¿Se repite la historia?: Concesiones de Trump a Putin por Ucrania reviven fantasma de escenario previo a II Guerra Mundial

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, asiste a una reunión con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, durante la cumbre del G20 en Osaka, Japón, el 28 de junio de 2019. Foto: Archivo

Expertos han comparado los dichos del presidente estadounidense con la declaración de "paz para nuestro tiempo" del primer ministro británico Neville Chamberlain en 1938, un año antes de que Hitler invadiera Polonia.


Una vez instalado en la Casa Blanca, Donald Trump no logró poner fin a la guerra de Ucrania en sus primeras 24 horas como mandatario, tal y como había prometido varias veces en campaña. Más realista, su enviado especial para Ucrania y Rusia, Keith Kellogg, ya había rebajado las expectativas en una reciente entrevista con Fox News en la que pidió un plazo de 100 días para negociar la paz.

Pero Trump se anticipó a ese nuevo plazo y este miércoles sorprendió al mundo al anunciar que había alcanzado un acuerdo con su homólogo ruso, Vladímir Putin, para iniciar “negociaciones de inmediato” con el objetivo de poner fin a la guerra en Ucrania.

Con las conversaciones a punto de comenzar, sin embargo, el autor del libro “El arte de la negociación” puede haber complicado su tarea al sacrificar parte de su ventaja. Expertos y exautoridades han manifestado su preocupación por las primeras concesiones hechas a Rusia por parte de Trump.

Las conversaciones telefónicas de Trump con Putin y el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, se dieron poco después de que el secretario de Defensa norteamericano, Pete Hegseth, dijera a los aliados militares de KIev en Bruselas que un retorno a las fronteras de Ucrania anteriores a 2014 -antes de que Rusia se anexara Crimea- era un “objetivo ilusorio” y que el deseo Zelensky de ser miembro de la OTAN “no era realista”. Cuando se le preguntó más tarde, el miércoles, si los comentarios de Hegseth habían quitado cualquier ventaja a Estados Unidos, Trump dijo a los periodistas: “Estoy respaldando a Ucrania”.

Hegseth, en tanto, respondió a las críticas a la postura de Washington e insistió en que el plan de paz de Trump “no es, sin duda, una traición” a Ucrania. “No hay ninguna traición allí. Hay un reconocimiento de que todo el mundo y Estados Unidos están comprometidos e interesados en la paz, una paz negociada, como ha dicho el presidente Trump, que ponga fin a las matanzas. Y eso requerirá que ambas partes reconozcan cosas que no quieren reconocer”, dijo el jefe del Pentágono.

Estas declaraciones son vistas ampliamente como una gran victoria para Putin y un golpe devastador para Kiev, que como resultado podría verse obligada a ceder vastas franjas de territorio sin la perspectiva de una garantía de seguridad, apunta el Daily Mail.

“Les digo que esta noche en el Kremlin están bebiendo vodka directamente de la botella”, dijo a la cadena CNN John Bolton, exasesor de Seguridad Nacional de Trump. “Fue un gran día para Moscú”, comentó.

De hecho, Michael McFaul, exembajador de Estados Unidos en Rusia (2012-2014) durante la administración del presidente Barack Obama, cuestionó la estrategia del gobierno de Trump hacia Rusia y Ucrania antes de las inminentes negociaciones. “¿Por qué el gobierno de Trump está haciendo regalos a Putin -territorio ucraniano y no ingreso de Ucrania en la OTAN- antes incluso de que comiencen las negociaciones?”, preguntó McFaul en la red social X. “He negociado con los rusos. Nunca les das nada gratis”, agregó.

Si bien funcionarios del gobierno de Trump ya habían señalado que no apoyarían todos los objetivos de Ucrania, las declaraciones de Hegseth y Trump sacudieron a los aliados europeos, según consigna Reuters.

“¿Sin pertenencia a la OTAN, sin botas sobre el terreno? Suena como abandonar Ucrania”, publicó en X el exministro de Asuntos Exteriores de Lituania (2020-2024) Gabrielius Landsbergis, en respuesta a los comentarios de Hegseth, que hizo antes de la Conferencia de Seguridad de Múnich para líderes políticos y militares que se celebra a partir de este viernes y hasta el domingo en esa ciudad alemana. “Los delegados vuelan a Múnich no para negociar, sino para dar a Zelensky las malas noticias”, comentó.

En la misma línea, Stephen Wertheim, investigador principal de Carnegie Endowment, describió los comentarios de Hegseth como una “concesión a la realidad”. “El comentario de Hegseth no implica ninguna disposición de Estados Unidos a reconocer el territorio ucraniano ocupado como legalmente ruso”, dijo, y agregó que descartar la pertenencia a la OTAN “señala a Rusia que un acuerdo realista puede ser alcanzable”.

Los analistas han advertido que apaciguar a Putin podría hacer que la historia se repita, y el ex primer ministro sueco Carl Bildt (1991-1994) acusó a Trump de haber vendido a Ucrania. “Es ciertamente un enfoque innovador para una negociación hacer concesiones muy importantes incluso antes de que hayan comenzado”, dijo. “Ni siquiera Chamberlain cayó tan bajo en 1938. De todos modos, esa cumbre de Múnich terminó muy mal”, advirtió.

Bildt se encuentra entre los numerosos expertos que han hecho comparaciones entre los dichos de Trump y la declaración de “paz para nuestro tiempo” del primer ministro británico Neville Chamberlain, en su discurso de Londres del 30 de septiembre de 1938, a propósito de los Acuerdos de Múnich.

Las concesiones de los Aliados a Adolf Hitler en Múnich, que incluyeron la anexión de territorio -se aprobó la incorporación de la región de los Sudetes (perteneciente a Checoslovaquia) a Alemania-, se produjeron un año antes de que el líder nazi invadiera Polonia, lo que desencadenó la Segunda Guerra Mundial, recordó el Daily Mail.

El pacto firmado en 1938 se conoció como el Acuerdo de Múnich (también llamado como la Traición de Múnich), y ahora se celebrarán debates sobre el destino de Ucrania en una conferencia de seguridad en la misma ciudad alemana. Sobre la cita que se inicia este viernes en Múnich, en donde se espera la participación de Zelensky, además de la del vicepresidente estadounidense JD Vance y el secretario de Estado, Marco Rubio, el excanciller lituano Gabrielius Landsbergis comentó en X: “Si este acuerdo produce un trozo de papel que garantice la paz para nuestra época, deberíamos llamarlo Múnich 2″.

Los temores por las tempranas concesiones de Trump a Putin sobre Ucrania se producen justo en momentos en que un informe del Servicio de Inteligencia de Defensa de Dinamarca (DDIS) advirtió que, si la guerra en Ucrania termina o se congela, Moscú podría redirigir importantes recursos militares, lo que representaría una amenaza directa a la OTAN.

“Es probable que Rusia esté más dispuesta a utilizar la fuerza militar en una guerra regional contra uno o más países europeos de la OTAN si percibe que la OTAN está debilitada militarmente o dividida políticamente”, sostiene el informe, que se publicó el martes.

“Esto es particularmente cierto si Rusia considera que Estados Unidos no puede o no quiere apoyar a los países europeos de la OTAN en una guerra con Rusia”, continúa, enfatizando que Moscú está aumentando sus capacidades militares para prepararse para una posible guerra contra la OTAN.

La DDIS ofrece tres escenarios que podrían darse si el conflicto en Ucrania se detiene o se congela, partiendo del supuesto de que Rusia no tiene la capacidad de librar una guerra con varios países al mismo tiempo. En un plazo de seis meses, según las proyecciones de la agencia, Rusia podría librar una guerra local con un país limítrofe, mientras que en dos años podría lanzar una guerra regional en la zona del mar Báltico. Mientras tanto, en cinco años podría lanzar un ataque a gran escala contra Europa, siempre que Estados Unidos no se involucre.

“Esto es coherente con las valoraciones de ISW sobre los esfuerzos rusos por reestructurar y preparar a su Ejército y sociedad para un futuro conflicto con la OTAN a medio y largo plazo”, escribió en su cuenta de X el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), un think tank con sede en Washington.

Antes de lanzar su invasión a gran escala de Ucrania el 24 de febrero de 2022, Moscú exigió que la OTAN redujera su presencia a los niveles de 1997, lo que excluiría a Polonia y los Estados bálticos de la Alianza Atlántica. Putin ha citado repetidamente la expansión de la OTAN como justificación de su llamada “operación militar especial”, que es considerada la mayor confrontación militar convencional en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

De hecho, el Kremlin afirmó este jueves que no solo quiere negociaciones con Estados Unidos sobre Ucrania, sino también sobre la seguridad europea y las “preocupaciones” de Moscú. “Sin duda, todas las cuestiones relacionadas con la seguridad en el continente europeo, especialmente en aquellos aspectos que conciernen a nuestro país, la Federación Rusa, deben discutirse de manera exhaustiva, y esperamos que así sea”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.

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