver quién soy yo, put... de mierda”. La joven estampó en la denuncia que tras esta amenaza escuchó seis disparos de escopeta.

“Las denuncias antes indicadas dan cuenta del actuar del imputado Tomás Antihuen Santi a través del tiempo, pudiendo determinar que tiene nulo respeto a la autoridad de Carabineros, atacándolos cada vez que tiene ocasión, con elementos que son capaces de provocar la muerte de los funcionarios policiales”, se lee en uno de los documentos del expediente.

En el sitio del suceso la policía encontró varios perfiles genéticos, de los cuales en un inicio solo se sabía que eran de sexo masculino, pero no su identidad. Ahí es donde viene lo más cinematográfico de esta investigación.

Un informe policial da cuenta de que el 26 de junio de 2024 se avistó a Yeferson Antihuen Santi en la ciudad de Santiago y se procedió a hacer una “vigilancia discreta” por parte del OS-9 de Carabineros. “Se pudo determinar que lanza un escupo al suelo, el cual es levantado posteriormente por funcionarios de Carabineros. La muestra se envió al laboratorio de genética, con la finalidad de extraer perfil ADN y verificar si coincide con algunos de los perfiles genéticos que se mantenían hasta ese momento en la investigación”.

Los resultados arrojaron que había coincidencia en los perfiles genéticos entre la saliva y la sangre hallada en un polerón en el robo con intimidación de 2023. “Es la misma persona”, concluyó el examen.

En la investigación liderada por Roberto Garrido se han realizado interceptaciones telefónicas de los sujetos investigados y aquellas personas, además, que pudieren ser intermediaria de sus comunicaciones.

¿Porqué Tomás está prófugo? Ya los informes policiales daban cuenta que este hermano Antihuen se mantenía oculto de la acción policial, estaba alerta, sabía que la policía seguía sus pasos.

Hay una llamada del 21 de mayo de 2024, en la cual Tomás Antihuen habla con la madre de su hija, y ella le advierte que “si se va a trabajar a Santiago, lo van a encontrar”, dándole a entender que era buscado.

El 2 de mayo, en otra comunicación interceptada, un sujeto de sexo masculino le indica que tiene malas noticias, “que los carabineros van hacia el sector donde él vive”. Y luego, el 15 de junio, recibe una llamada de un sujeto de nombre Martín Neculqueo, quien lo invita a Quidico, “¿y le indica que vayan en bus o tiene miedo?”, dando a entender que se encuentra siendo buscado y tiene temor a ser encontrado.

El propio Tomás, según se describe en el expediente, “tiene llamada en la cual manifiesta abiertamente que es capaz de matar a una persona cuando una situación no es de su agrado”.