Rincón tira el mantel en el Senado y la UDI y Evópoli quedan con la responsabilidad de romper pacto con el oficialismo
Esta tarde, los senadores están convocados para renovar a sus autoridades. Si bien existe un compromiso para ceder la presidencia de la Cámara Alta al PPD, conflictos e intereses en juego han cambiado el panorama.
“Esperamos que el acuerdo se cumpla”, dijo la senadora y presidenta de Demócratas, Ximena Rincón, antes de ingresar a la Comisión de Hacienda de la Cámara Alta.
Sin embargo, la legisladora, que pretendía ocupar este martes un asiento formal en esta instancia legislativa, que será estratégica para el desenlace de la reforma previsional y los cambios tributarios, no pudo asumir y solo pudo participar con derecho a voz.
Al inicio, la misma Rincón advirtió que al no haberse ejecutado el cambio a tiempo, se estaba rompiendo todo el acuerdo administrativo, que establece una alternancia entre parlamentarios del oficialismo y la oposición en los principales cargos del Senado. “Se pone en riesgo el acuerdo, porque es integral, no es por partes”, señaló la presidenta de Demócratas.
Tras la sesión, Rincón fue mucho más explícita al desahuciar el pacto de gobernabilidad, lo que implicaría que, este martes en la tarde, no apoyarían al candidato del PPD, el senador Pedro Araya, para presidir la Cámara Alta.
“En el actual estado de las cosas, el acuerdo no se sigue cumpliendo y nosotros ya no estamos obligados a ese acuerdo que no existe”, dijo la senadora, quien aclaró que la única forma de evitar un quiebre era que ella asumiera formalmente en Hacienda, antes de las 16 horas, cuando se inicie la sesión de sala convocada para renovar a sus autoridades.
Esa solución, sin embargo, era imposible. Los senadores Ricardo Lagos Weber (PPD) y Daniel Núñez (PC) presentaron los oficios comunicando su salida de Hacienda a contar del miércoles, dejando en suspenso quienes serán sus reemplazos.
El problema es que la advertencia de Rincón no solo la representaba a ella y a su camarada de partido, el senador Matías Walker. Detrás de sus palabras también tenía el aval de las otras bancadas de la derecha, que hoy están tratando de conformar una nueva alianza política electoral con colectividades como Demócratas y Amarillos.
Con esa amenaza sobre la mesa, las bancadas de la UDI y Evópoli quedan con la responsabilidad de romper el pacto con el oficialismo, que tenía como principales contrapartes al PS y al PPD.
Pacto
En virtud de ese acuerdo de gobernabilidad (sucrito por casi todas las fuerzas políticas, salvo RN), el PS tuvo en 2022 la presidencia de la Cámara Alta, cargo que ejerció el entonces senador y hoy ministro, Álvaro Elizalde. Luego, en 2023, la presidencia recayó en el UDI, Juan Antonio Coloma, quien ya presentó su renuncia. A partir de 2024, en tanto, le correspondía al comité PPD-Independiente.
No obstante, al ver bloqueados y postergados los cambios en la Comisión de Hacienda, donde el oficialismo tenía que ceder los cupos de Lagos Weber (PPD) y Núñez (PC) para entregarlos a fuerzas opositoras o no alineadas con el oficialismo, desde la derecha tampoco entregarían la testera de la corporación.
La razón de la pugna en Hacienda es que existen dos interpretaciones de lo que dice el pacto administrativo, suscrito cuando aún no se producía el cisma de la DC. Entonces Rincón militaba en la Falange.
Según quedó consignado en la planilla que asignaba los cargos, a partir de marzo de 2024 uno de los cinco cupos en la Comisión de Hacienda debía cederse a: “DC Ximena Rincón”.
Para el falangismo, predomina la referencia a la “DC”, por lo tanto la presidenta de Demócratas al renunciar a su antigua colectividad perdió el cupo.
Para Rincón, sin embargo, prevalece la mención de su nombre, además que la distribución de cargos en 2022 consideraba una bancada DC más grande: con cinco miembros.
Las alternativas
En vista de que el nudo no logró ser resuelto hoy en la mañana, hasta el cierre de esta edición, las alternativas eran básicamente dos.
Plan A: que la derecha y Demócratas no acepten la renuncia del senador Coloma a la presidencia (solo aprobarían la dimisión de su vicepresidente Francisco Huenchumilla) con el fin de forzar un estatus quo, a la espera de que se ejecuten los cambios en Hacienda en favor de Demócratas. En tanto, el otro cupo tendría que ser asignado a la bancada de Evópoli, específicamente al senador Felipe Kast.
Plan B: aceptar la renuncia de Coloma, pero en vez de elegir a Pedro Araya (PPD) como presidente, apoyarían la postulación de José García (RN), quien fue levantado por su partido como carta para liderar el Senado.
En el caso de la vicepresidencia, se iba a entregar inicialmente a Evópoli, que ya escogió a Luciano Cruz-Coke para asumir esa responsabilidad. No obstante, también existe la posibilidad de que ese cargo se le entregue a Matías Walker (Demócratas) como forma de compensación por el bloqueo del oficialismo en Hacienda.
El conflicto en esta comisión tiene una motivación política. En el gobierno y en especial el ministro de Hacienda, Mario Marcel, veían con preocupación el poder que adquirirían Rincón y Kast -senadores con los que La Moneda ha tenido una difícil relación- en el diseño de sus reformas emblemáticas que inevitablemente deben pasar por esta instancia legislativa.
Además, en el PPD admiten que el gobierno tiene resquemores con Pedro Araya (PPD), quien a pesar de ser un senador oficialista, se mueve con autonomía y ha tenido roces con ministros del Presidente Gabriel Boric.
Por el contrario, en el Ejecutivo no ven una amenaza, incluso tienen una visión positiva del perfil moderado del senador García (RN) si es que asume la presidencia del Senado. Incluso, para La Moneda también sería óptimo que Coloma continuara a cargo de la corporación.
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