“Retomar su rol de lonco y guiar a su comunidad en términos religiosos”: los frustrados planes en Argentina del prófugo Facundo Jones Huala
El líder del grupo Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) fue detenido la madrugada de este lunes en el barrio La Esperanza, en la localidad argentina de El Bolsón. Medios argentinos reportan que estaba bajo la influencia del alcohol y drogas. El Ministerio Público alista la solicitud de extradición para que el comunero vuelva al país a cumplir la condena a 9 años de cárcel por incendio y porte ilegal de armas de la cual escapó cuando la Corte de Apelaciones de Valdivia le concedió el beneficio de libertad condicional que luego fue revocado por la Corte Suprema. Un informe de Gendarmería revela los planes que Jones Huala tenía de cara a su salida de la cárcel que -ahora- está programada para el 2025.
Un informe psicosocial elaborado por Gendarmería de Chile en septiembre de 2021 daba cuenta de las características del interno Facundo Jones Huala (36) comunero mapuche de nacionalidad argentina quien por esos días postulaba a libertad condicional. Cinco meses después se declararía prófugo en rebeldía luego que la Corte Suprema revocara el fallo del tribunal de alzada que le había concedido el beneficio mediante un amparo presentado por su defensa. Tenía que volver a la cárcel, pero en febrero de 2022 la policía perdió su rastro, dictándose una orden de captura internacional. Era uno de los más buscados del país. Eso, hasta la madrugada de este lunes cuando fue detenido en la localidad de El Bolsón, Argentina. Ahora el Ministerio Público prepara una solicitud de extradición, para que retorne al país a cumplir la pena de 9 años de cárcel por los delitos de incendio y porte ilegal de armas tras un ataque en el fundo Pisú Pisué, en Río Bueno, ocurrido en 2013.
Medios argentinos como el diario El Clarín aseguran que Jones Huala al momento de ser aprehendido estaba ebrio, su alcoholemia marcó 1,31 y también habría estado drogado, y que fue detenido en el marco de desórdenes que lo tuvieron como protagonista la noche de este domingo.
Mientras se tramita su retorno forzado al país, se reactivan sus antecedentes penitenciarios. Es así como el líder del grupo Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) al ser entrevistado por funcionarias de Gendarmería, hace dos años atrás, manifestó ser un buen candidato al beneficio, pero la Comisión de Libertad Condicional le dio un portazo a sus pretensiones, principalmente porque según ellos “un análisis global del informe permite concluir que el postulante no ha avanzado significativamente en su proceso de reinserción, sin que, a pesar del tiempo transcurrido, haya reconocido los hechos por los cuales fue condenado, sin justificaciones y sin darle otro contexto o explicación; lo que hace evidente que su proceso de reinserción social se encuentra incompleto, quedando establecido una actitud resiliente del amparado para someterse al proceso de intervención ofrecido por Gendarmería”.
En el informe, además, se revelan los planes que tenía Jones Huala cuando recobrara su libertad que en ese minuto estaba estipulada para el 26 de junio de 2024. “Sus planes vitales se enfocan en lo laboral, familiar, socio-comunitario, siendo coherentes con relación a los recursos y medios que dispone. Su pareja actual y su familia de origen son un soporte importante de contención emocional”. Por esos días aún se mantenían medidas restrictivas en los penales a propósito de la pandemia del Covid-19 y el interno sólo había podido contactarse con su familia por videollamadas, lo que lo afectaba por lo que quería invocar un tratado que le permitiera terminar su condena en el vecino país.
“Por otro lado dese retomar su rol de lonco, señala que hoy día existe la necesidad de ayudar a organizar a su comunidad tanto en aspectos religiosos como administrativos”, se lee en el documento. En cuanto a los aspectos abordados en esa entrevista, los funcionarios penitenciarios apuntan a que Jones Huala “presenta comportamientos ilegales en el factor quebrantamiento, ya que registra incumplimiento de arresto domiciliario total e infracción a la ley de extranjería por ingreso clandestino”. Si bien el informe dice que tiene bajo riesgo de reincidencia, destaca que “reconoce que mantendría vinculación con grupos de reivindicación de tierras mapuche, pertenecientes al movimiento radical, quienes presentarían conductas delictivas (...) En relación al factor criminógeno asume responsabilidad en los hechos, pero no lo realmente expuesto en su sentencia, tiende a justificar las acciones violentas como apoyo a la denominada causa mapuche, considerando que ha sido la forma de ser escuchados para avanzar en lo que considera justo y necesario para su pueblo”.
Fiscalía a la carga
Tras conocerse la captura de Jones Huala, la Fiscalía de Chile emitió un comunicado en que “las autoridades chilenas confirmaron a través de los canales internacionales pertinentes que existe interés en extraditar al señor Jones Huala, cuya finalidad es que cumpla la condena que le fuera impuesta por su participación en calidad de autor de los delitos de incendio y tenencia ilegal de arma de fuego de fabricación artesanal. Cabe hacer presente que pesa sobre el requerido una orden de detención, dictada por el Juzgado de Letras y Garantía de Río Bueno. La Fiscalía de Chile, a través de su Unidad de Cooperación Internacional y Extradiciones (UCIEX) y la Fiscalía Local de Río Bueno, se encuentra trabajando en solicitar la extradición a la mayor brevedad posible”.
En diciembre de 2018, el líder del grupo Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) que opera en Argentina fue condenado a 9 años de cárcel, por un atentado ocurrido en la Región de Los Ríos, en 2013. El nombre de Jones Huala comenzó a tomar interés luego de que en Argentina se atribuyera, a la agrupación a la cual pertenece, la autoría de una serie de atentados en el sur del país vecino. Incluso dio entrevistas argumentando que estaban en su derecho a defenderse y se le identificó como una persona cercana a la Coordinadora Arauco Malleco (CAM).
El activista volvió a Chile extraditado desde Argentina el 12 de septiembre de 2017, luego de que la justicia chilena solicitara su retorno al país tras declararlo prófugo en 2013, año en que fue imputado por su presunta participación en el atentado de Pisú Pisué.
La sentencia del tribunal oral de Valdivia dio por acreditado que Jones Huala cometió el delito de incendio el 9 de enero de 2013 a las 23.00, cuando ingresó al predio junto con otros dos hombres, encapuchados y vestidos con ropas oscuras de tipo militar y premunidos de armas de fuego, con las cuales intimidaron al grupo familiar, compuesto por seis adultos y cuatro menores, entre ellos, un lactante de seis meses.
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