Sin interlocutores en la oposición y con dudas en su sector, La Moneda busca cómo negociar su reforma a las pensiones

Goic Letelier Silber

El Ejecutivo ha perdido sintonía con quienes se habían perfilado como sus principales interlocutores en este complejo proyecto. Ni el senador Letelier, ni Goic, ni Silber hoy están dispuestos a tenderles una mano a los ministros que encabezan las negociaciones.


Ya pasaron nueve días desde que el Presidente Sebastián Piñera anunció en entrevista en Canal 13 cambios al sistema previsional, sorprendiendo así a la oposición y a parte de su propio sector, que acusó haber sido marginado de las conversaciones previas. Con el correr de los días las cosas no se han simplificado para el Ejecutivo. Y si la negociación previa que antes encabezó el ahora presidenciable Ignacio Briones ya se veía cuesta arriba, ahora hay quienes se apuran a vaticinar que las nuevas tratativas con la oposición casi no tienen futuro. Así de mal aspectado.

La estrategia desplegada por Palacio no está provocando el efecto esperado. El anuncio de Piñera trajo incluido un ultimátum a la oposición que todavía es cuestionado en ese sector. Si a ese antecedente se suman las críticas a la nueva propuesta del Ejecutivo, el resultado es que hoy el gobierno tiene menos interlocutores para aprobar su iniciativa. Hasta ahora, los puentes con el gobierno estaban construidos a través de los senadores Juan Pablo Letelier (PS) y Carolina Goic (DC), además del diputado Gabriel Silber (DC). Ahora ninguno se declara disponible para extenderle la mano al Ejecutivo.

En concreto, los senadores de oposición se sienten disconformes con la forma en que La Moneda ha presentado los cambios a la reforma previsional, primero porque afirman que no se les anticipó el contenido de los mismos, pese a haberse reunido con el ministro de Hacienda, Rodrigo Cerda, a la misma hora en que Piñera realizaba los anuncios en TV. Segundo, porque el gobierno desestimó las conversaciones que habían tenido hasta enero avanzando en una fórmula distinta, y prefirió optar por la división equitativa de la mayor cotización (3% para cuentas individuales y 3% para cuentas colectivas), retomando un año después el proyecto que venía de la Cámara de Diputados.

Ello, pues en el Ejecutivo ven más “viento a favor” de su propuesta en la opinión pública, tras el fuerte e inesperado respaldo que tuvo la capitalización individual debido a los dos retiros del 10%. Eso en la práctica desecha cualquier acercamiento que el antecesor de Cerda, Ignacio Briones, hubiera alcanzado con la propuesta de la oposición que planteaba llevar esa mayor cotización a cuentas nocionales.

Y tercero, y quizás el punto hoy con más discordia, es el financiamiento del alza en la cobertura del Pilar Solidario desde el 60% al 80% de la población más vulnerable. Un punto que no contenía ni el proyecto aprobado en la Cámara ni la negociación que se radicó en los últimos meses en el Senado y que La Moneda apostaba a que fuera el “caramelo” para la oposición. El gobierno informó que tras un nuevo recuento de los ingresos, se prevén más holguras fiscales, por cuanto habría recursos suficientes para financiar este incremento, y por ello se habría desestimado modificar el sistema de exenciones como había sostenido en primer término el Presidente.

Fue la senadora Goic la que reaccionó de manera más fuerte (en la Comisión de Trabajo, donde el gobierno explicaba sus indicaciones) a este nuevo discurso, saliendo de su tono tradicionalmente conciliador. “Llevo un poco más de 15 años de legisladora y nunca había escuchado a un director de presupuestos que dijera “nos dimos cuenta de que teníamos más ingresos”. De verdad, permítanme sembrar un manto de desconfianza de las cifras que se entregan”, dijo con evidente molestia.

El punto de fondo de su malestar es que el gobierno se ha negado a desembolsar este año los recursos para la Ley del Cáncer -de la cual ella es fiel promotora-, e incluso le recortaron $20 mil millones en el presupuesto. “Tengo varios mensajes diciendo que les parece increíble este anuncio, cuando todos los viernes, cuando ven el seguimiento de casos en el Ministerio de Salud les dicen que no hay plata para comprar un tratamiento. Y estamos hablando de 60 mil millones de ¡pesos!”.

Asimismo el senador Letelier quien preside la comisión, se mostró escéptico, solicitando muchos detalles respecto de los cálculos que presentaba Hacienda -”nos llamó la atención de que repentinamente nos dice que hay holguras, holguras que no ha habido cuando hemos querido ayudar a la gente en la pandemia”-, e incluso cuestionando la presentación de indicaciones, porque no existía el informe previo del Consejo Consultivo Previsional, poniendo más piedras a la tramitación legislativa.

Si bien desde la derecha indican que el gobierno debía retomar la iniciativa en este proyecto, admiten que lo más probable es que todo termine revisándose en una comisión mixta. Para ello se requiere tener buena sintonía con los diputados con los que llegaron a acuerdo, no obstante cercanos a Silber precisan que no hay ánimo de negociar y que ven este intento gubernamental como una forma de fidelizar a Chile Vamos.

Si bien fue la bancada DC la que apoyó al gobierno en la Cámara, hoy ven con distancia el proyecto presentado, aunque en esencia contemple casi todo lo que se conversó. Ello, porque se tardó más de un año en refrendar las conversaciones, entremedio ocurrió el estallido social y admiten que el horno actualmente no está encendido para seguir con ese acuerdo, porque el escenario cambió demasiado.

Cercanos al gobierno hacen hincapié en que un factor crucial en ese momento fue la cercanía que la ministra del Trabajo, María José Zaldívar, tiene con el presidente de la DC, Fuad Chahin. Y acotan que ahora no está asegurado que ella siga en el gabinete por mucho tiempo más. De hecho, hoy en una entrevista con T13, ante esa pregunta, la respuesta de Zaldívar fue bien tibia: “La posibilidad de que los equipos cambien es permanente y siempre está ahí”.

Los negociadores del proyecto, efectivamente, no cuentan con que Zaldívar seguirá siendo parte activa de las conversaciones por la reforma. Así interpretaron que se haya ido tres semanas de vacaciones en enero con su familia, no formando parte de la primera línea que decidió los cambios a la reforma previsional. Desde el Ministerio del Trabajo morigeran esa visión y apuntan a que igualmente estuvo conectada e incluso debió participar en un consejo de gabinete por el mismo tema.

Ministra Zaldívar afirma que se mantendrá en el cargo: “El Presidente me ha encargado seguir encabezando el trabajo de la Reforma a las Pensiones y así lo haré”

La estrategia del “caramelo”

Cercanos al gobierno miran con desconfianza que el gobierno insista en la misma estrategia del primer proyecto, cuando se incluyó en la reforma al sistema un aumento en las pensiones solidarias, porque después lo terminaron dividiendo y solo se aprobó el mejoramiento de las pensiones debido al estallido social. Temen que vuelva a ocurrir lo mismo ante un escenario incierto.

Otros en el oficialismo creen que este “nuevo caramelo” de ampliar del Pilar Solidario abre espacio para que se llegue a un acuerdo. “A la oposición le costará mucho rechazar, porque es ayuda sustancial e inmediata”, acotan.

Sin embargo, ayer los senadores de oposición ya empezaron a plantear que el incremento del Pilar Solidario se viera en forma separada al resto del articulado de pensiones referido al alza de la cotización adicional en un 6%.

Exenciones en duda

Otro punto que podría exhibir el gobierno para negociar sería echar mano a las exenciones, y eliminar unos cuantos beneficios tributarios, algo que la oposición ha venido solicitando hace tiempo. De hecho, lo planteó el propio Piñera el lunes, sin embargo esto no fue contenido en la cadena que él mismo realizó días después para dar a conocer la propuesta.

De esta manera, se podría financiar la reforma previsional, como lo dejó entrever el ministro Cerda al señalar en la comisión: “Si dentro de la discusión surge la iniciativa de plantear fuentes alternativas, por supuesto que estamos disponibles a conversar”. No obstante, no hay mucha agua en la piscina oficialista ni de parte del ministro para abordar este tema en este último año de gobierno, y esa sería la causa por la que la mención por parte del Presidente solo durara un par de días.

En Chile Vamos consideran, en la misma línea que Cerda ha expresado en otras oportunidades, que eliminar exenciones es abrirse un flanco extra con inmobiliarios, constructores, agricultores, transportistas, que serían los principales perjudicados con esta medida, cuando hoy lo que se requiere es darle certeza al sector privado para asentar la recuperación de la economía. Y esto último, puntualizan, es el gran objetivo del nuevo ministro de Hacienda.

Y en la oposición advierten que para financiar con exenciones ya debería estarse elaborando un proyecto, mientras que ha ocurrido todo lo contrario, porque el ministro no ha reactivado las reuniones del grupo tributario especial convocado para este fin.

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