Sin Carabineros y mucho PDI, Piñera derribó los muros de La Legua
Desde el gobierno reconocieron la desconfianza que existe en el sector con la policía uniformada, a diferencia de sus pares civiles, quienes instalaron una oficina comunitaria en la zona más conflictiva de la población.
A las 5.00 de esta mañana comenzaron las obras en La Legua Emergencia para derribar los últimos cinco muros que mantenían aislado al sector más conflictivo de la población ubicada en la comuna de San Joaquín. En cada extremo de los pasajes del sector se ubicaron grupos de efectivos de la PDI, encargados de dar seguridad a los trabajos y permitir la llegada del Presidente Sebastián Piñera, quien lideró el acto público y se encargó de dar la orden para el inicio del derribo de las murallas.
Sin embargo, detrás de toda la puesta en escena mediática con que el gobierno intenta retomar la agenda en seguridad pública tras la muerte de Camilo Catrillanca, se distinguía una situación que no pasó inadvertida: la ausencia casi absoluta de personal de Carabineros, en comparación a la abundante presencia de la policía civil, liderados por el director general, Héctor Espinosa. Incluso, el general director de Carabineros, Hermes Soto, fue invitado, aunque a su nombre llegó el jefe de Zona Metropolitana Este, Enrique Bassaletti.
Pese a que desde Interior descartaron un intento por invisibilizar a la policía uniformada, dados los hechos en que se ha visto involucrada tras la muerte del comunero mapuche en La Araucanía, las que han derivado en fuertes críticas del propio Piñera durante los últimos días, sí se asume que la predominancia de la PDI se debió a un tema de confianza de los propios vecinos de La Legua.
Desde el gobierno detallaron que hace meses se mantienen reuniones con vecinos del sector, y una de las demandas que han exigido es el aumento de policías civiles, en detrimento de sus pares uniformados. Según fuentes de Interior, las personas descartan que un aumento en la presencia de carabineros va a dar solución al problema de la droga, no así con la PDI, de quienes tienen una percepción más favorable y efectiva en el combate al narcotráfico. A partir de esta petición, es que también surge la instalación de una oficina comunitaria de la PDI en la calle Mataveri, sector que desde hoy se conecta directamente con los pasajes de la población, muchos de ellos afectados fuertemente por el tráfico de drogas.
"Para nadie es un misterio, por situaciones de transparencia, que la ciudadanía ha ido perdiendo confianza en Carabineros, siendo el recuperarla una de las principales tareas que tiene este gobierno y en lo que se está trabajando desde el primer día", aseguró la diputada Marcela Sabat (RN).
En opinión del diputado Leonardo Soto (PS), en la actualidad existe un contraste "sideral" entre ambas instituciones, "en aspectos de gestión financiera y de controles tanto administrativos como operativos. Ello marca una distancia enorme entre una policía moderna y cercana a la ciudadanía, y otra que experimenta severos cuestionamientos que son indicativos de una crisis profunda y significativa".
El parlamentario, quien lideró la comisión investigadora por el fraude en Carabineros, aseguró que la policía uniformada debiese ver la reforma que la PDI realizó en la década de los 90.
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