Tomás de Rementería (PS): “Un órgano mixto no puede descartarse a priori si hace que sea más rápido llegar a un acuerdo”

Tomás de Rementería

El diputado socialista reconoce que, si bien son partidarios de un órgano cien por ciento electo, al interior del Socialismo Democrático se ha reconsiderado un modelo mixto, que incorpore a expertos designados, en consideración de las exigencias de otros sectores. "Yo prefiero que me digan que va a haber un 20% no electo y nos bajan algunos bordes de fondo más que tener como dogma de fe que tiene que ser cien por ciento electo todo y quedarme en eso", dice.


Desde hace algunas semanas, hay un fantasma que ronda en los partidos del Socialismo Democrático. Es una conversación de pasillo, que se da de manera informal, enfatizan desde ese sector. Por lo mismo, son pocos los que se atreven a reconocerlo: al interior de la coalición se ha reconsiderado la idea de que el próximo órgano constitucional sea mixto y no cien por ciento electo, en oposición a la propuesta que se hizo desde el oficialismo.

El diputado socialista Tomás de Rementería es uno de los que se atreven a deslizar la opción del modelo mixto. “Lo ideal y lo óptimo sería que fuera un órgano cien por ciento electo, pero tampoco es un dogma de fe”, dice.

¿Cómo ha visto la discusión que actualmente llevan a cabo los partidos para continuar con el proceso constituyente?

Veo que es fecunda, hay disposición de las distintas partes. He visto muy bien el liderazgo del presidente del Senado, Álvaro Elizalde (PS), quien ha llevado este proceso. También destaco la disposición que han tenido sectores de la derecha de ceder en sus posiciones para buscar un acuerdo rápido.

¿Se siente representado por los que están sentados en la mesa? En su caso, por la presidenta del PS, Paulina Vodanovic.

Sí, me siento absolutamente representado por Paulina Vodanovic. Ha cumplido a cabalidad lo que esperaba de ella. El PS ha sido una especia de pivote dentro de este proceso, de poder unir a los distintos puntos.

¿Qué le parecen los primeros bordes, los 12 puntos que se consensuaron?

Me parece razonable. Una lección que nos dejó el proceso constituyente anterior fue que esa idea de un proceso constituyente ilimitado que tanto destacó Jaime Bassa, que decía que el poder constituyente no se dejaba pautear por el poder constituido, hicieron que fuera bastante desordenado y que la ciudadanía le diera la espalda al proceso.

¿No le parece que quizás los bordes limitan mucho lo que pueda ser un nuevo proceso?

Yo creo que deja un rango más o menos sensato para poder trabajar en la construcción institucional de Chile. En el sistema político no deja tan cerrado el tema, deja algunos puntos más o menos claros, como el bicameralismo, la relación de poderes. Son temas que en el fondo tampoco afectan tanto lo que podría ser una nueva organización política de Chile. Creo que son puntos bastante generales, dejan el espacio necesario para el debate dentro de la nueva Convención.

¿Y sobre los primeros acercamientos al mecanismo de cómo debería ser este nuevo órgano, qué impresiones tiene? Ya hay relativo consenso en que sea un órgano cien por ciento, que cumpla con el principio de paridad.

Lo ideal y lo óptimo sería que fuera un órgano cien por ciento electo, pero tampoco es un dogma de fe. O sea, entre no tener un proceso constituyente y que haya una cuota minoritaria de personas no electas, o expertas, o como quieran llamárseles, yo creo que nadie podría negarse a continuar con el proceso constituyente solo por eso. No podemos perder de vista que el objetivo principal es enterrar la Constitución de Pinochet. Necesitamos una forma para hacerlo. Hay que recordar que hace unos años incluso no nos disgustaba que fuera el Congreso el que la hiciera. Yo creo que si fuera un órgano mayoritariamente electo, no sé, 80-20, tampoco sería tan complicado. Tampoco creo que la ciudadanía tenga problema. No tenemos que perder de vista eso, porque cuando uno lee las encuestas, cuando uno habla con la gente en la calle, el tema constitucional no es prioritario para nadie, y mucha gente dice que ojalá la redacten solo expertos. También tenemos que incluir esa posición.

Ha trascendido que dentro de los partidos del Socialismo Democrático, particularmente dentro del PS y el PPD, se da como una conversación de pasillo que se ven ventajas en órgano mixto. ¿Usted identifica algunas?

Soy partidario de un órgano cien por ciento electo, acompañado por una comisión de expertos. En el caso de que esta comisión tuviera derecho a voto, se podría considerar que es un órgano mixto. Obviamente ahí tendría una ventaja de que estos miembros podrían ser un poco moderadores del debate, y buscar así el mecanismo para que pueda hacerse un debate más sopesado de lo que fue la Convención anterior. Yo creo que ese fue el gran problema de la Convención anterior, que se consideró que una persona que se dedica a escribir papers estaba capacitada para escribir una norma. Acá lo que necesitamos no son grandes académicos de papers, sino que gente que haya redactado muchas leyes, muchas sentencias o muchas demandas. Técnicos jurídicos más que grandes intelectuales del Derecho.

Cuando usted habla de que podría ser un órgano mixto si no puede ser algo cien por ciento electo, ¿piensa solo en expertos o podrían ser parlamentarios?

Yo creo que los parlamentarios estamos un poco vetados de esto por el plebiscito de entrada. Sin duda creo que muchos parlamentarios podrían ser un aporte significativo, pero la ciudadanía ya habló.

¿Por qué cree que para otros parlamentarios del Socialismo Democrático es complejo verbalizar que se identifican ventajas en el modelo mixto?

No sé si alguien lo ve como ventaja, pero en el Socialismo Democrático, y en especial dentro Congreso, también leemos las encuestas y vemos lo que nos dice la ciudadanía, que apoya que sea un órgano mixto o que tenga un componente de personas designadas. A todos nos parece que la mejor opción es cien por ciento electo, pero tampoco lo vemos como algo que no puede descartarse a priori si destraba la negociación y hace que sea más rápido llegar a un acuerdo. Yo prefiero que me digan que va a haber un 20% no electo y nos bajan algunos bordes de fondo, más que tener como dogma de fe que tiene que ser cien por ciento electo todo y quedarme en eso.

Me imagino que con el silencio de los demás también tiene que ver la decisión que se tomó como partido, que decidió que tiene que ser un órgano cien por ciento electo.

Nuestra posición como partido y como bancada socialista es un órgano cien por ciento electo. Acá no es un circo, nos ordenamos a lo que nos dice nuestra autoridad. Pero obviamente todas las decisiones son discutibles. Estamos en política. No se trata de ser contumaz con tus propias ideas. Yo creo que el gran error de la Convención fue ser contumaz con sus propias ideas. En una negociación se tienen que ceder cosas, es la naturaleza misma de una negociación, y se tiene que ver lo que nos pide la ciudadanía.

Si se opta por un órgano mixto, se podría interpretar que la decisión que se tomó en el plebiscito de octubre de 2020 podría estar vencida. ¿Se podría, por eso mismo, reconsiderar la opción de un plebiscito de entrada?

Yo creo que sería un error. Ya sabemos que mayoritariamente la gente dijo que hay que hacer una nueva Constitución, no creo que el plebiscito esté vencido. Además, la gente está aburrida de ir a votar. Tendríamos dos elecciones en el año de nuevo, con el costo que ello implica. Y cuando necesitamos que esto sea lo más rápido posible.

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