Se busca capitán: la U corre contra el tiempo para sumar referentes después de la poda
La partida de Joaquín Larrivey eleva a 12 los jugadores que han dejado la institución laica. En esa lista figuran varios de los más experimentados en la campaña que tuvo a los laicos al borde del descenso. Una de las primeras tareas del técnico Santiago Escobar será reconstruir un vestuario plagado, hasta ahora, de juventud.
Joaquín Larrivey pone fin a su estadía en Universidad de Chile. El delantero argentino es uno de los pocos jugadores azules que cumplió una actuación acorde con las expectativas en una campaña para el olvido, que tuvo a los laicos a minutos del descenso. El trasandino convirtió 20 goles, que lo transformaron en el tercer artillero del Campeonato Nacional, detrás de Fernando Zampedri y Gonzalo Sosa. Sin embargo, ni su rendimiento ni su manifiesto deseo de continuar resultaron suficientes para garantizar su continuidad. “La historia no terminó como me hubiera gustado, pero soy de los que ven el futuro con mucho optimismo y el pasado con mucho agradecimiento”, escribió, a modo de despedida, en su cuenta en Instagram.
El transandino se lleva su efectividad en las porterías rivales y también su experiencia. Con 37 años y una extensa trayectoria que incluye varios clubes de su país, del resto de Sudamérica y del fútbol europeo, se había transformado en uno de los principales referentes del plantel, no solo en materia futbolística. Las múltiples vivencias que ha acumulado en su carrera también lo habían convertido en foco de consulta para sus compañeros más jóvenes, que ahora constituyen la mayoría del plantel estudiantil que el técnico colombiano Santiago Escobar está comenzando a reestructurar.
Masivo éxodo
Larrivey no fue el único caudillo que tuvo que ir a retirar sus pertenencias al CDA. La nómina la abren varios nombres insignes, partiendo por Fernando de Paul, quien portó la jineta en toda la última campaña. También partió Osvaldo González, uno de los emblemas que quedaban de la obtención de la Copa Sudamericana de 2011. El penquista, quien también pasó exitosamente por el fútbol mexicano, evalúa donde continuar su carrera. Otro de los que dejó el club fue Gonzalo Espinoza, cuyo perfil dividía a los fanáticos entre los defensores de su personalidad y quienes le reclamaban que la traspasara con mayor eficiencia en los partidos decisivos, principalmente en los clásicos ante Colo Colo y Universidad Católica. Es decir, de la U parten virtualmente todos los referentes. El uruguayo Ramón ‘Cachila’ Arias cierra el listado de ‘jefes’ que ya no estarán en la próxima campaña.
Al margen de los líderes, hay una segunda línea de jugadores que también aportaban recorrido y que ya no estarán en el club estudiantil. Augusto Barrios, Nahuel Luján, Diego Carrasco, Luis del Pino Mago, Brandon Cortés y Mario Sandoval forman parte de un bloque de futbolistas que también sumaban algo de rodaje y voz dentro del camarín azul, aunque también con desempeños zigzagueantes. Finalmente, José Gatica, de 20 años, quien sumó presencias en nueve encuentros, cierra el listado de los que deberán buscar un nuevo destino.
¿Quién manda en la U?
En el plantel de la U no quedan liderazgos notorios. El jugador más longevo de los que permanecen es Junior Fernandes, con 33 años y un título nacional en la institución. El tocopillano, quien marcó el gol que les salvó la categoría a los azules no se caracteriza, eso sí, por su rol de líder. En la lista lo sigue Ronnie Fernández, de 30 años, quien comandó una heroica remontada que no le alcanzó a Santiago Wanderers para quedarse en Primera División, pero que, necesariamente, tendrá que adaptarse a la realidad y a las exigencias de un club grande.
Del resto, Marcelo Cañete, el otro treintañero, luce una carrera pródiga en pasos, incluso por clubes de primera línea, como Boca Juniors, Sao Paulo y Libertad, pero inestable en rendimientos. Y Camilo Moya, en su momento uno de los proyectos más prometedores de la cantera, fue quedándose en rendimiento, además de carecer de las cualidades para ejercer una influencia trascendente sobre sus compañeros.
En ese contexto, a la espera de la llegada de más refuerzos para fortalecer la propuesta. Los nombres de Felipe Seymour, Matías Rodríguez y Marcelo Díaz, todos experimentados y con pasado azul rondan en La Cisterna, aunque con distinta intensidad. Carepato, de hecho, ha expuesto su interés por volver al club, pero no ha recibido retroalimentación. Su actual equipo, Libertad, advierte que le queda un año de contrato y que no han recibido contactos desde Chile por el volante.
La intención universitaria, naturalmente, es llegar con la mayor cantidad de la plantilla definida a la pretemporada, que comenzará en 12 días y que, como principal atractivo, considera un torneo en Argentina en el que intervendrán Colo Colo, Boca Juniors, San Lorenzo y Sao Paulo y un equipo más por confirmarse.
Mientras, la figura esencial para el nuevo proyecto deportivo de los universitarios hay que buscarla, por el momento, fuera del campo de juego. Puntualmente, en una de las oficinas del complejo estudiantil. En ella emerge el ecuatoriano Luis Roggiero, quien llegó al club en agosto de este año para hacerse cargo de la gerencia deportiva del Romántico Viajero.
Roggiero, avalado por el trabajo que desarrolló en Independiente del Valle, un club de mediano orden en Ecuador, al que llevó a codearse con los mejores de Sudamérica. Ese trabajo le significó el aval suficiente para detentar el control total de las decisiones deportivas en la U. La llegada del cafetalero Santiago Escobar es la señal más potente. La estructuración del plantel también dependerá directamente de él. En esa línea, trabaja, por ejemplo, en la llegada del hispano Cristián Palacios. El ejecutivo ya se jugó sus primeras cartas en una apuesta ambiciosa, de la que puede sacar jugosos dividendos o perder buena parte de su capital.
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