Senador Jaime Quintana (PPD) lanzará libro sobre seguridad: “Las policías siempre han preferido mandarse solas”

Jaime Quintana
Foto: Mario Téllez

El parlamentario se interiorizó en temas relativos a la seguridad para entender cómo abordar una de las materias que más preocupan a la ciudadanía, lo que plasmará en un libro de seis capítulos que se publicará durante los próximos meses. Tras su investigación reconoce que “la centro izquierda y la izquierda eluden esta discusión y se aproximan a ella en base a muchos prejuicios”.


Cuando en marzo le tocó integrar la comisión de Seguridad del Senado, el senador PPD, Jaime Quintana, se dio cuenta que era poco lo que sabía de uno de los temas que más preocupan a los chilenos. Por lo mismo, quien antes de estudiar derecho se licenció de profesor de Estado, decidió investigar sobre los distintos tópicos que rodean a estas materias. Así llegó a la conclusión de que era poca la literatura en ese ámbito y por lo mismo quería aportar en engrosar el material bibliográfico. Y así, a casi ocho meses de embarcarse en este desafió, el senador Quintana ya tiene en un 90% avanzado un texto que será editado por Catalonia.

Aún, cuenta, no tiene título, pero sí adelanta que contiene seis capítulos, donde habla desde el rol de las policías, hasta las propuestas en seguridad que proponen los candidatos presidenciales Gabriel Boric (Apruebo Dignidad) y José Antonio Kast (Frente Social Cristiano).

¿La centro izquierda abandonó la preocupación por la seguridad y el orden?

Eso es así. Y es parte de las cosas que me motivaron a escribir este libro. Me puse a estudiar harto sobre lo que pudieran representar amenazas a nuestro país y quedé muy preocupado por el nivel de avance del narcotráfico en Chile, pero lo que más me impactó fue la aseveraciones de una de las personas que ha investigado estos temas, Juan Pablo Luna, cuando menciona que en el mundo político no logra concordar una agenda de mediano plazo. Me metí en las causas y es clarísimo: la centro izquierda y la izquierda eluden esta discusión y se aproximan a ella en base a muchos prejuicios.

¿Por qué la eluden cree usted?

Porque, erróneamente, está muy presente en este mundo lo que fue la dictadura, todo lo que representa, con sus servicios represivos, y muchas veces tendemos a confundir los conceptos, porque este es uno de los temas que más le preocupa a los chilenos. Y la derecha, ojo, esto no es menor, sigue pegada en la lógica de la Guerra Fría, en base al populismo penal. Entonces, yo he llegado a la conclusión de que tenemos el deber de generar una especia de ‘mínimos comunes’ de seguridad.

¿Cómo se puede lograr esto en el mundo político si, por ejemplo, hoy el candidato de Apruebo Dignidad, Gabriel Boric, dice que está por mejorar la Ley de Armas, modernizar las policías, perseguir la ruta de dinero de los narcos, cuando son cosas que hoy ya están en Congreso, impulsado por el actual gobierno? Queda la sensación de que hay una especie de competencia política por quién es el autor de determinada ley cuando muchas cosas ya están para ser tramitadas…

Yo quisiera decirle que tengo bastante esperanza en las propuesta de transformación de Boric y no porque sea el candidato que esté apoyando, sino porque siento que es el candidato que conecta mejor con las necesidades emergentes en materia de seguridad, de la nueva amenaza y nuevos desafío. Me atrevería a decir que a partir del concepto de seguridad pública hay tres paradigmas: yo partiría situando a Boric, sin lugar a dudas, en el más moderno, que es el que no tomó la Concertación, tal vez en alguna medida la nueva mayoría, que es “paradigma de la seguridad humana”; situaría a la Concertación en el paradigma de la “seguridad ciudadana”; y pondría a José Antonio Kast, y a una parte de la derecha, en el concepto de “seguridad nacional”.

Se ponen en polos opuestos, pero Boric se ha ido acercando a las posiciones que dicen relación con reformar, no refundar Carabineros, por ejemplo...

Le voy a responder con una pregunta... ¿Por qué Sebastián Piñera fracasó en su agenda de seguridad en su segundo gobierno, habiendo tenido el momento preciso, luego del estallido, de haber activado un proceso de transformación en serio?

Pero impulsó la reforma de Carabineros, la modernización en los planes formativos...

Sí, pero la propuesta de modernización de Piñera no toma prácticamente nada de la propuesta de los académicos. Modernización tiene que ver con algo de control civil moderno, que es lo que plantea Gabriel Boric, que tienen que ver con un Consejo Civil.

Volviendo a lo anterior... ¿Por qué dice que el Presidente Piñera perdió la oportunidad de activar un proceso de transformación serio?

Porque desoyó una cuestión que en cualquier reforma policial del mundo todos de la recomiendan: la reforma se hace con las policía y Piñera la hizo con los puros mandos. Esa es la gran diferencia. Él siguió en la lógica “escalafonal”, donde el 90% del personal son subalternos y el 10% son oficiales. De eso no se hizo cargo. Hubo otro error, y grave: dejó para el final el proyecto que crea el Ministerio de Seguridad Pública, el cual tiene un amplio respaldo en el Congreso, es muy transversal, donde reconoce que Carabineros tiene un gran problema de legitimidad y eso no es solo perder un concepto, sino su esencia. Una policía que tienen que actuar por presencia, cuya finalidad es la prevención, amerita por sí solo una transformación profunda.

¿La nueva mayoría no tiene un grado de responsabilidad importante en esa pérdida de legitimidad de Carabineros, tomando en cuenta que fue en el gobierno de Michelle Bachelet que estalló el caso Huracán, y no le pidió la renuncia del general Bruno Villalobos, incluso, el subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, respaldó al jefe de Inteligencia, Gonzalo Blu, cuando cuestionó a la fiscalía en una conferencia de prensa?

Tiene responsabilidad la Concertación toda vez que con Piñera, en 2011, traspasa a las policías desde Defensa a Interior, y donde se crea la jefatura los mandos más concretos en la Subsecretaría del Interior. Ahí hay más responsabilidad de los gobiernos. De ahí en adelante. Pero, sí, por su puesto, en los últimos 20 años hay una responsabilidad de los gobiernos, pero también de las policías, porque las policías siempre han preferido mandarse solas. Hay muchos aspectos donde la autoridad civil no ejerce control, pero erróneamente se tiende a pensar que este control lo ejerce el señor que está con terno en La Moneda y eso no es así, sino que ese control lo tiene que hacer la ciudadanía.

¿Carabineros debería refundarse o reformarse?

No me enredaría tanto en eso. Creo que la bajada que ha hecho Boric durante el último tiempo es bastante atinada, porque el término no es lo relevante. Yo pondría la atención en el carácter de la policía, porque buena parte de los problemas que ha tenido Carabineros, desde el punto de vista de la eficacia, de la prevención, de los temas de probidad, tienen que ver con su estructura militar, que es algo que viene desde hace 94 años.

¿Y cuál sería la estructura ideal?

De una policía civil, lo que no es quitarles el uniforme, para nada, sino que Carabineros es tributario de dos grandes policías, del cuerpo de Carabineros, que era un regimiento más, y de la Policía Fiscal, que cuando se creó Carabineros, en 1927, era el 75% profesores, abogados, civiles, muy integrados en lo comunitario. Esa es la modalidad ideal, por eso tiene que verse toda la estructura. En el libro, por ejemplo, tengo testimonios de personas que han pertenecido a la institución, que cuentan que el peso que Carabineros le otorga a la ceremonia, al homenaje, versus a la capacitación, es brutal.

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