Sepultado en una tumba azul: el desconocido museo con vestigios de la primera Esmeralda en Valparaíso que ahora buscan rescatar

Sepultado en una tumba azul: el desconocido museo con vestigios de la primera Esmeralda en Valparaíso que ahora buscan rescatar
Tapa sobre el museo, en la Plaza Sotomayor de Valparaíso: DEDVI MISSENE.

Ubicado en el subsuelo de la Plaza Sotomayor, fue inaugurado en el 2000, pero solo duró un corto periodo abierto, luego que un bus dañara su techumbre. El Museo de Sitio contiene los restos del primer muelle fiscal del puerto y vestigios de la primera Esmeralda -capturada por Lord Cochrane-, pero en 22 años el municipio, su administrador, no ha logrado reabrirlo a público. Hoy la Corporación Patrimonio Marítimo busca recuperarlo.


Mientras los museos de Valparaíso celebran la alta afluencia de público durante estos meses de verano, hay uno, en específico, que parece haber quedado en el olvido.

Pese a contener los vestigios de la primera Esmeralda -capturada en 1820 por Lord Cochrane- y del primer muelle fiscal del Puerto (1825), la mayoría de las fuentes consultadas para este reportaje desconocen por completo su existencia. Incluso directores de servicios públicos vinculados al turismo.

Se trata del Museo de Sitio de Valparaíso, ubicado en el subsuelo de la Plaza Sotomayor (a 2,5 m de profundidad), el que fue inaugurado en el 2000 por el municipio (que es su dueño) y que en estos 22 años solo estuvo abierto durante los dos primeros y otro par de meses -se estima- en 2015.

Oculto bajo unas planchas de madera, pintadas de azul, hoy los transeúntes caminan sobre él sin percatarse que bajo sus pies se encuentra -en críticas condiciones de conservación- parte de la historia fundacional de Valparaíso, así como de los primeros años de la República de Chile.

Ni la administración del alcalde Jorge Sharp (Ind.) ni la anterior, de Jorge Castro (UDI), logran informar con precisión por cuánto tiempo funcionó este recinto. La única certeza es que fue poco.

Tras su apertura, la compuerta hidráulica del Museo comenzó a fallar. Y la techumbre, de vidrio, a resquebrajarse producto de conductores imprudentes que se estacionaban sobre su superficie.

“Desde un inicio el museo presentaba problemas asociados a su ventilación, compuerta hidráulica y techo de vidrio. Fueron muchos los accidentes, por estacionamientos sobre los mismos. Y los vidrios especiales (requeridos para soportar peso) sobrepasaban todos los estamentos de cotización e instalación (...) y la hidráulica, pese a ser intervenida, seguía presentando fallas reiteradas”, cuenta el exalcalde Castro.

En 2015, agrega la exdirectora de Gestión Patrimonial del municipio, Paulina Kaplan, existió un proyecto para recuperar el centro, y este fue reabierto por un corto periodo, pero no prosperó, producto de “algunos problemas técnicos con la cubierta de vidrio en sus cerramientos. A su vez, no sabemos quiénes sacaron algunos bolardos”, que la alcaldía había instalado alrededor del museo para protegerlo de los vehículos.

Sin embargo, desde 2021 una institución de derecho privado, sin fines de lucro, impulsa el rescate del Museo de Sitio: la Corporación Patrimonio Marítimo de Chile, que ha postulado dos proyectos al Servicio Nacional del Patrimonio (Ministerio de las Culturas) para realizar estudios de diagnóstico y una propuesta de anteproyecto, con la que buscan levantar un nuevo recinto.

La historia

En el informe final del primer proyecto de esta Corporación (de 2021) se dice, sobre la primera Esmeralda, que en 1791, en los astilleros del puerto de Mahón, Islas Baleares (España), “se finalizaba la construcción de una fragata de 950 toneladas y 44 cañones por lado. La embarcación, una de las seis ‘mahonesas’ del arquitecto Bouyon, con el nombre de Esmeralda, estaba destinada a servir a la Armada española, pasando a ser el navío más importante de la corona en el Pacífico, tras doblar el torrentoso Cabo de Hornos en 1816″.

Pero cuatro años después, la noche del 5 de noviembre de 1820, y en el marco de los combates independentistas, el marino escocés Lord Cochrane -quien servía a la Armada de Chile- capturó en El Callao (Perú) a la fragata española Esmeralda.

“La intrépida maniobra está grabada como uno de los actos heroicos más importantes de los primeros años de la República”, se lee en el informe.

Luego, el esqueleto de esa Esmeralda -que había encallado en Valparaíso- fue utilizado en 1825 para construir el primer muelle fiscal de la ciudad.

“El casco del buque se rellenó de piedras y arena, sirviendo de base para el primer muelle”, se lee en una de las láminas de la museografía, elaboradas en 2015 por el municipio, para la breve reapertura del Museo.

Este centro cultural, hasta 2021 -dice el mismo documento de la Corporación-, contenía partes pertenecientes a ese muelle, “como maderos, piezas metálicas y de madera, que fueron refuerzos de la Esmeralda, un ancla de leva, un cañón que actualmente se sitúa en la parte norte del lugar, parte de un ancla (de la que solo se aprecia una uña) enterrada en el lado oriente”.

Conservación en estado “crítico”

Esta investigación contó con tres etapas: un diagnóstico estructural del entorno y acceso al museo; un diagnóstico arqueológico; y una tercera parte sobre el estado de su museología y museografía.

Así, concluye que “el revestimiento acristalado del cielo se encuentra en su totalidad destruido” y que “las paredes muestran signos de eflorescencia en las partes superiores, propias de la humedad y falta de ventilación”.

También, que la puerta hidráulica -en desperfecto y que servía para ingresar al museo- era “soportada por un elemento que pertenece a los vestigios del muelle”. Dicha estructura está sometida, se lee, “a una carga inadecuada para su conservación”.

Respecto de los vestigios arqueológicos, “existe un deterioro asociado directamente a las condiciones ambientales del lugar, pues no están diseñadas para la conservación de estas piezas”. Asimismo, se indica que no contar con condiciones ambientales mínimas “se ha traducido en que muchos de estos elementos actualmente presenten un gran daño asociado a corrosión, como en el caso de las piezas metálicas. Mientras las que corresponden a estructuras de madera, en algunos casos se encuentran con daños”.

Así, el informe enfatiza que el componente arqueológico del museo “se encuentra en un estado crítico, ya que presenta todas las prohibiciones para un adecuado almacenaje y la necesaria protección de los bienes patrimoniales”.

Fotografía tomada del informe final de la Corporación Patrimonio Marítimo de Chile (de 2021), presentado al Servicio Nacional del Patrimonio. En la reseña de la imagen se señala que "las estructuras del muelle se encuentran soportando el mecanismo hidráulico, sometidas de esta manera a una carga inadecuada para su conservación".

Futuro del proyecto

El segundo proyecto de la Corporación (2022), postulado al Ministerio de las Culturas, ya “fue finalizado. Entregado al Servicio Nacional del Patrimonio, que ya aprobó el anteproyecto y ahora estamos en trámite de presentarlo al Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) (...). Se hicieron los estudios de arquitectura y está pendiente, una vez que el CMN lo apruebe, desarrollar los siguientes proyectos de especialidades, como electricidad, climatización, arqueología, etc.”, detalla el contraalmirante (r) Cristián del Real, director ejecutivo de la institución.

“Este proyecto lo estamos enfrentando en conjunto con la Municipalidad de Valparaíso, quien también aprobó el anteproyecto preliminar; con la Armada de Chile, a través de la Comandancia en Jefe de la Primera Zona Naval, que dieron su aprobación; y también con la Universidad de Valparaíso, quienes con su Escuela de Gestión de Turismo y Cultura se harían cargo posteriormente de la administración del Museo de Sitio, una vez que este se ejecute”, agrega.

Del Real comenta que “una vez aprobado por el CMN tendríamos que hacer la gestión para ejecutar el proyecto en definitiva, que fuera aprobado” y detalla que el el anteproyecto del nuevo museo, “en general consiste en una plataforma vidriada, que sobresale de la base de la plaza Sotomayor, que permite a través de un recorrido por sobre los elementos arqueológicos, que el visitante pueda tomar conocimiento de la historia de Valparaíso, con una museografía que complemente los elementos que se encuentran en su interior”.

Consultado el municipio, liderado por Jorge Sharp, sobre el estado de conservación de los restos de la primera Esmeralda, así como la fecha de la última mantención y encargado, no hubo respuesta. Ni tampoco si acaso han existido proyectos municipales para concretar su reapertura.

La alcaldía solo se refirió al proyecto impulsado por la Corporación de Patrimonio Marítimo. Macarena Carroza, directora ejecutiva Corporación Municipal de administración del Sitio Patrimonio Mundial, dijo que “esta iniciativa es muy importante y estaremos apoyando y cuidando la concreción del proyecto y la propuesta de administración del recinto que nos presentará la Corporación de Patrimonio Marítimo”.

El consejero regional Manuel Millones, presidente de la Comisión de Ordenamiento Territorial, comentó que “originalmente era el municipio de Valparaíso la institución que presentaría el proyecto del Museo in Situ bajo la Plaza Sotomayor, y de esa forma recuperar ese patrimonio y volver abrirlo al público. No obstante, esa iniciativa quedó solo a nivel de idea y no perseveraron ante el Ministerio de Desarrollo Social para que se pudiera concretar como proyecto. Por lo mismo es tan relevante el rol que asumió la Corporación Patrimonio Marítimo de Chile”.

Ahora, esa institución espera presentar, la primera quincena de marzo, el anteproyecto al CMN, para su aprobación, y luego continuar con los estudios de especialidad.

Mientras tanto, el Museo de Sitio seguirá cerrado, y sus vestigios, abandonados.

En esas condiciones, Valparaíso “pierde una historia, de la Plaza Sotomayor, de principios del siglo XIX. Falta que venga el proceso de rehabilitación del museo. Para el turismo es fundamental, sobre todo para los tours guiados históricos (...) el poder mostrar vestigios de la ciudad antigua, de lo que fue Valparaíso en su época de oro. Y este es un punto fundamental, no solo para los turistas, sino para los habitantes de la ciudad, que puedan conocer el origen de su patrimonio”, cierra Felipe Narbona, director de Ecomapu Travel, operador turístico de la ciudad.

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