¿Sirve para sortear la crisis? Los pros y contras en la discusión para conformar un partido único del Frente Amplio

Marco Velarde
¿Sirve para sortear la crisis? Los pro y contra en la discusión para conformar un partido único del Frente Amplio

La discusión para conformar una única colectividad se instaló formalmente en los tres partidos que componen esa coalición de gobierno. Pese a la reticencia de cierta base militante -desde donde temen una pérdida de identidad-, lo cierto es que mostrar señales de unidad en estos tiempos complejos es la lógica que hoy impera en el bloque base del Presidente Gabriel Boric.


Una verdadera “operación relámpago” contemplan realizar algunos personeros del Frente Amplio en busca de la consolidación del partido único de la coalición. El pasado 18 de agosto fue la alcaldesa de Ñuñoa, Emilia Ríos, quien trazó una de las alternativas de itinerario, ad portas del cónclave de Revolución Democrática que se realizó al día siguiente.

En particular, la hoja de ruta ideada por la edil proyecta que en diciembre se realice un plebiscito en las tres colectividades del FA -Convergencia Social, RD y Comunes-, para luego zanjar el partido único de cara a las elecciones municipales de octubre de 2024.

La intención de acelerar los procesos para la unificación frenteamplista es respaldada en la mayor parte de los dirigentes del sector, pues consideran que es necesario entregar señales de unidad en medio de la peor crisis de su historia.

Sin embargo, también hay voces que dicen ser “más realistas” y que advierten que este proceso se debe desarrollar con calma, para que se ejecute de forma correcta, sin importar si su desarrollo se alcanza a terminar para las municipales. A su vez, también hay algunos que aún son reticentes a la idea del partido único.

Los argumentos a favor de la fusión

Una de las ideas principales en favor de la tienda del Frente Amplio es que la unidad es la mejor respuesta a la crisis histórica por la que están pasando debido al lío de platas entre fundaciones y reparticiones del Estado que golpeó principalmente a RD. Ese fue el tono que, por ejemplo, marcaron los tres timoneles de los partidos del sector el pasado 11 de agosto, jornada en la que el entonces ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson, renunció al gobierno del Presidente Gabriel Boric.

En el marco de un espaldarazo a Jackson en la sede de RD -sin la presencia de este-, Juan Ignacio Latorre, hoy renunciado presidente de ese partido; Diego Ibáñez, mandamás de CS, partido del Presidente Boric, y Marco Velarde, de Comunes, reforzaron en la interna el mensaje de unidad.

Al mismo tiempo, otro de los argumentos es que justamente con la consolidación de un nuevo partido se renovará una marca desgastada. Si bien los partidos del FA son relativamente nuevos -oficialmente la constitución de RD fue en 2016, Comunes en 2018 y CS en 2020-, lo cierto es que casos como el lío de platas entre fundaciones y reparticiones del Estado, que explotó en el corazón de la colectividad de Latorre, o la situación de Karina Oliva durante su campaña a gobernadora en 2021, han asestado duros golpes a la imagen del Frente Amplio.

En la penúltima medición de la encuesta Cadem, del 21 de agosto, tanto Diego Ibáñez como Juan Ignacio Latorre figuran como dos de los tres personajes políticos con mayor desaprobación: cada uno con niveles de 63%. El renunciado timonel de RD, a su vez, comparte la última posición en cuanto a la aprobación, con un 24% junto con el alcalde de Recoleta, Daniel Jadue (PC). El 9 de julio, la misma casa de estudios posicionó a la diputada RD (con militancia suspendida por un año), Catalina Pérez, en el penúltimo escalafón, con un 21% de aprobación. Además, en esa misma encuesta Giorgio Jackson -con un 46%- se posicionó como el rostro de la crisis desatada por el lío de platas.

Un último factor es que el partido único del Frente Amplio se podría consolidar como la colectividad más importante del gobierno del Presidente Boric. Hoy, tanto el PC como el PS cuentan con 12 diputados en la Cámara. Los tres partidos del FA sumarían en total 21 contando a los independientes que ocupan un espacio en el sector, si es que no hay renuncias tras la fusión. Con esto, la hipotética nueva colectividad solo sería superada por la Unión Demócrata Independiente (UDI, 23 diputados) y Renovación Nacional (RN, 22).

En el Senado la situación es diferente, pues el único representante del FA en la Cámara Alta es Juan Ignacio Latorre. En el gabinete del Presidente Boric, en tanto, tienen seis de los 24 ministerios y 15 de las 39 subsecretarías. Hoy las militancias de las tres tiendas, según el último registro del Servicio Electoral, suman 76.133 personas.

Con dicho número, pasaría a encabezar el listado de partidos con mayor cantidad de militantes, superando los 45.824 inscritos que tiene el PC. En el artículo 55 de la ley de partidos, se indica que “el partido político resultante de la fusión (...), será, para todos los efectos legales, sucesor de los partidos fusionados en sus derechos y obligaciones patrimoniales. Se considerarán afiliados al nuevo partido todos los ciudadanos que, a la fecha de la inscripción, lo hubieren sido de cualquiera de los partidos fusionados”.

Así, las colectividades frenteamplistas podrían sortear la eventual aprobación del umbral del 5% de elección que se instaló en la propuesta constitucional de la Comisión Experta. El efecto de esta norma para los partidos con menor desempeño electoral sería muy duro e incluso algunos han planteado la posibilidad de su desaparición al respecto, frente a lo que le han pedido a La Moneda apurar el tranco con el proyecto de federación de partidos.

Los argumentos en contra

Las dirigencias de los tres partidos del FA han advertido que la mayor reticencia a la colectividad única viene desde las bases de sus militancias. De hecho, uno de los puntos que más se consideran como argumento contrario es la pérdida de identidad particular que significaría una fusión.

Se trata de una disyuntiva importante, ya que desde las bases se ha manifestado preocupación ante las formas en que se consolide el partido único y qué tan diferente será en comparación con la tienda de la que hoy son parte.

Justamente la definición de los nuevos estatutos será una de las primeras situaciones que tendrán que resolver en el Frente Amplio.

A su vez, hay voces que apuntan a no apurar el proceso. Administrativamente, para la fusión de partidos, las colectividades en cuestión deben tener sus informes financieros al día. Este es uno de los puntos que complica en el plazo más breve a Comunes, por ejemplo, tienda desde aún resienten los coletazos que les dejó el caso de Karina Oliva.

En Revolución Democrática la situación es similar, pues hoy cuentan con una directiva renunciada y las eventuales elecciones se realizarían en septiembre, según lo conversado en el cónclave. Fuentes de este partido resumen su situación en que “antes del partido único, primero hay que ordenar la casa”.

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