Superintendencia del Medio Ambiente investiga a AES Gener por superar límite de producción energética en Puchuncaví
Según el informe del Coordinador Eléctrico Nacional (CEN), la termoeléctrica Nueva Ventanas sobrepasó durante 7.246 horas -es decir, 301 días- la potencia permitida en la zona saturada por material particulado, entre 2018 y 2020. La firma sostiene que esta superación de lo establecido no implicaría mayores emisiones contaminantes.
La Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) está indagando una denuncia contra la compañía eléctrica AES Andes (ex AES Gener) por operar entre 2017 y 2020 las termoeléctricas Nueva Ventanas y Campiche, en Puchuncaví, por sobre su potencia bruta máxima autorizada.
Los antecedentes, presentados por la fundación Terram, plantean que, de acuerdo al registro de pacientes atendidos durante los episodios de intoxicaciones masivas de 2018, los días con mayor cantidad de atenciones hospitalarias (sobre 50 personas) ambas centrales produjeron más energía de lo permitido en sus respectivas resoluciones de calificación ambiental.
A raíz de esta denuncia, el servicio analiza si la superación del límite de producción se tradujo en mayores emisiones que incumplieran los límites de la norma de emisión y calidad, en una zona saturada por material particulado desde 2015.
“El caso, cuya denuncia se está investigando, es un tema aún en análisis”, dijo Emanuel Ibarra, fiscal de la SMA.
En octubre de 2019, la SMA ya formuló cargos en contra de AES Gener por superar los límites de generación bruta de ambas termoeléctricas, incumplir el plan operacional de Nueva Ventanas, superar los límites de emisión de residuos líquidos, y exceder los niveles máximos de presión sonora.
En el marco de ese procedimiento sancionatorio, que contempla el período septiembre 2016-marzo 2018, la empresa presentó un programa “para subsanar dichos hechos”, explicó el superintendente Cristóbal de la Maza, quien agregó que “prontamente esperamos decidir si corresponde aprobar o rechazar el plan de cumplimiento”.
Recurso de protección
Dado que la SMA todavía no resuelve la denuncia presentada por Terram, en septiembre de 2020, la fundación presentó, junto al Observatorio Ciudadano y dirigentes sociales de Puchuncaví, un recurso de protección a la Corte de Apelaciones de Valparaíso en su contra y de AES Andes, por perturbar y amenazar sus derechos “a la vida e integridad física y psíquica, igualdad ante la ley y a vivir en un medioambiente libre de contaminación”.
La directora ejecutiva de Terram, Flavia Liberona, señala que “la SMA no ha cumplido el rol que le compete en un tema que es relevante, como es la contaminación en zonas de sacrificio”.
Las termoeléctricas Nueva Ventanas y Campiche generan electricidad quemando carbón. La combustión convierte agua en vapor, el que, a su vez, acciona una turbina. Y ese movimiento es transformado en energía.
En el proceso, las centrales emiten material particulado, óxidos de azufre (SOx) y óxidos de nitrógeno (NOx).
Según dice el recurso, la mayor potencia generada por las centrales “ha conllevado una quema de carbón considerablemente mayor y, con ello, emisiones adicionales de contaminantes atmosféricos que afectan gravemente la salud de la población, en especial de niños y niñas”.
Para su correcta resolución, la corte pidió antecedentes al Coordinador Eléctrico Nacional (CEN), a la SMA, al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) y a AES Andes.
Respecto de Nueva Ventanas, el SEA informó el 12 de octubre que su potencia bruta era de 250 MW. Al contrario, la SMA y AES Andes señalaron que el límite de generación es de 267 MW.
A raíz de lo anterior, la corte volvió a pedir al SEA, el 19 de octubre, que “complemente su informe”. Así, el 3 de noviembre, el servicio señaló que “dentro de los antecedentes presentados a evaluación ambiental (...) se contempla que la potencia bruta de la unidad generadora tenga un total de 267 MW”.
Bajo ese parámetro, en el informe presentado a la corte por el CEN, se advierte que Nueva Ventanas superó durante 7.246 horas la potencia de 267 MW, entre 2018 y 2020, lo que llevado a calendario se traduce en 301 días.
De acuerdo a los antecedentes del Coordinador, en 2018 la central excedió el límite los días 21, 23 y 24 de agosto, además del 4, 5, 24, 25, 26, 27 y 28 de septiembre, cuando -según un reporte de la Seremi de Salud- consultaron a hospitales y consultorios un total de 1.205 personas por síntomas de intoxicación.
Posibles impactos
AES Chile informó que, en el período considerado por el Coordinador, “una mayor potencia implica una mayor generación de energía, pero no necesariamente mayores emisiones, como sucede en este caso, en el cual se contemplaron perfeccionamientos a los mecanismos de abatimiento para el SO2, NOx y material particulado”.
Al respecto, la SMA señaló que “es un tema aún en análisis” si hubo, o no, más liberación de gases.
Waldo Quiroz, doctor en Química Ambiental y académico de la PUCV, explica que las termoeléctricas tienen dos formas de subir la potencia: siendo más eficientes o quemando más carbón.
En esta línea, dice que la liberación de más emisiones al medioambiente “se puede traducir en mayores tasas de enfermedad y de mortalidad, a largo plazo”.
Bajo este escenario, Fernanda Cavieres, toxicóloga y académica de la UV, comenta que el límite establecido para gases “no puede ser sobrepasado. Si se sobrepasa, ya no se asegura que no vaya a haber un riesgo de toxicidad para las personas”.
Por su parte, el académico de la Udec y biólogo ambiental, Francisco de la Barrera, dice sobre la superación de la potencia que “cuando se vulnera lo que está autorizado, se está cayendo en riesgos que no están evaluados”.
De la Barrera, doctor en Geografía e investigador del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable, agrega que “si estás expuesto a más contaminación, estás más expuesto a enfermedades respiratorias -como asma o neumonías- y a enfermedades derivadas de la concentración de metales pesados en la sangre”.
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