Este jueves la usual reunión del comité político del Presidente Gabriel Boric tendrá un invitado especial: el nuevo ministro de la Segpres, Álvaro Elizalde, quien asumió anoche en el cargo luego de que el Mandatario aceptara la renuncia de su antecesora, Ana Lya Uriarte, por su incierto pronóstico ante un grave cuadro de long Covid.

En la cita, el hasta ayer senador por El Maule, solo verá caras conocidas. Por sus años como dirigente -fue presidente del PS por dos periodos y estaba ad portas de cumplir cinco años en la Cámara Alta, donde ejerció además como líder hasta marzo pasado-, el secretario de Estado ha acumulado historias con todos los integrantes de la instancia integrada además por Carolina Tohá (Interior), Mario Marcel (Hacienda), Camila Vallejo (Segegob), Antonia Orellana (Mujer) y Jeannette Jara (Trabajo).

Con Tohá, Jara y Marcel, sin embargo, Elizalde tiene una cercanía particular. El socialista fue generalísimo de la titular de Interior cuando en septiembre de 2016 lanzó su candidatura a la reelección por la alcaldía de Santiago. Pero la historia entre ambos es de larga data. Elizalde y Tohá fueron compañeros en Colegio Francisco Miranda y luego coincidieron en la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile, donde el abogado lideró la FECh.

Hasta el día de hoy, dicen sus cercanos, el socialista mantiene una estrecha amistad con el hermano de la ministra, José Tohá. Y si bien entre ellos no se declaran “amigos”, sí destacan un vínculo cercano.

El nuevo ministro, antes de asumir, había hecho varios gestos a la militante PPD estas semanas, sobre todo, luego de que quedara en evidencia que fue ella quien concentró los costos políticos por la crisis de seguridad que se agudizó tras el asesinato de tres carabineros el último mes, cayendo 17 puntos en su aprobación, según la última encuesta Plaza Pública Cadem. En una cena que se realizó en honor al entonces senador en San Miguel, y a la que acudió Tohá, el extimonel PS brindó por ella.

Uno de los factores en el desgaste de la ministra -interpretaban en el gobierno- se debía también a que no compartió la carga con Uriarte, quien seguía fuera cuando se tramitaron normas complejas para La Moneda como la denominada ley Nain-Retamal. Y es por eso que, según fuentes del oficialismo, el arribo de Elizalde al comité político le dará aire a Tohá y podría fortalecerla.

“Con Álvaro Elizalde tengo una historia muy antigua desde, en realidad, la infancia. Me ha tocado verlo en el tiempo, él es un político extremadamente talentoso, conoce muy bien el Parlamento y creo que va a ser un apoyo muy importante en el gabinete”, dijo ayer la ministra Tohá, valorando su arribo al gobierno.

Un vínculo antiguo tiene también el nuevo ministro Segpres con la titular del Trabajo. La ministra Jara es cercana a la esposa de Elizalde, Patricia Roa, lo que ha permitido que ambos cosechen una relación de amistad política. Tanto así que cuando se organizó una comida íntima en Valparaíso tras su salida de la presidencia del Senado, la ministra Jara fue de las pocas dirigentes no socialistas que acudieron. A ese encuentro también llegó el ministro de Justicia, Luis Cordero.

El vínculo de Elizalde con Marcel también es de larga data. Pero fue en enero del año pasado -cuando el Presidente Boric definía su primer gabinete- que ambos volvieron a encontrarse. Él como presidente del PS -partido del que el actual ministro es cercano- valoró su nombre como opción para asumir en Hacienda ante las consultas del Mandatario.

“Se llevan bien”, repiten en los equipos del nuevo ministro cuando se pregunta sobre el estado de las relaciones de Elizalde con las ministras Orellana y Vallejo.

Lo cierto es que con la ministra de la Mujer, Elizalde suma varios episodios tensos. Uno de ellos fue la elección del fiscal nacional a fines del año pasado. La ministra hizo advertencias al comité político sobre las causas en que en ese entonces candidato Ángel Valencia había realizado en favor de acusados por delitos sexuales. Las alertas de Orellana iban en contra del compadre del exsenador. Valencia es padrino de uno de los hijos de Elizalde y ambos se consideran amigos.

El criterio sobre la defensa profesional ejercida por Valencia en los casos cuestionados por Orellana no era compartido por Elizalde y, en varias oportunidades, comentó en privado a sus cercanos que no le parecía lo que consideraba un veto. Todo se resolvió cuando -tras dos intentos fallidos- el abogado fue elegido por el Presidente Boric, pese a su propia resistencia inicial, y fue ratificado después por el Senado convirtiéndose en el nuevo jefe del Ministerio Público.

Pese al episodio, quienes han conversado con ambos aseguran que el impasse se superó y que, de hecho, Orellana y Elizalde han limado asperezas en los últimos meses. Quienes conocen de su relación aseguran que esta se afianzó con la estadía de Orellana en El Maule -zona que representaba Elizalde- para contener la crisis de los incendios en el verano. Ahí se le vio en todo momento con uno de los cercanos al socialista: el delegado Humberto Aqueveque.

Además, ayer si bien la ministra se hizo cargo de que con la llegada de Elizalde al gabinete se rompe el criterio de la paridad, le hizo saber al socialista que solo respondía a una necesidad de mostrar que es un compromiso vigente del gobierno y no un gesto en su contra.

El vínculo con Vallejo -por otro lado- es de los menos cercanos. Si bien Elizalde valora el rol que ha jugado la ministra en el gabinete del Presidente, no estuvo de acuerdo con que -en medio de los esfuerzos que hacían los partidos políticos para viabilidad el acuerdo del 15 de noviembre para una nueva Constitución- la entonces diputada se opusiera tajantemente y acusara una verdadera cocina de la élite política para acallar al movimiento social.

Anoche, tras asumir -sin embargo- le hizo un gesto a la vocera, quien lo presentó ante los medios. “Me gustaría tener la inteligencia y la vocación de trabajo de la ministra Tohá, la voluntad de diálogo para generar acuerdos amplios de la ministra Jara y la capacidad para transmitir con claridad los mensajes de la ministra Vallejo”, dijo Elizalde.

En el oficialismo, en todo caso, admiten que uno de los principales desafíos que tendrá el nuevo ministro será sostener una sana convivencia con las ministras de Apruebo Dignidad.

Si bien no forma parte del comité político, sigue siendo un estrecho colaborado del Presidente Gabriel Boric desde el Ministerio de Desarrollo Social. Giorgio Jackson, dicen en el oficialismo, es uno de los dirigentes del Frente Amplio con quien Elizalde ha tenido más diferencias.

Elizalde no le perdona que en marzo de 2022 como ministro Segpres se involucrara en las negociaciones para el acuerdo administrativo del Senado, donde el socialista corría como favorito, e intercediera por Manuel José Ossandón (RN) para asumir la presidencia.

Pero sus tensiones se agudizarían más aún cuando Elizalde -como líder de la testera- asumió un rol de defensa del trabajo de la Cámara Alta cuando sectores del Frente Amplio y el PC buscaban terminar con esa institución mediante la propuesta constitucional que debatía la extinta Convención.

Fue en ese momento que Jackson y Elizalde tuvieron tensos intercambios, sobre todo, porque los socialistas le atribuían al militante de RD parte de esa estrategia.

Capítulo aparte fue la molestia que generaron en el nuevo ministro las palabras que Jackson emitió en agosto de 2022, cuando acusó una escala de valores distinta entre su generación y las anteriores que ejercieron el poder, reinstalando la tesis del reemplazo que tanto había tensionado a la ex Concertación y el Frente Amplio.

“No tiene sentido despreciar los aportes de las anteriores generaciones”, dijo Elizalde en esa oportunidad.