Rodrigo Logan, cómo se mueve el más transversal, controvertido y mediático de los convencionales
El abogado de los matinales fue militante de RN y también contribuyó con Gino Lorenzini y Franco Parisi en la inscripción del Partido de la Gente. A la Convención llegó como independiente y en este mes se ha hecho conocido entre sus pares por su disposición a negociar con todos.
De pie en uno de los jardines del edificio en el Congreso en Santiago, Rodrigo Logan Soto (abogado, 41 años) habla del día en que selló su fe y se propuso una misión: ser presidente de Chile.
“Dios tiene una misión para ti”. Hoy convertido en convencional por el distrito 9, Logan asegura que escuchó esa frase de uno de sus compañeros del curso de inglés que realizaba en un instituto en el centro de Santiago.
Corría el año 2011 y los diálogos entre ambos fluían en torno a la religión cristiana. Fue así como se unió a la iglesia que lidera Jorge San Juan, basada en el judaísmo mesiánico. Luego viajó a Tierra Santa -asegura que lo financió de su bolsillo, pese a la invitación del gobierno israelí- y ahí selló su fe y se trazó el objetivo de iniciar una carrera política que lo llevara a La Moneda. Hoy dice que en ese momento, cerca del Santo Sepulcro, oyó una voz interna que le hablaba de una misión vital.
Logan apela a todos estos recuerdos en medio del ajetreo de la Convención. Y lo hace apenas unos minutos después de haberse dirigido a la prensa para responder a la denuncia que publicara el medio Interferencia respecto de la supuesta falsificación de un contrato de trabajo como prueba para cobrar una millonaria indemnización por el cese de sus labores como administrador de un edificio en Santiago Centro.
El caso se inició en 2015, con una demanda de Logan hacia sus exempleadores, que culminó con la solicitud de los demandados de poner fin a la acción por estar prescrita, cuestión que fue acogida por el 12° Juzgado Civil de Santiago.
A la arista civil, no obstante, se sumaría una penal, a partir de 2016, cuando la Comunidad Edificio Alto Mapocho interpusiera una querella contra “todos aquellos que resulten responsables” por los delitos de falsificación y uso malicioso de instrumento privado. La investigación de la fiscalía llevó a la formalización del abogado, en septiembre de 2020, quedando con la cautelar de arraigo nacional. Pero ayer, la fiscalía solicitó la suspensión condicional del procedimiento, por no haberse acreditado la participación del convencional en la falsificación del documento.
Ese fue su principal argumento a la hora de desestimar la investigación periodística y acusar, mirando a las cámaras, que todo se debía a su interés por ocupar una de las vicepresidencias de la Convención. Es más, apuntó directamente a uno de sus colegas constituyentes y, aunque no quiso dar a conocer su nombre, fuentes de la Convención y cercanos a Logan explican que se trataría de Renato Garín. Este mismo descartó esas versiones ayer en su cuenta de Twitter diciendo que eran “un absurdo”.
De la TV a la Convención
Entre sus pares, el convencional del distrito 9 es descrito como “un tipo bonachón”, “muy simpático”, “entrador” y “frontal”, que genera conversaciones con personas de distintos sectores políticos y que tiene una buena llegada, pero la mayoría de los consultados dice no conocerlo mayormente. Varios reconocen que aún no tienen claras sus posturas en los temas de fondo que deberá analizar la instancia.
Como independiente, el abogado llegó a la Convención sin tener mayores nexos con otros constituyentes, cuestión que ha ido superando gracias a su extrovertida forma de ser y su facilidad para dialogar. Así, el mismo día en que se instauró el nuevo órgano constituyente, Logan se acercó a distintos grupos de convencionales para preguntarles a quién apoyarían para la vicepresidencia, luego que Garín (quien obtuvo cuatro respaldos en esa votación) le asegurara que tenía votos de derecha e izquierda para quedarse con el cupo que hoy ostenta Jaime Bassa.
Sus apariciones en televisión, primero en La Red, en el programa Mentiras Verdaderas, y luego en el matinal Mucho Gusto de Mega, han sido también una puerta de entrada para “el abogado del pueblo” -como lo bautizó el diario La Cuarta hace un par de años-, aunque también reconoce que algunos de sus pares de la Convención lo miran con recelo justamente por ser un personaje mediático.
Sus compañeros hombres, además, cuentan que Logan organizó un grupo de WhatsApp para coordinar partidos de fútbol entre los convencionales; el primero será a las 18.45 horas de hoy, en las canchas de la Liga La Reina, en Huechuraba.
De RN al partido de Lorenzini
La primera incursión de Rodrigo Logan en política fue el 2016, cuando compitió como militante de Renovación Nacional para convertirse en concejal de Recoleta. Tras la derrota, renunció ese mismo año a la colectividad enviando una carta a una larga lista de dirigentes del partido, entre ellos Cristián Monckeberg, Mario Desbordes, Andrés Allamand y el entonces candidato presidencial Sebastián Piñera.
Para llegar a la Convención, la DC le ofreció un cupo en el distrito 8, invitación que rechazó, porque él quería representar al distrito de Recoleta, comuna en la que vive desde los nueve años. Por eso, su meta era reunir 1.856 firmas -cifra que disminuyó a la mitad con el cambio legal en medio del proceso-, tarea en la que contó con el apoyo de una de sus seguidoras, Valezka Oyarce, quien creó una página de Facebook que fue sumando fans de forma exponencial y terminó consiguiendo más de 30 mil rúbricas para patrocinar su candidatura.
Ya inscrito como candidato, basó su campaña en un sistema de información georreferenciada y distintos softwares -dando cuenta de su gran interés por la tecnología- que le permitieron conocer los temas de interés y organizaciones sociales de las distintas zonas que visitaba, junto con entregar información por mail, WhatsApp y redes sociales.
Se presentaba, además, como un independiente que no tendría un partido político detrás diciéndole qué decir y cómo votar cuando llegara a la Convención. Claro que él mismo reconoce que valora la existencia de los partidos políticos. De hecho, ayudó a crear uno: el Partido de la Gente (PDG), que encabezan el excandidato presidencial Franco Parisi y el fundador de Felices y Forrados, Gino Lorenzini, el que ya habría recolectado las firmas necesarias para constituirse en todo el país.
Logan aparece en varios lives con los líderes de la tienda que está en formación ante el Servel. Pero dice que renunció por diferencias con algunos de sus fundadores, aunque asegura que el ideario que allí se fomenta lo convierte en su “partido político ideal”.
Por eso, dice no definirse como una persona de centro, izquierda o derecha, sino que defiende principios y que quiere apoyar a las personas, sobre todo a quienes tienen menos. Incluso, se siente como un Robin Hood moderno, pues, como abogado, dice que les cobra caro a sus clientes más solventes para poder patrocinar gratuitamente causas de personas que no cuentan con recursos para pagarle a un abogado.
Abogado, presidente y millonario
A Logan le gusta ser abogado, aunque justo después de salir de la carrera, en 2003, tuvo una crisis vocacional y no se tituló sino hasta 2012. Entremedio, estudió tasación, administración de edificios y corretaje de propiedades y trabajó con su padre -Enzo, fallecido en 2016- por algún tiempo en esa área.
Con el nacimiento de uno de sus hijos, retomó el Derecho y se tituló, concretando -de paso- un sueño de infancia. Porque cuando sus padres se separaron, quedó muy impresionado con el abogado que le hizo la nulidad a su mamá y, a sus nueve años, se fijó una meta: quería ser abogado, millonario y presidente.
Para no olvidar esa misión, aún guarda el autito que aquel abogado le regaló en esos años y se repite la lección que le dio: “Lea. La lectura es algo que nunca te van a quitar”.
Así lo hizo. Leyó y estudió, se sobrepuso al bullying escolar en el Liceo Lastarria, trabajó para pagarse la carrera de Derecho en la Universidad de Chile barriendo calles, limpiando pescado en el terminal pesquero y ejerciendo distintos oficios. Juntó plata, viajó seis meses por Europa, volvió a Chile y ha desarrollado una prolífica carrera como abogado. Y ahora, con su paso por la Convención Constitucional, podrá también comenzar a pavimentar su carrera hacia La Moneda. Esto, según confidencia, si supera las vallas en el camino que Dios le tiene trazado.
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