Salida de emergencia: el fracaso del diseño original y las razones de la nueva estrategia de Boric para un pacto fiscal
El Presidente detalló esta mañana la propuesta que reemplaza la idea original -comprometida por el propio Mandatario en la cuenta pública- que buscaba insistir con la reforma tributaria en el Senado. En La Moneda, en todo caso, evitan calificarlo como una derrota y transmiten que más bien corresponde a un "acto de realismo" ante la falta de consenso para aumentar la carga impositiva en el país.
A un cité en la comuna de Independencia llegó temprano este martes el Presidente Gabriel Boric. Lo hizo para grabar una cadena nacional -que de manera inédita se realizó fuera de La Moneda y se transmitió en horario matinal, promediando 20 puntos de rating- para dar cuenta de su nueva propuesta para viabilizar un pacto fiscal, objetivo que le ha sido esquivo en este año y tres meses de administración.
Los plazos apremiaban. Ayer se había cumplido la fecha límite que él mismo fijó en su última cuenta pública el pasado 1 de junio para insistir en el Senado con el proyecto de reforma tributaria, que había sido ya rechazado en su idea de legislar por la Cámara de Diputados, y para lo que requería un quórum de 2/3.
“A fines de julio mi gobierno insistirá en el Senado para que retomemos la tramitación legislativa de la reforma tributaria, de modo de conciliar las herramientas para financiar las prioridades acordadas. Esa es mi invitación (...). Mi gobierno va a seguir avanzando en seguridades sociales para las personas, en seguridad económica, y en seguridad pública, por ello, quiero invitarlos a ponernos de acuerdo. A que nos comprometamos con el país y acordemos cuáles son las urgencias de las cuales nos haremos cargo en este período de gobierno”, dijo el Presidente en esa oportunidad.
Pero pese a los esfuerzos de Mario Marcel (Hacienda) y Álvaro Elizalde (Segpres) -quienes exploraron diversas alternativas con la oposición para viabilizar el diseño original comprometido por el Jefe de Estado ante el Congreso Pleno- y a las tratativas en que incluso se involucró el propio Boric, en el gobierno no lograron acuerdo para una insistencia en la Cámara Alta. Con ese cuadro, dicen en La Moneda, el gobierno se vio forzado a buscar un plan B y asumir el fracaso del diseño original. Y es eso lo que presentó esta mañana Boric.
El Mandatario detalló que dividirá las ideas matrices de la iniciativa original en dos, dejando para este año todo lo relativo a elusión, evasión y modernización del Estado -con lo que esperan recaudar 2,7% del PIB- y aplazando para marzo de 2024 lo que aún no logra consenso en la oposición: el aumento de carga impositiva.
La nueva estrategia de La Moneda, dicen en el gobierno, se comenzó a trazar hace semanas. Ante la imposibilidad de lograr convencer a una oposición que tiene cada vez menos incentivos de negociar con el gobierno -en medio de la crisis de los convenios-, la sensación de frustración se hizo patente en los equipos a cargo.
Pero no había posibilidad de resignarse, sostienen en el Ejecutivo. Sobre todo, porque el propio Boric vinculó el cumplimiento de compromisos programáticos tan estratégicos como la reforma de pensiones a una reforma tributaria. Así, ante lo que algunos llaman un “acto de realismo”, todos los esfuerzos se concentraron en buscar una alternativa que dé viabilidad a lo que ahora bautizaron como un nuevo pacto fiscal.
Y el cambio de marca no es casual. En La Moneda sostienen que la idea es llevar el debate a “otra cancha”. Por lo mismo, se ha reforzado que esto no es una mera reforma para aumentar impuestos -algo que muchas veces no es percibido como una necesidad por las personas-, sino que una propuesta de acuerdo que permitirá financiar cuestiones sentidas por la ciudadanía como lo son las listas de espera en la atención primaria, inversión en seguridad ciudadana, la Sala Cuna Universal o el Sistema Nacional de Cuidados.
En esa lógica, dicen en el gobierno, a la derecha no le será tan fácil desmarcarse. De hecho, esta mañana el Jefe de Estado le envió un recado a la oposición: “No vamos a insistir en el Senado con el proyecto rechazado por dos votos, pues hubo un sector de la política que desgraciadamente nunca quiso sentarse a la mesa a encontrar un acuerdo por el bien de Chile. Ustedes saben bien quiénes son”.
La primera sensación en el Congreso
A pesar del cambio de estrategia y de la derrota en el diseño original, rápidamente las distintas bancadas oficialistas se comenzaron alinear detrás del pacto fiscal anunciado por el Presidente.
El diputado e integrante de la Comisión de Hacienda Boris Barrera (PC) destacó que “el gobierno no ha dicho que ha renunciado (a la reforma tributaria), lo que ha hecho el gobierno es ser objetivo y avanzar en lo que la derecha dijo que estaba dispuesta a avanzar: evasión y elusión. Yo espero que cuando ingresen estas medidas, se pueda avanzar”.
“En esta cadena nacional el Presidente insiste en esa necesidad de un pacto fiscal para financiar materias de seguridad, salud, las listas de espera, salud mental, cuidados y la PGU. Por eso, se requiere mayor recaudación. Este pacto fiscal complementa, porque es un acuerdo que se llega con las pymes”, señaló la diputada y presidenta de la Comisión de Hacienda, Gael Yeomans (Convergencia Social).
El diputado y presidente de la Comisión de Trabajo, Juan Santana (PS), por su parte, dijo que no ve claudicación en el cambio de estrategia, por el contrario, afirmó, es una forma de continuar a pesar de las resistencias. “El gobierno decide no insistir en el Senado (por la oposición de los partidos de derecha). Espero que los partidos democráticos del sector se incorporen a este diálogo y muestren disposición en una necesaria modificación tributaria”, añadió.
Desde la oposición, en tanto, las reacciones fueron de cautela y de advertencia en el sentido que no aceptarán una reforma tributaria encubierta.
“Queremos conocer el pacto antes de decir si estamos de acuerdo o no”, sostuvo el presidente del Senado, Juan Antonio Coloma (UDI), quien en todo caso, valoró el cambio de tono del Mandatario y que no haya centrado su propuesta sólo en el alza de impuestos, sino también en el crecimiento.
Sin embargo, Coloma advirtió al gobierno que, cuando el Presidente señala que no va insistir con la tributaria, “entiendo que todas las normas de cambios al Código Tributario, que estaban incluidas en esa reforma (rechazada en marzo de 2023) quedan para marzo (de 2024), porque ahí se cumple el año en que se pueden reponer”.
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