Se cuela como “Ardilla”: el exsocio de Pancho Malo que entra al Monumental pese a que tiene prohibido el ingreso a los estadios hasta 2056
Alejandro Ñanco Carrasco estuvo presente en el duelo marcado por los incidentes entre Colo Colo y Monagas, por la Copa Libertadores. El otrora aliado de Francisco Muñoz tiene prohibición de ingreso a los recintos deportivos por el código 102, tras asesinar a un hincha albo en Rancagua y cumplir una condena de 10 años. El Cacique está en la mira de la ANFP, la Conmebol y Estadio Seguro.
Hay preocupación en Blanco y Negro. La seguridad fue vulnerada nuevamente. Tal como ha ocurrido en repetidas ocasiones, Colo Colo debe dar explicaciones por situaciones extrafutbolísticas. El viernes pasado, en la junta de accionistas, José Miguel Mendoza, uno de los asistentes a la cita, criticó al presidente de la sociedad anónima, Alfredo Stöhwing, por la presencia del barrabrava Alejandro Ariel Ñanco en el estadio Monumental, quien no puede ingresar a los estadios hasta el año 2056 tras ser condenado por el homicidio de un hincha del Cacique, en Rancagua, en 2012, en medio de una lucha de poder en la Garra Blanca.
“Tenemos que cuidar nuestra casa. Es vergonzoso que (Alejandro) Ariel Ñanco, que cometió un homicidio, esté entrando al estadio. Eso no puede ser. ¿Dónde está el control? (...) No sé si usted lo ubica, es un compadre de armas que está ingresando al estadio y no podía entrar nunca más. Entonces, pongámosle paro a esto”, cuestionó el accionista, el viernes pasado
El presidente de la concesionaria respondió al emplazamiento, y prácticamente reconoció el fallo de los controles del club. “Estoy de acuerdo con usted y yo soy bien directo en estas cosas y es vergonzoso que tengamos ese tipo de gente dentro del estadio y yo no tengo una explicación de cómo ocurre. Es un tema muy complejo, muy largo, pero le puedo asegurar que no es fácil, sino obviamente que habríamos hecho todo. Hay suplantación de identidad, hay un montón de formas, lamentablemente”, dijo.
Ñanco, apodado El Ardilla, efectivamente tiene prohibido el ingreso a los recintos deportivos. El barrista está en las listas del código 102, o sea, se le aplicó derecho de admisión hasta el 2056. El exmiembro de la Garra Blanca salió en libertad recientemente, tras estar preso 10 años por el asesinato de Francisco Figueroa, ocurrido en 2012 en las inmediaciones del estadio El Teniente.
Investigación
En Estadio Seguro y la ANFP están investigando. No están ajenos a la preocupación que existe a nivel nacional por la violencia que ha marcado los duelos del Cacique. Según diversas fuentes consultadas, Luis Urzúa, el jefe de seguridad de ByN, reconoció en su informe la presencia de Ariel Ñanco durante el cotejo de la semana pasada ante Monagas, por la Copa Libertadores. “Este tipo se ha metido por lo menos en los últimos siete partidos”, agregan. En Blanco y Negro toman medidas: le aplicaron derecho de admisión a los 30 fanáticos que ingresaron los elementos de animación para el duelo con los venezolanos. ¿El motivo? Fueron apuntados como los responsables de los fuegos artificiales que se lanzaron desde Arica, en el sector en el que se ubica la Garra Blanca.
Homicidio en Rancagua
En julio de 2013, Luis Vega, conocido como El Pelao, fue condenado a siete años de cárcel, mientras que Alejandro Ñanco y Jorge Silva, alias El Bruja, recibieron 10. Los tres involucrados en la muerte de Francisco Figueroa, apodado Mero Mero, acontecida 12 meses antes de la resolución judicial.
El crimen, relacionado a una pugna interna en la barra, se realizó en el entretiempo de un choque entre O’Higgins y Colo Colo, en el estadio El Teniente, por el Torneo de Clausura de aquella temporada. El cuerpo de Figueroa fue encontrado en el jardín de una casa, en las inmediaciones del recinto deportivo. El asesinato fue con puñaladas en la espalda, abdomen, piernas, pecho y glúteo.
Las heridas terminaron con su vida. Mero Mero formaba parte del grupo los “Spectros”. Con aquella facción iban al estadio Monumental y, poco a poco, fueron ganando adherentes. Con el tiempo sumaron cerca de 100 integrantes, causando un quiebre dentro de la barrabrava cuando su facción comenzó a hacerle el peso a Francisco Muñoz, “Pancho Malo”, exlíder de la Garra Blanca.
Precisamente, Ñanco pertenecía al círculo de Muñoz. Sin ir más lejos, luego de que Pancho Malo firmara por última vez en Gendarmería, por su condena en libertad vigilada por el homicidio de Álvaro Domínguez el año 2000, salió del país rumbo a Tailandia y desde Asia exigió la libertad de sus dos exsocios. “Hay dos personas privadas de libertad injustamente (Ñanco y Silva) (...) Ni olvido ni perdón. La lealtad es algo que yo no tranzo”, aseguraba en aquella ocasión.
Caos en Macul
El miércoles pasado, el triunfo de Colo Colo sobre Monagas pasó a un segundo plano. Los desórdenes en el Monumental, específicamente en el sector Cordillera, fueron escalando en el complemento. Una pelea entre facciones de la Garra Blanca desató el caos. Y en esa batalla presuntamente está involucrado Alejandro Ñanco.
Casi 24 horas después del cotejo, el Cacique anunció sus primeras medidas. “¡Estos No son hinchas! ¡Ni de Colo-Colo ni del fútbol. Trabajamos junto a las autoridades para individualizar e identificar a los sujetos que persisten en perjudicar al club y la localía. A los identificados se le aplicará código 102 con prohibición de ingreso al estadio”, expusieron en un escrito publicado en sus redes sociales.
En el caso de El Ardilla, ya cuenta con los códigos de prohibición. Alfredo Stöhwing admitió que la suplantación de identidad es algo presente en las tribunas del fútbol chileno. “Presentaremos una querella contra las personas que logremos identificar, entregando los medios de prueba de las cámaras de seguridad. Insistiremos hasta las últimas consecuencias para que no vuelvan a ingresar a un estadio y esperamos las sanciones más duras de la justicia”, agregan desde la institución alba, donde temen que un castigo de la Conmebol los condene a jugar sin público ante Boca Juniors, por la Libertadores.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.