Todos los caminos conducen a una mujer: proceso de búsqueda para nueva rectoría de la PUC avanza en la definición de su terna

El 5 de septiembre comenzó formalmente la búsqueda de un nuevo rector o rectora para la Pontificia Universidad Católica, aunque el proceso, implícitamente, había arrancado antes. Mucho antes.

Y es que si bien a inicios del mes pasado se constituyó oficialmente el Comité de Búsqueda, órgano encargado de definir la terna de la que surgirá la nueva máxima autoridad de la UC para el periodo 2025-2030, la carrera se había desatado con antelación, más concretamente el 7 de junio, el día de la última rendición de cuentas de Ignacio Sánchez, el actual rector de la casa de estudios. Ese día, casi sin quererlo, se dio el simbólico “vamos” a un proceso que hoy va arrojando nombres que se repiten.

Para entender el camino que terminará con un nuevo rector, vale recordar que el Comité de Búsqueda (de diez integrantes, algunos electos y otros designados) está sosteniendo actualmente intensas y numerosas conversaciones con la comunidad universitaria, donde van rescatando los nombres que ahí surjan para posteriormente darle una terna al Gran Canciller de la PUC -monseñor Fernando Chomalí-, quien debe proponer al Vaticano el nombre definitivo. Será, finalmente, la Santa Sede la que tenga la palabra final de aceptar o no ese nombre.

En ese proceso de búsqueda, que terminará en noviembre, el comité ya ha llevado a cabo diversas instancias donde a los asistentes a las reuniones grupales e individuales les ha pedido definiciones sobre el perfil del futuro rector o rectora y propuestas de personas para conducir la universidad.

Y así, por ejemplo, el comité tiene agendado para el miércoles 30 de octubre (campus San Joaquín) y el lunes 4 de noviembre (campus Casa Central) encuentros ampliados con personas de ciertas facultades, pero también abrió un mail para hacer llegar comentarios sobre el proceso.

Lo primero, dicen en la interna de la PUC, es inédito y es visto como que el comité ha optado por reunir intereses y demandas similares, pero también hay quienes lo ven como una forma de romper posturas locales homogéneas.

Como sea, lo cierto es que hay nombres que se han ido reiterando en esos diálogos, con comentarios concretos sobre que es el momento para que, tal como en la Universidad de Chile lo hizo Rosa Devés, en la Católica asuma por primera vez una mujer como máxima autoridad.

Y ahí son al menos dos “candidatas” que se repiten: Lorena Medina, quien trabajó en el área educacional de la última campaña presidencial de Yasna Provoste y es exdecana de Educación, y Sol Serrano, exvicerrectora de Investigación, aunque fuentes internas de la institución aseveran que su nombre ha perdido fuerza y que está mejor aspectada Medina, a quien le valoran su experiencia como exdecana y que tiene nexos con el mundo político.

Por otro lado, también se han posicionado Juan Larraín, director del Instituto de Éticas Aplicadas; Juan Carlos de la Llera, exdecano de Ingeniería; Roberto González, exvicerrector Académico y docente en la Escuela de Psicología, y Carlos Frontaura, director del Departamento de Fundamentos del Derecho. En todo caso, otros conocedores de cómo se ha llevado el proceso aseveran que los dos primeros tienen ventaja, con el segundo predominando.

Incluso, las mismas fuentes dicen que como rumor de pasillo en la Casa Central ya se habla de una posible terna: Larraín, De la Llera y Medina. Y que al menos ya se ha instalado la idea de que a la terna llegará sí o sí una mujer. Esa lista corta, en todo caso, debería estar conociéndose entre fines de noviembre o inicios de diciembre y, según advierten en el entorno del comité, no sería extraño que surja otro nombre distinto a los que están instalados en el ambiente.

En lo que sí concuerdan las personas consultadas es que el proceso ha dejado señales tendientes a pensar que por primera vez en sus 136 años de historia podría haber una mujer al mando de la casa de estudios.

¿Cuáles son? En la elección democrática para definir los primeros cinco integrantes del comité la paridad de género quedó 4-1 en favor de los hombres: Marjorie Murray, de la Escuela de Antropología; Jorge Jalil, de la Escuela de Medicina; Alejandro Jara, de la Facultad de Matemáticas; Christian Ledezma, de la Escuela de Ingeniería, y Mario Ponce, de la Facultad de Matemáticas, fueron los electos. Tras esto, monseñor Chomalí equiparó la balanza y designó a tres mujeres (Maureen Boys, de la Escuela de Teatro; Beatriz Contreras, del Instituto de Filosofía, y Magdalena Vicuña, del Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales), quienes se sumaron a la secretaria general de la PUC, Cristina Fernández, y a Osvaldo Fernández de Castro, vice Gran Canciller de la UC y también designado por Chomalí. Así, el comité finalmente quedó compuesto por cinco mujeres y cinco hombres.

Esto fue visto como un gesto del monseñor en pos de la paridad, pero también como una señal de su apertura a que efectivamente sea una mujer quien pueda encabezar la PUC. Y es que en los pasillos de la PUC también miran de reojo la relevancia que las mujeres adquirieron en la Universidad Católica de la Santísima Concepción mientras Chomalí fue su Gran Canciller.